Pepe Mujica
Desde la sociología, la antropología o el psicoanálisis, el estudio de la dominación puede ser abordable solo observando al Estado. Como super estructura de poder y por su naturaleza jurídica, espiritual y humana, del Estado emana todo ejercicio de subordinación con jerarquía autoritaria. Dios, Estado, poder, padre, represor, reproducen todos los episodios de sometimiento. La estructura política naturalizada en el subconsciente individual y colectivo, recrea vínculos como relaciones móviles discretas que llegan a la intimidad de la vida cotidiana. La esencia está en la vigilancia y el castigo, y en el contenido de las relaciones humanas como intento de dirigir la conducta del otro. Ideología pura de subordinación y sometimiento, jerarquía que teje o moldea las conductas, El estado es contrario a la libertad.
Gobernar al Otro, fundamento de los dominadores (económicos políticos o sádicos). En contraste, los seres libres prescinden de relaciones de gobernabilidad en la sociedad y en el cuerpo, apartándose de sus desigualdades opresivas. Los gobiernos de la política, la economía, la cultura o la piel son maldades abominables que nacen de la obediencia debida en madre de todas las sumisiones, porque la obediencia civil, será el credo de variados catecismos estatales. Reproducidos en el matrimonio o en las relaciones de producción, el esquema de dominantes y dominados se repite.
Así las cosas no queda más salida hasta la libertad común (¡comunista¡) que luchar por la democracia real y radical para la sociedad y la vida cotidiana… algo se gana con el buen gobierno, el trato gentil y la cortesía en el amor.
La dominación siempre será probabilidad de encontrar obediencia frente a mandatos específicos o generales. En la estructura capitalista, la burguesía incorporó paulatinamente la negociación como eje de relaciones obedientes y encubrió bajo la forma de negociación convenida el formato de dominación económica. También logró establecer una falsa dicotomía entre la naturaleza política y la naturaleza económica, pudiendo encontrarse relaciones incruentas en el mundo laboral con democracia política funcional o democracia política in cruenta con democracia laboral funcional. La dominación carismática de la burguesía moderna ha sido posible porque los mecanismos de mercado y bolsa en su modernidad han invisibilizado la imagen del burgués despótico, y con las ciencias de la administración y la psicología industrial se apartan de la recomendación autoritaria. Pero no significa que el capitalismo se haya humanizado, su vocación de guerra y dominación sigue intacta.
Pero el Estado, capitalista o socialista, aun en sus poses más democráticas, necesita de un pelotón de ordenadores, uno más jefe que otro, que materialice el ejercicio de poder, el despotismo de los burócratas se evidencia en la vida en todas las formas de coerción, violencia y autoritarismo. ¿Porque habremos de creer que un burócrata déspota es preferible a un burgués? Los que aplauden la recuperación del estado deben tener mucho cuidado en el análisis al respecto.
El burócrata lo definimos no como el pequeño soldado o una tierna maestra de escuela, el burócrata es el sujeto sembrado en “libre remoción” que ejerce poder político y piramidal contra otros seres humanos, imposibles de ser semejantes. Al representar el (al) poder político, es propenso a impartir criterios de orden o disciplina con brutalidad máxima, a mistificar su rol como “histórico” y a disponer de la temporo-espacialidad del entorno con un sentido de pertenencia perruna. Toda su imagen da para gendarme en traje de burgués. Si en algún momento se habló de lumpen burguesía ahora habrá que identificar a la lumpen burocracia porque hay que decirlo, el poder es también una seducción persistente hacia la corrupción.
La experiencia histórica: fascistas, estatistas y socialdemócratas ha demostrado que el fortalecimiento del Estado se ha realizado en detrimento de la sociedad civil. Todos los estados fuertes fueron inversamente proporcionales a la autonomía de los ciudadanos. Los revolucionarios en su esquema de lucha contra el poder y la dominación terminaron creando y creyendo en la necesidad del poder, asimilando inherentemente las ansias de dominación. El revolucionario que deja a un lado la guerra contra el poder para poder asentar su presencia seguirá haciendo la guerra en defensa del estado.
Los revolucionarios que aman el poder, y lo logran, se hacen burócratas arropados bajo la tranquilidad del Estado y son la mejor expresión de la renovación conservadora. La traición por comodidad los hace reaccionarios, son generalmente autoritarios macabros y viven como burgueses con plata ajena.
Si la izquierda pro-estatal olvida que el revolucionario es quien lucha contra el poder aun en el poder, y si construye escuelas de formación de burócratas, el asunto es que perdió su perspectiva histórica. El comunismo libertario y el marxismo revolucionario nos hablan de otra cosa, de la justica y la libertad, de la supresión de todas las formas de explotación y de dominio.
Interesante articulo.
La burocracia es ineludible y necesaria para cualquier tipo de estado. Se mueve en la ambigüedad y en la contradicción, porque quiera o no se necesita un cuerpo organizativo no privado que ordene a la sociedad. Hobbes es ejemplar en caracterizarlo: el hombre, lobo del hombre. Por ello existen miles de debates en torno al Estado de derecho con su ley y el Estado de la naturaleza.
La crisis neo-liberal muestra que el Estado es vital para regular por ejemplo al sistema financiero, que es lo que poco a poco va realizando en los paises de Europa, USA y China, Japon.
Tambien tiene una relación de dominantes a dominados. Y es que los dominados tienen tambien un poder y un control hacia el Estado, el que domina.
Esto es polémico, porque se introduce otros elementos como son; la ideologia, los valores basicos de la revolución francesa.
También que una cosa es el paradigma y otra la concrecion del mismo en la realidad que es en donde las cuentas se aclaran.
Le invito a que mi libro: http://www.planificacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2014/06/Los-Constructores-del-Estado-Nacional.pdf
Necesitamos urgentemente pensar con nuevas teorías para el análisis de la realidad, del fenómeno social.