RAFAEL CORREA (07:30): “Algunos quieren definir latifundio de acuerdo a un tamaño: mas de 100 hectáreas y ¡prohibido los latifundios, la Constitución prohíbe el latifundio…! [Pero] lo importante es la propiedad y lo importante que se esté produciendo… Primera idea de fuerza: cuidado por hacer un bien hacemos un daño mayor… Para que todos seamos propietarios partamos estos 2.000 hectáreas en 1.000 familias a dos hectáreas cada familia. Bueno, vamos a tener 2.000 familias mas pobre que antes. La segunda idea de fuerza es la productividad. Tenemos una productividad agrícola demasiada baja. Y en la economía campesina esa productividad es desastrosa. Y parte de esa baja productividad son las pequeñas parcelas de terreno. Incluso, con el sistema capitalista, si tenemos una producción de 2.000 hectáreas y una sociedad anónima con 200 accionistas en buena hora: se está democratizando en algo la propiedad de esa tierra. Esto es que no entienden muchos compañeros. Por ahí veo proyectos de tierra, incluso del propio Consejo de Soberanía Alimentaria, que tienen solo esa visión de justicia. Cuidado, por buscar la “justicia”, entre comillas, destrozamos la eficiencia y lo que hacemos es a todos igualitos, pero igualmente miserables, igualmente pobres.” (08:34)
LUIS ANDRANGO responde (08:40): “Me parece que el Presidente de la República no conoce a profundidad el proyecto que se ha trabajado con la Conferencia de Soberanía Alimentaria. En ninguna manera la apuesta de esta ley implica retacear y parcelar y convertir en miles de minifundistas en Ecuador. Al contrario, esta es una propuesta que apunta fundamentalmente a este nuevo paradigma, este nuevo modelo de desarrollo agrario en Ecuador que es la soberanía alimentaria. Nuestra propuesta de hecho es garantizar las condiciones económicas para la productividad. Pero la productividad está en función del acceso a los recursos productivos: la tierra, el agua, las semillas, la infraestructura rural básica, espacios de comercialización. Y allí se diferencia la vieja propuesta de reforma agraria que se quedaba en redistribuir tierras. Ahora, nuestra exigencia es que el Estado tiene que reconocer el papel fundamental que cumplen los campesinos alimentando al pueblo ecuatoriano. Esa sociedad que ha sido invisibilizada, que ahora pensamos que los alimentos se producen en los supermercados. Pensamos que esos alimentos atrás arrastran a miles de hombres y mujeres que, a pesar de las condiciones de dificultad en el campo, siguen cumpliendo ese papel de alimentarnos y, además, de construir un proceso de buen vivir en Ecuador. Por que la producción alimentaria es la que menos contamina a la Madre Tierra, la Pacha Mama, que es una derecho también reconocido por nuestra Constitución.” (10:08)
Palabras del Presidente tomadas de la cadena nacional 08/11/2011, reproducido durante entrevista con Luis Andrango, presidente de la FENOCIN, en Televistazo 14/10/2001 http://www.youtube.com/watch?v=drjw8TogiOM
El presidente Correa está equivocado. Existe una relación fuerte entre la productividad de la tierra y la pequeña propiedad campesina, confirmada en los numerosos estudios económicos, hecho citado por, entre otros, Amartya Sen, Nobel en Economía. También existe una fuerte correlación entre desarrollo económico y pequeña propiedad campesina, confirmada por, entre otros países, todos los Escandinavos, Holanda, Taiwan, Korea del Sur, y Japón después de la Segunda Guerra Mundial.
El problema posiblemente no es de comprensión por parte del presidente -más bien, parece que entiende suficientemente bien. Los argumentos de la Conferencia de Soberanía Alimentaria así como de los numerosos estudios que señala la profesora North son sumamente claros. El problema es de orden político y es ahí hacia donde deberíamos dirigir el análisis así como la crítica. Sabemos bien que la concentración de la tierra en el Ecuador es terriblemente alta. Sabemos que más del 60% de la superficie de tierra productiva se concentra en menos del 10% de los propietarios. En el discurso eficientista del presidente -que hay que desmontar- la gran propiedad privada es más productiva que la pequeña. Detrás de esto se esconde una visión política que se cierra filas junto a los grandes terratenientes, las plantaciones, los monocultivos y en general la promoción de la agro industria sobre todo exportadora que ya conocimos bien durante el periodo neoliberal. Se olvida por supuesto del tema de la soberanía alimentaria, no es parte de su concepción. Su racionalidad ilustrada -cuya única medida es el número, como dirían Horkheimer y Adorno- le empuja a pensar todo desde el crecimiento económico, olvidando el problema alimentario. Finalmente, la FENOCIN es uno de los pocos movimientos sociales que tiene como aliados el gobierno, y creo que han permanecido como tales a razón de la necesidad de una Ley de Tierras. Con esto queda claro como trata el gobierno a sus “aliados” ycuales son sus verdaderos intereses y concepciones. ¿Gobierno de izquierda? Que responda esta pregunta Nathalie Cely, ministra coordinadora de la producción y la alianza con las elites a quienes sirve.
Los comentarios están basados en una transcripción incompleta de un video editado. Si usted oye TODA la declaración, va a ver que Correa hace salvedades sobre el paradigma de la productividad de la gran extensión de la tierra y, es más, indica que a cierta superficie límite, la productividad se estanca.
Asimismo, en el texto completo se nota las coincidencias que Correa tiene con el texto de la COPISA, pero que no aparecen en la edición que hace Contacto Directo y, por tanto, no aparecen en la transcripción que hacen acá.
Aquí está la transcripción completa, para una crítica más solida: http://j-major.blogspot.com/
[…] Correa, R. (11 de 10 de 2011). Linea de Fuego. Obtenido de Linea de Fuego: https://lalineadefuego.info2011/10/17/borrador-ley-de-tierras-palabras-de-rafael-correa-y-luis-andra… […]
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