Mario Hernandez (MH): Escuchábamos “En el pozo María Luisa” en la interpretación de Víctor Manuel en homenaje a los mineros españoles. Guillermo, ¿cómo te ha parecido la llegada de los mineros a Madrid?
Guillermo Almeyra (GA): Como siempre los mineros desde 1934 a la cabeza de las luchas.
MH: Me gustaría que analizáramos las elecciones en México. Escribiste un artículo para La Jornada, “1988, 2006, 2012 ¿No son prueba suficiente?”, allí señalás que México es un problema interno de EE. UU. ¿Qué significa esta afirmación?
GA: México tiene 3000 km. de frontera común con EE. UU. y por ella entran no solo los indocumentados mexicanos sino también los centroamericanos. En segundo lugar, todo el sur de EE. UU. está poblado por mexicanos y se habla español. Hay más de diez millones de ciudadanos mexicanos dentro de EE. UU., aparte de sus hijos, de un total de treinta millones de latinos.
El problema de la inestabilidad política en México no es aceptable por EE. UU. No olvidemos que lo invadió durante la revolución mexicana y los ciudadanos mexicanos fueron los únicos en invadir EE. UU. con los soldados de Pancho Villa, es decir, México y EE. UU. son un solo problema.
EE. UU. tiene adentro diez millones de mexicanos que aportan más de U$S 100.000 millones de impuestos y no puede aceptar que en la frontera haya un derrumbe total del gobierno.
MH: ¿Cómo impacta en este contexto la elección presidencial del pasado 1º de julio?
GA: En México desde hace rato hay lo que llamo un pacto ad excludendum. No está escrito pero es así. Nunca, jamás, va a llegar por la vía de las urnas, democráticamente, aunque gane por mayoría absoluta, un partido que moleste a las clases dominantes que están totalmente ligadas con EE. UU, porque buena parte de la gran industria y la totalidad de las finanzas son estadounidenses.
La elección en sí misma fue un gigantesco fraude. El grave error de la política de la llamada izquierda fue que hicieron creer en la utopía de que podían ganar. Sí, se podía ganar, como ya sucedió, cambiando el régimen, no solo el gobierno, en 1910, si la pelea por los derechos democráticos y por la Constitución era acompañada por grandes movilizaciones sociales como lo fue en la época de la revolución mexicana. Pero equivocadamente creyeron que podían hacerlo simplemente con la agitación electoral.
Otro tema es que el país sigue siendo conservador. Si sumamos los votos del PAN y los del PRI, sin contar a los que se abstuvieron, que esta vez fueron un poco menos, suman alrededor del 70%, una cantidad importante de gente que debe ser convencida. ¿Cómo se la va a convencer? ¿Por motivos electorales? No, vendían el voto a $ 500, incluso a $ 100, que es tres veces el salario de un día. Es imposible convencerlos cuando están en la plena miseria y venden el voto. Hay que convencerlos a través de sus necesidades, apoyar sus luchas, a los movimientos que protestan contra la minería, por la expropiación del agua, a los movimientos indígenas, nada de esto se hizo.
MH: ¿Qué cabe esperar del gobierno del PRI?
GA: Enrique Peña Nieto es un asesino. Ordenó la represión en Atenco en la cual hubo muertos, violaron hombres y mujeres, quisieron condenar a 106 años de cárcel a los campesinos que defendían sus tierras. Una represión masiva que ahora va a llevar adelante a escala nacional. Es hombre de un grupo de corruptos, el moderno grupo delicuencial de Atlacomulco, que gobiernan el estado de México desde hace rato, que se hicieron ricos con el poder y la corrupción. No tiene absolutamente ninguna idea, ni capacidad, va a ser un títere en manos de las finanzas y los grandes grupos de poder.
MH: ¿Qué expectativa podemos tener en relación al movimiento juvenil #YoSoy132 que surgió durante la última etapa del proceso pre-electoral?
GA: #YoSoy132 es un movimiento muy importante, de lo más importante que ha surgido en México en los últimos 10 años, que indica el hartazgo de sectores importantísimos de la clase media con el sistema en su conjunto. Es un movimiento que empezó en las universidades privadas más caras, la Iberoamericana, la de Monterrey, donde se forman los técnicos y los políticos mexicanos. Después se extendió a las universidades públicas pero no comenzó en los sectores pobres de la clase media estudiantil. Por ahora el movimiento se ha encerrado en la juventud estudiantil universitaria que es minoritaria y, en segundo lugar, elitista.
Los sectores más pobres no participan en #YoSoy132 aunque se está extendiendo a otras capas de la población y eso es lo importante, pero no ha entrado en los barrios pobres, en el campesinado, que son los sectores decisivos.