La promulgación del decreto ejecutivo 883, en Octubre de 2019, provocó un estallido de movilizaciones de diferentes sectores sociales, pero fue la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) la que mayor protagonismo adquirió convirtiéndose en la interlocutora frente al gobierno de Lenín Moreno.
En Octubre de 2020, con la pandemia como telón de fondo, se generaron decenas de debates sobre los sucesos de 2019; se recuperaron sonidos, fotos; se hicieron documentales; medio metrajes; paneles virtuales; se editaron varios libros, unos en papel, otros digitales, hasta la ex ministra de Gobierno, María Paula Romo, hizo su versión de los sucesos.
En ese mes y en ese año, hubo un excesivo uso de la fuerza por parte del Estado: murieron 11 personas y otras, muchas, quedaron heridas. Pero en pleno proceso electoral a Octubre de 2019 y sus consecuencias ya no se mencionan.
Para Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC), Octubre de 2019 ha sido silenciado porque los candidatos no quieren reconocer el poder del pueblo, y pretenden convencernos de que las elecciones son el único camino para solucionar cualquier disputa en democracia.
Hasta ahora los eventos de octubre se mantienen ocultos, incluso por parte del candidato de Pachakutik, pero en la agenda de quien ocupe el sillón de Carondelet es esencial que conste la investigación de todos los hechos.
Leonidas, en el debate oficial organizado por el CNE, no hubo por parte de ningún candidato una referencia a Octubre-2019, a la gestación de esa movilización en la que el pueblo se expresó y organizó; no se mencionó tampoco nada acerca de hacer una investigación sobre la violencia, los muertos y las supuestas conspiraciones en las que estaba detrás el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro ¿Cómo entender eso?
Efectivamente, las sociedades siempre han superado un estadio a partir de las luchas, y lo que el poder establecido hace es minimizar esas fuerzas populares que pugnan por una transformación social. Octubre de 2019 devolvió la soberanía al pueblo: durante esos 11 días construimos una verdadera sociedad, desde abajo, con profundo sentido de solidaridad y mancomunidad. Fue una gesta heroica .
En el debate presidencial ningún candidato tomó en cuenta los acontecimientos de mayor transcendencia en la historia de la lucha social de las últimas décadas. Eso demuestra la distancia entre todos los candidatos y las demandas del pueblo ecuatoriano. Es absolutamente importante analizar Octubre porque encontraremos que el corazón de muchas propuestas de los candidatos salieron de allí, como el planteamiento del Parlamento de los Pueblos, enviado a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y presentado como propuesta del movimiento indígena. Por la fuerza organizativa se ha obligado al candidato del movimiento Pachakutik, Yaku Pérez, a recoger algunas de las propuestas del levantamiento. Los candidatos intentan no topar este tema y dejar en el olvido a la violencia del Estado y lo que significó irse en contra del pueblo ecuatoriano.
El liberalismo siempre ha sentido terror de que las grandes mayorías tengamos el poder, tienen miedo al poder popular. En esta coyuntura, la y los candidatos están tratando de silenciar la hazaña de los pueblos en el levantamiento de Octubre, decir que no pasó nada, que es también una de las estrategias del Gobierno nacional.La siguiente estrategia fue generar un adversario, descalificarlo y tipificarlo. Algunos candidatos dicen que dejan en las manos de la Fiscalía y que ésta determine las responsabilidades del señor Leonidas Iza y del señor Jaime Vargas. ¿Desde cuando acá tienen posturas intermedias? Saben que la Fiscalía y el Sistema Judicial responden únicamente a las arcas del poder establecido en este país, por ello el temor a tomar como referencia de lucha al levantamiento de Octubre. El discurso oficial criminaliza la participación popular y los candidatos, sin excepción, refuerzan esa tesis del enemigo interno, “los violentos, los pandilleros con poncho”.
¿No hablar de Octubre es un silencio conveniente, o debido a esta coyuntura tan particular se les está olvidando?
El olvido es a propósito, saben que las propuestas no pueden ser tomadas en cuenta porque estarían reconociendo el poder del pueblo. Lo que hacen los candidatos es tratar de no perder votos. No están dispuestos a reconocer un hecho heroico como el levantamiento indígena de Octubre. Más allá de eso, se debe entender que las disputas ideológicas se mantienen, y que todas las contradicciones que se han generado debemos sostener. Quieren sustituir las luchas sociales y presentar como el único camino de solución el tema electoral, cruzado por el mercado de votos.
Quiero decir también que no existe una sola representación de la izquierda anticapitalista en la campaña electoral. Ahí se explica la ausencia del relato de Octubre en el debate: ningún candidato representa los anhelos del campo popular, de lo contrario hubieran disputado los sentidos más allá de las reglas de juego impuestas por una institucionalidad de poder de este país.
