Norman Wray, candidato presidencial por el Movimiento Ruptura 25, manifestó que el Informe Final de la Veeduría Internacional sobre la reestructuración de la justicia en el país, convalida la decisión del movimiento, adoptada el 28 enero del 2011, de romper los vínculos con el gobierno y oponerse al referendo impulsado por el Ejecutivo, que extralimitó sus funciones y posibilitó que “metiera la mano en la justicia”.
Para Wray, las falencias descritas en el informe, reproducen las viejas prácticas del pasado de politizar la justicia, lo que violenta el principio constitucional de la independencia de funciones y afecta gravemente la institucionalidad democrática del país.
Aspectos detallados en el documento, como “el de incluir, una entrevista con los miembros del Consejo de la Judicatura de Transición, al final del proceso de selección de los magistrados, cuando ya se conocían las calificaciones, determinando que los mejor puntuados queden fuera del proceso, constituye una clara evidencia de que en las decisiones no primó el interés de nacional”, puntualizó el candidato, al tiempo de añadir que las declaraciones del juez Baltasar Garzón son concluyentes, cuando asegura que la designación de los jueces, así como la independencia de la justicia son “un nudo crítico”.
Respecto a las observaciones formuladas por la veeduría internacional en torno a la falta de información, por parte del Consejo de Participación Ciudadana y el Consejo de la Judicatura, sobre el presupuesto ejecutado en infraestructura y la contratación de obras y adjudicaciones, Norman Wray manifestó que esto genera serias dudas sobre la transparencia en los procedimientos y se torna en una paradoja frente a la oferta presidencial de cambiar las prácticas de la partidocracia.
Tras asegurar que ante estos hechos, la ciudadanía se encuentra en completa indefensión, el candidato presidencial de Ruptura 25 expresó que su gobierno respetará y promoverá la autonomía e independencia de funciones; “no judicializaremos el ejercicio político, ni protegeremos a los «amigos» del régimen; apoyaremos la modernización del sector y la atención a los usuarios, sin interferir en las decisiones judiciales y menos aún instrumentalizarlas desde el poder”, concluyó Norman Wray.