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“En su propaganda, los dictadores de hoy confían principalmente en la repetición,
la supresión y la racionalización: la repetición de las consignas que desean
que sean aceptadas como verdades, la supresión de hechos
que desean que sean ignorados y el fomento y la racionalización
de las pasiones que puedan ser utilizadas en interés del Partido o del Estado”
Aldous Huxley
“La historia nos dará la razón, agregó el Mandatario y aseguró que con los recursos que se recaudarán “tenemos que vencer la pobreza, tenemos que construir hospitales, adecuadas escuelas, vivienda, energía, lograr que cada territorio tenga los servicios públicos indispensables.” El ciudadano 3-9-13
Bajo este argumento el correismo pretende justificar la explotación del Yasuní, creando ilusiones de que así va a acabar con la pobreza; algo que ni siquiera ha sucedido en Estados Unidos que tiene las más grandes infraestructuras del mundo. La infraestructura ni la tecnología per se no cambia nada. Es decir, la Derecha en todo el mundo occidental ha creído lo mismo, de que el problema era la falta de infraestructura (sociedad tecnomórfica y anoréxica). Presos de materialidad se han dedicado a hacer grandes “monumentos blancos” en EEUU, Europa y demás países eurocentristas, y no han acabado con la pobreza, por el contrario han vivido crisis permanentes en toda su existencia. Es decir, en un sistema enfermo -como es el capitalismo- seguirán habiendo nuevas enfermedades y más enfermos, lo que implica la necesidad de mas infraestructura, ese es el crecimiento ilimitado que no soluciona el asunto de fondo. Mientras más enfermos más hospitales. Algunos investigadores, como el psiquiatra Claudio Naranjo (Chile) o el psicólogo Jose Maria Fericla (España) que han estudiado a la gente de la amazonía –con poco contacto con la civilización- señalan que no encontraron ni una sola enfermedad psicológica en la población. (1) Pero sí, en aquellos con más o mucho contacto con el mundo eurocéntrico. Por lo tanto, a mayor desarrollismo mayor enfermedad, a más materialismo más desigualdad social, a más extractivismo más pobreza, en síntesis, a más capitalismo más crisis de todo tipo.
Entonces no se trata de construir un “capitalismo popular” para construir el socialismo del Buen Vivir (¿revolución por parches?) -como dicen los correistas-, sino de cambiar las relaciones y estructuras económicas-políticas-coloniales-antropocéntricas-epistémicas… De lo que hay que salir es de la riqueza expoliadora del primermundismo y del derroche del consumismo tecnocrático (ambos en crisis). Y los correistas dicen que estamos viviendo un pos-neoliberalismo, cuando lo que estamos viviendo es un “neoliberalismo estatal”. En el neoliberalismo -propiamente dicho- hubo la desmantelación del Estado para entregar los recursos al capital privado, ahora es la consolidación del Estado para entregar los recursos a ese mismo capital nacional y transnacional (concentración), y un poco más de migajas para los pobres.
Claro que ha disminuido la pobreza, pero cuánto ha aumentado la riqueza. Los pobres un poquito menos pobres, los ricos muchísimo más ricos. ¿Cuánto ha ganado la Banca en el Correismo? Hasta el 14%, algo que no sucede ni en EEUU. Mucho más de lo que ha ganado en los gobiernos de Derecha. ¿Redistribución de la riqueza? Tanto es así, que Correa les ha quitado un poco de sus inmensas ganancias para el “bono de la condena”, pero lo único que hace ese bono es sucumbir al pueblo a ser más dependiente, es decir, a ser pobres por siempre (mesianismo). Toda la plata del petróleo, el gobierno lo destina para pagar las obras (carreteras, hospitales, escuelas) y a la inmensa burocracia. ¿Quiénes hacen las obras? Los grupos monopólicos. ¿Qué hace con la plata la burocracia? Lo entrega a los centros comerciales. ¿A dónde ha ido a parar la plata? A los mismos grupos de siempre, los cuales están muy contentos con el correismo. No son ellos los que están en contra de Correa, son las otras Izquierdas. ¡Qué ironía¡ Esto ni siquiera es pos-neoliberalismo peor pos-capitalismo, pero estas Izquierdas siguen “jugando a la Derecha”.