¿Tampoco Pachakutik?
El movimiento Pachakutik, que también está presente en este proceso electoral, de alguna manera sostiene un proyecto político, que nació en este caso desde el levantamiento de Octubre y el Parlamento de los Pueblos. Sostienen las propuestas de Octubre pero, por otro lado, también sostiene propuestas neoliberales a las cuales nosotros hemos dicho “o corrigen o se someten a un proceso colectivo”.
Las movilizaciones de Octubre dejaron un saldo de 11 muertos, personas lesionadas en sus ojos, cientos de heridos ¿merece que se conforme una comisión investigadora por la memoria y reparación de las víctimas? ¿podría ser una exigencia a la y los candidatos?
Absolutamente. Debemos quedar claro que la violencia que vimos desde el Estado ha significado en términos concretos: muertos; heridos; procesos judiciales; alrededor de 1700 personas heridas, decenas de las cuales sufrieron mutilaciones oculares permanentes; más de 1.500 compañeros privados de libertad de manera ilegal y arbitraria. ¡El terrorismo de Estado, representado por Lenín Moreno, María Romo y Oswaldo Jarrín, hacia la población civil fue brutal! Cada 20 minutos se detuvo a una persona y se hirió a otra. Como movimiento indígena pedimos que se realice una investigación de las y los responsables de estos crímenes de lesa humanidad, perpetuados en el levantamiento de Octubre del 2019. Los responsables deben estar tras las rejas. Debe haber una reparación integral, establecerse la responsabilidad de la violencia de Estado y llegar a una reparación integral.
Nosotros hemos planteado dos acciones puntuales: presentamos una petición a la Corte Constitucional para que se desclasifique la información desde el Estado referente a las jornadas del levantamiento. ¿Por qué? El Estado tenía información privilegiada, por eso nosotros buscamos saber con exactitud quiénes dieron la orden de atentar contra la población: ¿los mandos políticos?, ¿los mandos militares? ¿Hubo o no asesoría de la “Agencia Central de Inteligencia” operando en el Ecuador? Que se investigue si hubo metedura de mano, como dijeron, desde Venezuela, Cuba y Rusia.
Un segundo tema, hemos presentado ante la Fiscalía una denuncia por delitos de lesa humanidad contra Moreno, Jarrín, los mandos militares y policiales y, hasta ahora, ni siquiera nos dan el recibido. El objetivo es que se pueda investigar a profundidad sobre estos hechos, no fue un caso aislado cada compañero que perdió la vida o cada compañero que está herido. Hay que investigar de manera integral porque esto fue una acción planificada, coordinada desde los mandos del poder político, económico y desde las autoridades del gobierno central en contra de la población civil. El sistema judicial y la Fiscalía General del Estado no responden a los intereses del pueblo ecuatoriano.
¿A quién no le conviene mantener viva la memoria Octubre-2019? Recordemos que en ese momento el Gobierno se sostuvo gracias al PSC y también a CREO.
A quienes se beneficiaron de las políticas de Moreno; los que recibieron las condonaciones de más de 4.000 millones de dólares; los que recibieron beneficios para la salida de capitales; los grandes grupos económicos. Si realmente existiera independencia del sistema judicial en este país, seguramente se investigaría a los que estaban llamando a la rebelión institucional como el ex alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot. Pero cuando nosotros salimos a reivindicar el derecho a la resistencia, entonces somos criminalizados –por el Gobierno Nacional y las otras facciones- como terroristas o secuestradores.
Ahora, en cuanto a las reivindicaciones de Octubre, el detonante del estallido fue el decreto 883, que era de alguna manera el inicio de la aplicación de las medidas neoliberales, y debido a las movilizaciones se derogó. Durante el confinamiento más estricto, se aplicó toda la receta del Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Debería exigirse a los candidatos una auditoría de la deuda externa que se contrajo y los bonos internacionales que se pagaron mientras se recogían cadáveres en Guayaquil?
Es una agenda de control político: a partir de los créditos que muchos países necesitan, el FMI instrumentaliza mecanismos de control político. Moreno logró consolidar un acuerdo que beneficia a grandes grupos económicos del país y tienen un control del Ecuador desde este organización monetaria . Por otro lado, el levantamiento de Octubre pudo echar al tacho de la basura el decreto 883, que era el punto central, pero no se fue solo en contra de eso. Hay que recordar que antes de Octubre, ya había un descontento por la comercialización de la leche; los jubilados; los pensionistas; el tema minero en los territorios indígenas; el hidroeléctrico; entre otros. En el levantamiento de Octubre se logró bajar el decreto ejecutivo 883; pero durante los meses de mayor confinamiento por la pandemia, igual hemos seguido la agenda del FMI, a tal punto que tenemos la Ley de Apoyo Humanitario, con la que flexibilizaron los derechos de los trabajadores y reducción de los salarios. Se han burlado del pueblo ecuatoriano. Con el sistema de bandas abiertas en los combustibles, el valor del diésel se ha incrementado un 5% cada mes, ha subido 0,35 centavos de dólar en los últimos meses. Hay muchísimo descontento y eso es una bola de nieve.
