En el transcurso de este mes de noviembre le pregunté a una empleada bancaria si conocía a un Asambleísta de oposición, me dijo que NO. Me refería a un Asambleísta de oposición que desde la legislatura ha realizado una importante labor en el ámbito de la fiscalización, la misma que le ha permitido estar en los medios de comunicación con cierta frecuencia; en seguida le hice una segunda pregunta, qué si conocía al Presidente Correa, me dijo que sí, a lo que le volví a preguntar ¿cómo lo conoce? Porque todos los días se lo ve en la televisión. No le hice más preguntas y me despedí.
Al salir del Banco me detuve y reflexioné unos segundos, si camino esta cuadra y realizo las mismas preguntas a los propietarios y empleados de cada establecimiento, seguramente me responderán lo mismo, que lo conocen al Presidente de la República y NO al Asambleísta de oposición, y lo mismo sucederá en todo el país.
Este hecho descrito a raíz de un par de preguntas, es resultado del manejo totalizador de la publicidad y de la comunicación gubernamental del Presidente de la República, quien hasta el 23 de febrero del 2014, que es la fecha de las nuevas elecciones, habrá socializado su imagen y su discurso político a través de la televisión, radio, prensa escrita y redes sociales durante 2.593 días, esto es, 7 años, 1 mes y 8 días. A esto hay que añadir el manejo de otros recursos sobre los que se basa el poder: el económico que se refiere a la posesión de los bienes, al ideológico que se seduce y amenaza a las masas y lo político que se apoya en el uso de la fuerza.
En este escenario, el régimen de Correa controla totalmente la ejecución del Presupuesto General del Estado del año 2013 que es de $ 32.366 millones; controla la producción de las ideas que se socializan a través de los medios de comunicación y de los centros educativos; controla el poder político del Estado que se ejerce a través de las funciones ejecutiva, legislativa, judicial, electoral, del control social y de la participación ciudadana; controla el poder de la fuerza (fuerzas armadas y la policía nacional) y los organismos de fiscalización, llámase superintendencias y otros organismos de control del Estado que administran justicia, el ámbito electoral y la ejecución presupuestaria. Por eso es que, hace pocos días el Presidente de la República lo dijo con tanta seguridad, volveremos a ganar la décima elección, lo dijo desde la tarima el 20 de noviembre de 2013, el día que acompañó a sus candidatos a la inscripción de sus listas tanto en Quito como en Guayaquil.
A esto también hay que añadir los recursos de movilización que maneja el Presidente de la República en sus desplazamientos diarios, los cuales, en menos de una hora le permiten desplazarse de una provincia a otra acompañado de un enorme séquito de funcionarios de gobierno y de seguridad, quienes así mismo se desplazan con modernos equipos de movilización, con viáticos, celulares, computadoras y ganado buenos sueldos.
Esta estructura de poder cuenta actualmente con dos aviones presidenciales: el LEGASY 600, de fabricación brasileña, valorado en $ 30.3 millones y el FALCON 7X, de fabricación francesa, valorado en $ 50 millones, más helicópteros y vehículos de transporte terrestre 4×4. Esto es algo inédito en la historia republicana del Ecuador.
Sobre la base del control de estos recursos institucionales, el Presidente de la República ha ganado nueve elecciones y se apresta a ganar una más; la última la ganó con 4.918.482 votos, esto es con el 42.12% de los empadronados, que en las elecciones del 17 de febrero del 2013 fueron de 11.675.441 electores, sin embargo, a pesar de esta diferencia, el gobierno obtuvo 108 asambleístas de los 137, esto es el 78.83%, cuando en términos equitativos debió ser por lo menos la mitad, es decir 69, pero no un número superior a las dos terceras partes de sus integrantes.
En estas condiciones, quién podría ganar una elección en cuarenta y cinco días, si el candidato de oposición apenas ha logrado salir del cascaron a la política, mientras que el Presidente de la República ha socializado su imagen y su discurso político durante 2.593 días ¿quién podría ganar una elección en cuarenta y cinco días, si el candidato de la oposición apenas se moviliza en un bus, en un taxi o en su vehículo particular, mientras que el Presidente de la República se moviliza con toda la parafernalia del poder? Esto es cualquier otra cosa menos democracia.
Además el régimen maneja la política con juez propio, la función electoral no tiene ninguna capacidad para manejar la política electoral de manera autónoma e independiente.