Definitivamente estas Izquierdas no han aprendido de los fracasos del “socialismo real” y más bien ahora están perfeccionado el capitalismo de Izquierda del siglo XXI. Antes eran ateos ahora son “teo-socialistas de la liberación”, antes eran comunistas ahora son “consumistas de Estado”, antes eran anti-idealistas ahora son “paternalistas curuchupas”, antes eran anti-neoliberales ahora son “estatistas neoliberales”, antes eran pueblo oprimido hoy son el “Ilustrismo del siglo XXI” (meritocracia), antes eran las dos caras de la moneda ahora son la misma moneda en las dos caras: “Tanta riqueza sin explotar, ¿qué principio de izquierda es ése? Son infantilismos, son novelerías, de una seudoizquierda que busca mantener el conflicto, porque de eso vive. De eso lucra, de eso se beneficia”. (2)
La mayoría de las Izquierdas no salen de la “razón pura” y todo su discurso es intelectualizado, logista, instrumentalista, esencialista, por ende patriarcalista hasta los tuétanos. Han perdido todo lo matricial, por eso solo ven dinero, economía, producción, y no se dan cuenta del costo ambiental, cultural, étnico. Primero está el hombre y luego la naturaleza, dice Correa, y de qué va a vivir el hombre cuando se acabe la naturaleza. ¿Quién sostiene al hombre: la naturaleza o el hombre? Para la visión antropocéntrica el hombre es medida de todas las cosas (Kant), y para el correismo es lo mismo: “que somos mendigos en un saco de oro, eso no es ser ambientalista… eso es ser tontos” (RC, Agosto 29, 2013). Lo que gobierna el mundo es la miopía fundamentalista del materialismo, lo que les ha llevado a perder la visión total, inter-relacional, sensible, para quedar esclavos de la parte y del extremismo materialista. Las Izquierdas deberían escuchar a Leonardo Boff, cuando dice que la “visión holística y sistémica necesitamos hacerla hoy hegemónica en nuestra lectura de la realidad. En caso contrario, quedamos rehenes de visiones fragmentadas que pierden el horizonte del todo. En esta diligencia Jung es un interlocutor privilegiado, particularmente en el rescate de la razón sensible.” (3)
¿Cuál es la otra vía? Ni el privatismo ni el estatismo, sino el comunitarismo. El empoderamiento del pueblo organizado, para que él mismo en forma cooperativa, colectiva, asociativa, comunitaria, cree su propia escuela comunal, su hospital cooperativo, su mercado asociativo, etc., y así terminar con toda forma de dependencia estatal o privada. Ni el chorreo del Estado de “dictadura del proletariado” a través de la toma del poder o de la revolución por etapas, ni el Estado de “dictadura de las mayorías contra las minorías” a través de la democracia representativa, sino, la inter-gestión del pueblo productor y generador, que sustentable y equitativamente se gobierna a sí mismo a todo nivel. Esto no implica la desaparición del Estado ni de lo privado en la economía, sino que la participación es proporcional, siendo lo asociativo lo principal y mayoritario, secundariamente lo privado y al último lo estatal (regulador).
