Marzo 29 de 2017
Sin duda esta elección pasará a la historia como la más vacía de propuestas. Más allá de los lugares comunes repetidos hasta el cansancio, lo que nos queda son promesas melosas y demagógicas que apuntalan un modelo curativo. Ofertas delirantes de centros de atención faraónicos ultra-equipados o la creación de zonas francas en salud, se traducen en lo concreto en un debilitamiento del Sistema de Salud. Demandamos de los candidatos definiciones concretas sobre su propuesta de salud; aquí algunas pistas para el debate.
Asignación del Presupuesto
La transitoria vigésimo segunda de la Constitución manda que el presupuesto destinado al financiamiento del Sistema Nacional de Salud se incrementará al menos en un cero punto cinco por ciento del Producto Interior Bruto hasta alcanzar al menos el cuatro por ciento. Como lo demuestra el mismo Gobierno en su portal del Sistema Nacional de Información[1] no se llega ni de lejos a la meta fijada. Tampoco se eleva en el porcentaje definido, incluso en dos períodos (2011 y 2014) ha disminuido. El incremento porcentual definido constitucionalmente implica, invariablemente, el detrimento de la inversión en otro sector. Bajo esta premisa surge la primera interrogante que define que camino transitarán las políticas sociales ¿qué sector será el que reciba menos para favorecer la salud?
La compra de servicios al sector privado, concebida en un inicio como una estrategia para cubrir brechas de acceso hasta que el Estado tenga la capacidad de hacerlo solo, representó un crecimiento sin precedente del sector privado de la salud[2]. Este modelo de acumulación devino en un esquema innovador de privatización de la salud[3]. La pregunta es si se ha pensado colocar un techo a este “subsidio a la demanda” es decir, ¿se va a colocar un valor máximo de compra de servicios a las empresas privadas?
Acceso a medicamentos
Como parte del Acuerdo Comercial que se firmó con la Unión Europea se encuentra la protección de datos de prueba[4] por un plazo de cinco años. Un estudio realizado en Colombia[5] muestra que el impacto de diez años de protección de datos en medicamentos no constituyó un estímulo para la innovación local, tampoco mejoró el ingreso de novedades al mercado. Representó, eso sí, un gasto extra de cerca de 400 millones de dólares para el Sistema de Salud. Si queremos hablar de estrategias para mejorar el acceso a medicamentos, es necesario conocer cuál es el plan para mitigar el impacto que tendrá la firma del Acuerdo Comercial con la Unión Europea.
Una estrategia que ha funcionado en muchos países para garantizar el acceso a medicamentos es contar con empresas públicas de fármacos. En palabras de un ex gerente de investigación de la empresa pública ENFARMA[6], esta se liquidó por fallas administrativas y por presión de la industria farmacéutica privada, lo que a más de resultar incompatible con el discurso de la “Recuperación de la Patria y la Soberanía”, plantea la interrogante sobre la posibilidad de abrir una nueva empresa pública de fármacos o seguir a expensas de las transnacionales privadas.
El Decreto Ejecutivo 687 del 25 de mayo de 2015, “externaliza” la disposición de medicamentos de la red pública. Este desacierto, a más de debilitar los sistemas de fármaco-vigilancia, permite el copago por parte de los ciudadanos por la dispensación en las farmacias privadas, lo que se convierte en una barrera para el acceso. Quisiéramos conocer si, a pesar del discurso de “gratuidad”, ¿se mantendrán estos mecanismos de copago y si se implementarán nuevos?.
Salud sexual y salud reproductiva
Si bien este tema es muy amplio, nos quedamos con dos interrogantes muy concretas: en un Estado laico ¿Se mantendrá la política del Plan Familia, a pesar del tutelaje religioso que tiene ahora? ¿Cuál es la postura frente al aborto por violación?