En estas condiciones, solo un extraterrestre podría ganar las elecciones en cuarenta y cinco días.
Esto hasido siempre con todos los gobiernos, el partido de Henry Llanes, la Izquierda Plutocrática tenía todos los poderes pero no aparecía porque nada hacía en favor del pueblo, que podían informar, los negociados petroleros, los leve en mano de nuestros recursos y sometimiento total a su amo del norte y los patrocinios y beneficios que les otorgaban a sus compiches los banqueros y financistas que manejaron el gobierno del hambreador borja al que combatí y denuncié con toda la fuerza en las calles, de que se quejan, se les acabó los beneficios y negociados sindicales en nuestro petróleo? de que se quejan si cuando pudieron hacer algo por nuestro pueblo, se festinaron y traicionaron a las grandes mayorías, ahora la gente no es pendeja, ve que este gobierno de la pequeña burguesìa que de revolucionarios no tienen nada pero que en obras han hecho lo que en 100 años se robaron los partidos de la vieja y nueva derecha, llevándose los recursos inmisericordemente, sometiendo a nuestro pueblo a las crisis más terribles a tal punto que ya no se podía sobrevivr, peor vivir, Yo pienso que ustedes están cosechando lo que sembraron y también lo que se aprovecharon; y también creo que nosotros los revolucionarios, los verdaderos socialistas tenemos parte de responsabilidad, de haber pecado de amplios y unitaristas, abriendo las puertas de nuestra organización y apoyando proyectos revisionistas que màs temprano que tarde se descubren como lobos con piel de cordero. Mea culpa en lo que hemos hecho o dejado de hacer, solo asì se puede reflexionar en el que hacer y dejar de lloriquear, este pueblo necesita urgente una organización política que retome la lucha y conducción social por sus intereses y la construcción de la Patria nueva, que sea fraterna, solidaria y socialista, no de nombre ni consigna sino en la acción y la construcción.
“Sobre la base del control de estos recursos institucionales, el Presidente de la República ha ganado nueve elecciones y se apresta a ganar una más…” dice el Sr. Llanes. Así de sencillo? O sea que cualquier otro Presidente de la República debía haber ganado las elecciones intermedias, verdad? Porque ellos también tenían todos los recursos institucionales (León, Sixto, Lucio)….No señor, las cosas no son así. El actual Presidente de la República ha ganado nueve elecciones consecutivas porque ha hecho cosas que ningún gobierno ha implementado. Y el pueblo ecuatoriano así lo ha visto, sentido, palpado. La mejor propaganda política es el cumplimiento de lo ofrecido. Esta es una verdad que no requiere de mucho análisis ni verdades científicas….
Este no será el mejor gobierno del mundo. Lo que sí sé es que es el mejor gobierno que el Ecuador ha tenido. Sé que Rafael Correa no es un Che ni que la Revolución Ciudadana es la revolución marxista que muchos anhelábamos, pero muchas aspiraciones que este pueblo tenía se han hecho realidad (carreteras, salud, educación, atención discapacitados) por poner pocos ejemplos. Son verdades que solo los que han caído en la oposición a ultranza, no quieren ver. Que falta mucho por hacer? Por supuesto!!! Y por eso el pueblo ecuatoriano le dará la décima victoria electoral, para que siga haciendo las obras que se requieren y que ningún gobierno, partido, o proyecto político fue capaz de hacer en el pasado.
Esta es la verdadera razón de los nueve triunfos electorales, no el “control de los recursos institucionales” como alegremente afirma el articulista.
Y para terminar, en este gobierno se podrán cometer errores, claro que si. Pero al final del día, la balanza aún se inclina (y con mucho) hacia el lado positivo, y eso es bueno para el país, para todos..
Todo lo que dice el señor Yánez es verdad. Y es deplorable. Como deplorable e incomprensible es que el señor Yánez, ex miembro de la Izquierda Democrática y ex drigente sindical -creo- petrolero, termine aliándose con la ultraderecha de CREO. Entonces, esa oposición nos hace pensar a la gente de izquierda que virajes de esa naturaleza no conducen a fortalecer un proyecto verdaderamente socialista. A no ser que el señor Yánez responda afirmando que él no tiene en mente ningún proyecto de esa naturaleza, lo cual es más factible, dada su alianza con banqueros. (léase chulqueros).