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BERGOGLIO VS VERBITSKY: RELACIÓN TENSA Y UNA NOTA QUE ANTICIPÓ QUE SERÍA PAPA

casi profético

El nuevo papa Jorge Bergoglio ha sido criticado en más de una ocasión por el periodista de Página 12 Horacio Verbitsky, que lo ha vinculado con la dictadura militar en la Argentina.

El Sol <www.elsolonline.com>

13 de Marzo de 2013

 

En una nota publicada en el año 2010, el periodista Horacio Verbitsky criticó seriamente el pasado del entonces cardenal Jorge Bergoglio. En esos días, el purpurado argentino acababa de publicar su libro “El Jesuita”, motivo por el cual el periodista reflotó sus antiguas críticas. “El ostensible propósito de ‘El Jesuita’, como se titula, es defender su desempeño como provincial de la Compañía de Jesús entre 1973 y 1979, manchado por las denuncias de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics de que los entregó a los militares”, reseña el escritor de Página 12.

Pero lo curioso de esta nota en especial, que no era ni la primera ni la última vez en la que Verbitsky salía al cruce del religioso, es que anticipaba todo lo que ha ocurrido en los últimos meses en el Vaticano.

“Cuando la publicación más importante de Alemania, Der Spiegel, se refiere al ‘papado fallido’ de su compatriota Joseph Ratzinger (el mismo término que la Inteligencia estadounidense aplica a los estados con vacío de poder en los que justifica su intervención), el primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, emprende una operación de lavado de imagen con la publicación de un libro autobiográfico”, dice el artículo. ‘El sacerdote Paolo Farinella escribió en la prestigiosa revista italiana de filosofía MicroMega, cuyo director Paolo Flores D’Arcais ha participado en debates públicos sobre filosofía con el papa, que Benedicto XVI debería pedir perdón a los creyentes afectados por la estrictez del celibato, por las condiciones en los seminarios y por los miles de casos de abusos de niños y decirles: ‘Me retiraré a un monasterio y pasaré el resto de mis días haciendo penitencia por mi fracaso como sacerdote y como papa’ “, anticipaba una revista casi tres años antes de que, finalmente, lo allí expresado se concretara. “La revista alemana menciona el antecedente de Celestino V, un papa del siglo XIII que renunció porque no se sintió capaz de cumplir con sus funciones”, agregó Verbitsky en su columna del 10 de abril del 2010.

“Por si algo de eso ocurre, Bergoglio necesita una foja de servicios pulida. Ante una pregunta acerca del papa ideal, el presidente de la Asociación Alemana de Juventudes Católicas, Dirk Tänzler, dijo a Der Spiegel que preferiría que haya trabajado en una parte pobre de Sudamérica o en otra región golpeada por la pobreza, ya que tendría una visión distinta del mundo. La compasión por la pobreza, compartida con la Sociedad Rural y la Asociación Empresaria AEA, es el nicho de oportunidad elegido por el Episcopado bajo la conducción de Bergoglio”, anticipaba el periodista en su texto.

Los cuestionamientos

En más de una oportunidad Verbitsky ha ligado el pasado de Bergoglio con pasajes oscuros de la última dictadura militar en Argentina.

“Los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics estuvieron secuestrados cinco meses a partir de mayo de 1976. En cambio nunca reaparecieron las cuatro catequistas y dos de sus esposos secuestrados dentro del mismo operativo. Entre ellos estaban Mónica Candelaria Mignone, hija del fundador del CELS, Emilio Mignone, y María Marta Vázquez Ocampo, de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Martha Ocampo de Vázquez”, describió.

“Emilio Mignone en su libro Iglesia y dictadura, editado en 1986, ejemplificó con su caso ‘la siniestra complicidad’ con los militares, que ‘se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados’. Según el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, durante una reunión con la Junta Militar en 1976 el entonces presidente de la Conferencia Episcopal y vicario castrense, Adolfo Servando Tortolo, acordó que antes de detener a un sacerdote las Fuerzas Armadas avisarían al obispo respectivo. Agrega Mignone que “en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos.

El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo [Juan Carlos] Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Sin duda, los militares habían advertido a ambos acerca de su supuesta peligrosidad’. Mignone se pregunta ‘qué dirá la historia de estos pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni rescatarlas'”, expuso en ese entonces el periodista Horacio Verbitsky.

“Bergoglio dice en su libro que nunca respondió la acusación ‘para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar’. No explica qué cambió ahora”, concluyó. 

 

Fuente: Página 12

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