En Pimampiro, al norte de Ecuador, miles de personas se reúnen antes de Pascua para intercambiar alimentos. El trueque se mantiene desde hace siglos.
Aquí presentamos un fotoreportaje del único mercado ecuatoriano que funciona completamente sin dinero. Al menos este día.
Pimampiro, Ecuador.- Nadie viene ni va con las manos vacías. Así es la costumbre en Pimampiro. Al Trueque del Sol del 12 y 13 de abril asistieron campesinos e intermediarios del sector, de otras provincias y del sur de Colombia. Inclusive estudiantes de la Universidad Central trajeron desde Quito algo para trocar, sabiendo que, en esos días, el dinero no tiene valor: lo que cuenta es el intercambio de plátanos con papas, de arvejas con aguacates, de piñas con zanahorias, de mangos con frijoles o de lichis con cebollas.
El cambeo, como le dicen los moradores más antiguos, se viene realizando en Pimampiro desde antes de la llegada de los españoles, es decir, ha sobrevivido a todos los intentos de conquista: las burbujas financieras, las crisis bursátiles, las crisis económicas y las guerras mundiales. El dinero -digital, en billetes o en monedas- está tan ausente como lo están los temores al hambre, a la corrupción o a los robos. Los banqueros tendrían una crisis aquí.
El siguiente fotoreportaje muestra a afroecuatorianos, indígenas, mestizos y gringos manteniendo una tradición que documenta cuánta riqueza hay en El trueque del Sol, riqueza que no proviene de los mercados financieros, de las bolsas de especulación o del crecimiento económico: proviene de nuestra tierra.