¿Quién era Luis Sepúlveda? ¿Un hombre de mil libros y un millón de lecturas? ¿O quizás un poeta que alentaba con sus palabras a que muchos se quiten el ropaje de sus miedos y emprendan el vuelo que los hará libres? ¿Era un gato gordo y negro o una gaviota agonizante o un cascarón de esperanza? Tuvo que ser escritor, periodista y cineasta para hacer una radiografía fiable del mundo. Se descubrió marxista y agnóstico con el fin de ser más creyente en sus ideas y convencerse que dios es inaccesible, aunque esté en la boca de todos, aleluya, amén.
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Pero lárgate. Pero no te vayas solo. Pero que sea ya. Pero de la manito con el Otto, la María Paula y toda la corte de peste neoliberal que te rodea.
¿Así que le pidieron a la Asamblea Nacional que no vote a favor de la despenalización del aborto por violación? ¿Así que ustedes entienden de este tema más que el común de la gente?
¡Que no esté mi nombre! Que no aparezca en ese listado de botados-desahuaciados-desempleados. Que no sea yo, por favor. Que continúe con mi trabajito. Dios, yo sé que casi nunca me acuerdo de ti, pero ayúdame, bórrame de esa lista, tacha mi nombre, llévatelo al olvido.
Si bien es cierto, Lorohomero no es el Alcalde que uno desearía para la ciudad capital, (sus deslices políticos, sus locros faranduleros y sus amarres de frecuencias no lo califican como alguien de confianza) no cabe duda que está bien asesorado. Sus twett tienen el aguijón de alguien que maneja la comunicación de una manera eficaz.
¿Y qué? Ya lo sabes o por lo menos lo intuyes desde hace mucho, pero te niegas a aceptarlo. Si alguien topa ese tema, siempre con bromas y demás, sonríes con una mueca prefabricada, miras para otro lado y no sabes qué hacer, excepto rascarte el bigote de abajo hacia arriba por eternos segundos.
Atención. Las mejores élites empresariales del mundo están en Ecuador. ¡Son de exportación! Si mandáramos unos 100 de los nuestros a algún país africano le vuelven próspero y competitivo en dos patadas y en un salud con whisky.
Mi abuela ha prohibido nombrar en su casa al Presidente y a sus funcionarios. “No me importa cómo se llamen, para mí son todos esos unos miserables. Y así se los llamará de hoy en adelante en mi casa. Miserables. Punto”.
Cualquier parecido con los Ruptura de los 25 o los 30 o más es pura coincidencia. Como es coincidencia que justo en este gobiernucho de morenos, cuestas y michelenas, los susodichos hayan alcanzado ser lo que ahora son. Nadies. Así, con ese al final para que resuene en todos los rupturas que en el Ecuador han sido, son y serán.
¡Belleza de concierto en la frontera colombo venezolana! Unas ganas de llorar con cada artista que aparecía. Se me fueron las lágrimas con Maluma y su genuino arte reguetonero. Casi me desmayo de la emoción con la reconciliación en vivo y en directo de Chino y Nacho, dos poetas de la epifanía posreguetonera. Felices los tres, los cuatro, todos.
¿Qué soñaba Miguel cuando estaba despierto? ¿Cuántas horas dormía, Miguel? Esas ojeras parecían ser el testigo de algún insomnio inconfesable ¿Qué desayunaba, Miguel? ¿Qué noticiero miraba mientras decodificaba sus discursos empresariales? ¿Tuvo algún credo, alguna cábala, un ciempiés en el florero, una herradura en la puerta, un libro de Marx debajo de la almohada?
¡Me sacan a esos payasos de la Plaza! Esa parece ser la consigna de la gris autoridad municipal.
Dicen los que lo han visto, sobre todo iluminado en las noches, que el centro histórico es una maravilla, guapeza de iglesias, lindura de calles, maravilla de tejados, y ya mismo de soplar velitas: 40 años hay que celebrarlo a lo grande, tirar la casa por la ventana, contratar chivas ambulantes, hacerse una selfie con la Virgen de El Panecillo de fondo, etc., etc.
Octubre 16 de 2017 Si los 30 y pico de millones por la corrupción en el caso Odebrecht […]
04-09-2017. Más allá del 80% de aprobación y demás números que pueden desviar el camino, y todo el […]