Uno de los efectos interesantes de Octubre-2019 fue la recuperación del movimiento indígena como actor político: quedó a la vista su trabajo organizativo, su coherencia. Sin embargo, a la hora de elegir el candidato a la Presidencia de la República, se evidenciaron las discrepancias entre Pachakutik y la Conaie. ¿Cómo han resuelto este problema? ¿Cómo llegan al día de las elecciones?
Bueno, Octubre-2019 oxigenó la misma política, y muchos cuadros que han sido perpetuos llegaron a su final. Surgieron muchos nuevos actores, con mayor posibilidad de análisis histórico. El rol protagónico del movimiento indígena de Octubre es permanente, siempre vamos a estar dialécticamente construyendo este movimiento, respetando las características locales y territoriales. Para esta coyuntura electoral, nosotros hemos propuesto dos situaciones: 1) El levantamiento de Octubre no puede significar únicamente el escenario electoral, hay que cuidar de las luchas históricas; 2) Dijimos que “si vamos a las elecciones, vamos con el poder del pueblo, vamos con el poder de ese levantamiento de Octubre”. Sin embargo hay dirigentes que irrespetaron la democracia interna, comunitaria. Particularmente, estoy dedicado a sostener el movimiento indígena (la Conaie), que en este caso es el brazo derecho el Movimiento Pachakutik. Vamos a sostener la actividad electoral con esta reflexión, con este debate.
Nosotros hemos dicho: “Vamos a dejar pasar esta coyuntura”, pero después hay que revisar el accionar de ciertos de dirigentes que han llevado tesis que no responden a la lógica del movimiento indígena. Mi crítica: no podemos quedarnos en una ecología neoliberal, me asusta realmente cuando hay propuestas individualistas que favorecen al capitalismo verde; respetan a la naturaleza pero están relacionados con la misma matriz capitalista; el capitalismo está acabando con la humanidad, por eso nuestra lucha es anticapitalista y anticolonial. No queremos extractivismo, que quede absolutamente claro, no es que vamos a hacer consultas y empezamos a titubear. No. No necesitamos del FMI. Queremos una educación para los pueblos y nacionalidades, demandamos una sociedad intercultural y plurinacional, educación básica y universitaria. A todos los candidatos les decimos, demandamos absoluto respeto a nuestras estructuras organizativas, sociales y populares.
Demandamos la libertad de sindicalización y el respeto a los derechos laborales. Gane quien gane estas seguirán siendo nuestras plataformas. Es inaudito que en pleno siglo XXI, sigamos luchando por los derechos del siglo pasado y del siglo XIX. En el siglo pasado, se reconocía el derecho de la sindicalización, ahora nos lo quitan. La educación es un derecho y eso ya es conocido a escala mundial, no puede ser que aquí sigamos exigiendo el acceso a una educación gratuita y de calidad: ¿acaso las clases sociales que han liderado este país no se han actualizado? Son luchas ya superadas, pero vemos que tendremos que sostenerlas con las estructuras organizativas.
Permítame dos preguntas más. Una que no puedo dejar de hacerle: se le ha catalogado a usted, con perdón por usar este término, de “Felipillo”, junto al presidente de la Conaie, Jaime Vargas, por ciertos encuentros con el correísmo. ¿Qué opina al respecto?
Primero, yo quiero aclarar que no he tenido ningún encuentro planificado, para hablar u organizar lo que fuera. Hay organizaciones indígenas que están dando hablando a nombre del movimiento indígena ecuatoriano a nivel latinoamericano frente a otros actores políticos, entonces conscientemente dijimos: “Hay que disputar los sentidos y la vocería”. Fue por eso que aceptamos la invitación a la toma de posesión del hermano Presidente Bolivia, Luis Arce, que además fue una invitación del expresidente de ese país, Evo Morales. No fuimos los únicos, había otros actores políticos de todo el continente latinoamericano. Al hermano Evo, le advertimos de los límites del progresismo -se refiere al correísmo-, y que desde el movimiento indígena del Ecuador estamos dispuestos a consolidar una tendencia latinoamericana que piense y repiense una política anticapitalista, antineoliberal y anticolonialista. En Ecuador nos disputamos la vocería de la izquierda a escala internacional. En ese sentido, no puede ser que gente pensante se haya quedado en los límites de una fotografía: vuelvan a leer, por favor, ‘‘El espectáculo de la política’’, ahora todo es espectáculo; no puede ser que una fotografía acabe contradiciendo todo lo que hemos sostenido estos años, toda nuestra vida. Hemos dicho que debemos discutir sobre tesis profundas, que efectivamente podamos contrastar, no con chismes. Así no lograremos analizar a profundidad los problemas estructurales de la sociedad y de nuestras comunidades.