Pero no un “comunitarismo neoliberal” como el de Evo Morales, ni tampoco un “socialismo capitalista” de Correa, sino el ancestral y milenario Sumak Kawsay que está sostenido en el sistema de organización colectiva y no en el Estado centralizado (Izquierda) ni en el Gran Capital (Derecha). Es la comunidad la que sostiene a todo el sistema y no un Estado grande y obeso. Ello también implica acabar con el presidencialismo, expresión republicana del monarquismo eurocéntrico. Cómo es posible que un solo personaje maneje todo un país a su libre arbitrio. Tenemos que recuperar los “Consejos de Visiones”, desde las formas unicelulares (manzanas, barrios, comunidades, etc.) hasta llegar a lo regional y nacional, en cuya máxima instancia “mande obedeciendo“ el Gran Consejo de Sabios. El pueblo organizado decide desde abajo y monta en forma espiral, y no verticalmente descendiendo desde arriba, para que así de esta manera haya una verdadera democracia, o mejor dicho una profunda pluricracia o armonocracia. “El zapatismo parte de la cosmología Tojolabal para redefinir la democracia como “mandar obedeciendo” y su práctica institucional constituye los espacios comunitarios conocidos como los “caracoles”. Dichos conceptos son muy diferentes a aquellos de la democracia occidental en los cuales “aquellos que mandan no obedecen y los que obedecen no mandan” y en los que las prácticas institucionales se realizan a través de parlamentos y no asambleas nacionales.” (4)
No sé si estarán de acuerdo todas las Izquierdas, creo que ya alguna lo acepta, aunque no totalmente dentro de los arquetipos y categorías de la Cosmovisión o Conciencia Andina. El Sumakawsay tiene un recorrido de más de 10.000 años, no es un experimento nuevo ni una aventura de 6 años del Buen Vivir. De ahí que no hay que confundir Buen Vivir con Sumak Kawsay, pues por ahora no lo son, especialmente el Buen Vivir correista. Quizás con el tiempo lleguen a ser lo mismo, cuando las Izquierdas aprendan del fracaso del “socialismo real” y de todos los fracasos que han tenido en todo el mundo y salgan de la dicotomía eurocéntrica de Derecha e Izquierda y actúen en forma complementaria, armónica y vitalista. Cuando vuelvan a pensar como Heráclito y su “unión de opuestos”, y no como Aristóteles y su “lucha de contrarios”, que ha gobernado el mundo en estos últimos 2500 años con su fracaso civilizatorio total en sus múltiples expresiones de Derecha e Izquierda, Materialistas e Idealistas, Cartesianas y Positivistas, Liberales y Socialistas, etc. Ojalá la Izquierda entienda algún día que la lógica política civilizatoria está agotada y que la esperanza es el cuarto mundo, los guardianes de la madre tierra. “Si no rescatamos hoy la razón sensible, que es una dimensión esencial del alma, difícilmente nos movilizaremos para respetar la alteridad de los seres, amar a la Madre Tierra con todos sus ecosistemas y para vivir la compasión con los que sufren en la naturaleza y en la humanidad.” (3)
Quizás ahí dejarán de culparse mutuamente de “hacerle el juego a la Derecha”, para crear otro juego más allá de la diastasis colonialista y continuar tejiendo el Sistema Tetrádico Andino (Tawantin) que acabó totalmente con la pobreza, hecho reconocido por los mismos cronistas. Es decir, cuando piensen y actúen como andinos, y no como desterrados de occidente en los Andes, como se sienten desde hace 480 años. ¡Ya es suficiente 5 siglos!.
“El drama del ser humano actual es haber perdido la capacidad de vivir un sentimiento de pertenencia, cosa que las religiones han garantizado siempre. Lo que se opone a la religión no es el ateísmo o la negación de la divinidad. Lo que se opone es la incapacidad de ligarse y religarse con todas las cosas. Hoy las personas están desenraizadas, desconectadas de la Tierra y del ánima, que es la expresión de la sensibilidad y de la espiritualidad.” (3)
(1) http://www.youtube.com/watch?v=Qc8O2Z06LUg
(2) Rafael Correa, Punto Final, 25-05-12
(3) Leonardo Boff, El rescate necesario de la sensibilidad ecológico-social, 08/09/2013
(4) Ramón Grosfoguel, “La descolonización de la economía política y los estudios poscoloniales”, Tabula Rasa N 4, Bogotá, enero-junio 2006
Movimiento Alter-nativo Vitalista
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Excelente, gracias por compartir.