Interculturalidad
Cuando la Constitución delimita conceptualmente al Sistema Nacional de Salud, entre sus fines está “el desarrollo, protección y recuperación de las capacidades y potencialidades para una vida saludable e integral… reconocerá la diversidad social y cultural… se guiará por los principios generales del sistema nacional de inclusión y equidad social, y por los de bioética, suficiencia e interculturalidad…” (Art. 358) garantiza que “promoverá la complementariedad con las medicinas ancestrales y alternativas” (Art. 360) Lo dicho se refuerza en al Art. 363 cuando encarga al Estado la responsabilidad de “4. Garantizar las prácticas de salud ancestral y alternativa mediante el reconocimiento, respeto y promoción del uso de sus conocimientos, medicinas e instrumentos.” En la prestación de servicios, es clara al anunciar que “La atención de salud como servicio público se prestará a través de las entidades estatales, privadas, autónomas, comunitarias y aquellas que ejerzan las medicinas ancestrales alternativas y complementarias…” (Art. 362)
Finalmente, al referirse a los derechos colectivos, garantiza “Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias, tecnologías y saberes ancestrales… sus medicinas y prácticas de medicina tradicional, con inclusión del derecho a recuperar, promover y proteger los lugares rituales y sagrados, así como plantas, animales, minerales y ecosistemas dentro de sus territorios…” (Art. 57.12)
La Interculturalidad en Salud se ha limitado a colocar en más de un idioma la señalética de las unidades de salud y a promover el parto en libre posición, ambas cosas que si bien son importantes, distan muchísimo de lo que es interculturalidad. Se ha irrespetado el rol de las parteras al pretender institucionalizarlas; se ha desconocido su labor al negar mecanismos de compensación justos por su trabajo; se las ha humillado al colocar su saber por debajo del saber médico occidental. Y con el resto de agentes de salud ha sucedido lo mismo.
¿Cómo se entenderá la plurinacionalidad y la interculturalidad en el contexto de un Sistema Único de Salud? ¿Qué mecanismos se aplicarán para garantizar la co-existencia de múltiples sistemas de salud?
Al final de esta campaña nos quedamos con un dejo de insatisfacción, nos siguen debiendo definiciones sobre la rectoría de la autoridad sanitaria, los mecanismos de regulación, la articulación intersectorial, la carrera sanitaria, la seguridad social, la investigación y la bioética, entre otros temas vitales.
Todo apunta a que, independientemente del resultado de este domingo, quienes estamos preocupados por un modelo de salud que respete la diversidad, que sea capaz de incluir y escuchar, tenemos que reagruparnos. Es hora de hacer respetar la gratuidad y desenmascarar los intentos maquillados de privatizar que se ven venir con claridad en ambas propuestas. Es hora de reconciliar y de proponer; de devolver a la ciudadanía la confianza de participar y de ser actores en la construcción de un Sistema de Salud incluyente.
[1] http://app.sni.gob.ec/web/menu/
[2] http://cdes.org.ec/web/wp-content/uploads/2016/02/CCSSalud-CDES.pdf
[3] http://cdes.org.ec/web/wp-content/uploads/2016/01/privatizaci%C3%B3n-salud.pdf
[4] Son los estudios clínicos y preclínicos sobre efectividad y seguridad que se presentan a la Autoridad Sanitaria para obtener el registro. Se realizan en animales y humanos, por tanto son caros. Si están libres, al terminar la patente (20 años) los fabricantes pueden acceder a esos estudios (datos) y elaborar genéricos. Si se protegen los datos por 5 años, se estaría “prolongando” la exclusividad por 5 años más. En América del Sur solo tienen este mecanismo de protección Colombia, Perú y Chile (ahora Ecuador luego de la firma del ALC).
[5] http://web.ifarma.org/images/files/buscandoremedio/BuscandoRemedio_2.pdf
[6] http://gkillcity.com/articulos/el-mirador-politico/la-liquidacion-sueno-llamado-enfarma-ep
* Coordinador ALAMES Ecuador
[…] Maldonado, Xavier, https://lalineadefuego.info2017/03/29/la-salud-en-la-campana-nada-o-casi-nada-de-propuestas-por-xav… […]
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