Leonidas, usted ha dicho que van a sostener las demandas que surgieron a partir de Octubre-2019. Está terminando un gobierno que habló de dialogar y lo hizo dando las espaldas. Quien gane las elecciones ¿cómo debería entender a la protesta social y el diálogo?
Primero. Nosotros estamos sosteniendo la propuesta producto del levantamiento de Octubre, que consta de 34 hojas. A los que andan haciendo propuestas neoliberales, les pido que lean desde la página 15 hasta la 24 donde está nuestro planteamiento de política económica para este país. El Ecuador no tiene ahora un problema fiscal, me dan miedo los candidatos que piensan que el problema es la crisis fiscal, no es un problema tributario, es un problema integral de la política económica ecuatoriana que está articulada a la crisis mundial; el problema es de la estructura económica, la macroeconomía y la microeconomía. Somos una economía dependiente: mientras no generemos condiciones de autonomía que sostengan a la economía de este país, seguiremos escuchando que van a traer a la banca transnacional, capitales internacionales. En el tema de la economía han quedado debiendo absolutamente todos.
Segundo. Debemos tener la humildad de sostenernos todos colectivamente y, sobre un instrumento histórico producto de un diálogo, consolidar una propuesta de país y sobre esa propuesta de país el gobierno que venga se debe sostener y respetar. A veces creen que el diálogo es únicamente cultural: el diálogo tiene una trama socioeconómica.
¿Por qué?
Si hay un problema que no han superado, la gente seguirá protestando. Aquí no hay que analizar la protesta, hay que analizar qué causas están llevando a que la gente se bote a las calles. Pero aquí se centran en analizar el efecto. Nosotros vamos a seguir sosteniendo el espíritu de la lucha, no podemos quedarnos callados ante tanto desempleo, mientras los grandes grupos económicos se beneficiaron de la amnistía tributaria y multiplicaron sus ganancias en plena pandemia. Tampoco podemos estar en silencio ante la crisis del sistema de salud pública y educativa, por la que miles de nuestros niños del campo no pueden acceder a las plataformas de educación virtuales; se ha dejado todo en las manos de los padres de familia. Hay jóvenes que no han podido ingresar a las universidades, no podemos quedar callados. No podemos quedarnos quietos frente a las amenazas de bajar el salario básico unificado. No podemos quedarnos callados frente a la precarización y la flexibilización laboral. La protesta social es la herramienta más legítima para la transformación de las condiciones reales en nuestra sociedad,
Tercero. El diálogo solo se habla entre iguales, no nos referimos a la igualdad jurídica, debemos ser iguales en condiciones reales de nuestra vida material, esas ilusiones de que somos iguales ante la ley no han garantizado en absoluto que podamos tener esta condición de igualdad como sociedad. Por eso decimos que solo entre iguales es posible aceptar la diferencia, en condiciones de desigualdad reina la indiferencia. Los pueblos estamos llamados a protestar para superar las condiciones de indiferencia y de desigualdad que genera la estructura de dominación capitalista. Quiero aprovechar para reconocer el aporte fundamental que hizo nuestro hermano aymara Felipe Quispe Huanca, que partió al más allá y quien decía que la única forma de poder superar todo este estadio de la sociedad es la movilización, en la movilización radica la fuerza.
Es inaudito que en pleno siglo XXI, sigamos luchando por los derechos del siglo pasado y del siglo XIX. En el siglo pasado, se reconocía el derecho de la sindicalización, ahora nos lo quitan. La educación es un derecho y eso ya es conocido a escala mundial, no puede ser que aquí sigamos exigiendo el acceso a una educación gratuita y de calidad: ¿acaso las clases sociales que han liderado este país no se han actualizado? Son luchas ya superadas, pero vemos que tendremos que sostenerlas con las estructuras organizativas.
–Leonidas Iza, presidente del MICC
Fotografía principal: Karen Toro / Tomada del Facebook de Primera Línea.
Fotografía ceremonia ancestral: Jonatan Rosas.
Edición: Gerard Coffey y Jorge Basilago.
La entrevista completa:
PREGUNTAS AL CANDIDAT@
Para Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena Campesino de Cotopaxi (MICC), Octubre de 2019 ha sido silenciado porque los candidatos no quieren reconocer el poder del pueblo, y pretenden convencernos de que las elecciones son el único camino para solucionar cualquier disputa en democracia.