Abril 05 de 2017
El pasado viernes 31 de marzo el pequeño país ubicado al sur de América Latina subió al número 1 en el trending topic de internet, la noticia: manifestantes prendieron fuego al edificio del Congreso Nacional.
Los hechos acontecieron luego de una semana políticamente agitada en la cual un grupo de 25 senadores de un total de 45, destituyeron al presidente del Senado, Roberto Acevedo del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y ungieron como nuevo Presidente al oficialista cartista y vicepresidente segundo de la cámara de senadores Julio César Velázquez del Partido Colorado.
El grupo de los 25 senadores que asestaron un golpe al Senado, estuvo conformado por oficialistas seguidores del presidente Horacio Cartes, un sector de los senadores del PLRA y los senadores del izquierdista Frente Guasu[1] (FG), del ex presidente y hoy senador Fernando Lugo.
La intención de los 25 era allanar la vía para la reelección presidencial vía enmienda constitucional, reelección expresamente prohibida en la Constitución Nacional de 1992. Con la destitución del titular del Senado, quien retuvo por cuestiones de formas y tiempos un proyecto de enmienda que ya había sido estudiado y rechazado el año pasado y que no podía volver a estudiarse en menos de un año por reglamento interno, se pretendía dar un tratamiento rápido y aprobarlo lo antes posible.
Esto sucedió el martes de la semana pasada en una sesión de los 25, quienes se reunieron en la oficina de la bancada del Frente Guasu en vez de hacerlo en la sala de sesiones habitual. En la misma, también se modificó el Reglamento Interno de la Cámara Alta estableciéndose que el presidente del Senado no podrá retener una propuesta, y que la mayoría de 23 senadores será suficiente para que el pleno se constituya en comisión y emita un dictamen sobre un proyecto.
A partir de este momento se erigió en Paraguay un “Senado paralelo” que no asistió a la reunión ordinaria de los días jueves y sí se reunió en la tarde del día viernes 31 de marzo para tratar el polémico proyecto de enmienda, el cual fue aprobado rápidamente y pasado a la Cámara de Diputados para su aprobación ya que ahí la bancada Cartista cuenta con mayoría, para posteriormente ser remitido al Poder Ejecutivo, pasos que se necesitan para su aprobación.
La coyuntura
Entender lo que sucedió en Paraguay se hace difícil sin comprender la coyuntura política actual en el país donde el fraccionamiento político es una constante en todos los grupos políticos; así, en el oficialista Partido Colorado, un sector apoya los intereses de Horacio Cartes de ser reelecto y otro sector identificado con el pasado dictatorial estronista no, debido a su interés de presentar otro candidato para las elecciones del 2018.
La misma fractura ocurre en el mayor partido de oposición, el PLRA, en el cual existen también idénticas facciones lideradas por el senador Blas Llano (pro enmienda) y el presidente del partido y candidato a la presidencia en el 2018 Efraín Alegre (anti enmienda), al igual que en la izquierda donde el Frente Guasu persigue la reelección de Fernando Lugo como presidente sustentado en la hipótesis que Lugo es el único que le puede hacer frente a Cartes en unas elecciones, basado esto en recientes encuestas, mientras que los también izquierdistas movimiento Avanza País y Partido Democrático Popular (PDP) se encuentran en contra de la re-elección y por lo tanto de la enmienda.
Además de esta fractura en todos los sectores políticos, lo singular de la coyuntura paraguaya radica que en junio de 2012 Fernando Lugo siendo Presidente recibió un golpe parlamentario de parte de los sectores con los cuales hoy se encuentra aliado en busca de la re-elección (Cartistas y grupos Liberales), y los que hoy defienden una postura antigolpista, colorados del ala estronista, senadores del PDP y liberales seguidores de Efraín Alegre actuaron como grupos fácticos.
Los medios y las calles
La discusión sobre la re-elección lleva mucho tiempo en Paraguay, por lo menos tres años desde que Lugo insistiera en su decisión de volver a candidatizarse pasando por sobre la norma constitucional que expresamente dice: “El Presidente de la República y el Vicepresidente durarán cinco años improrrogables en el ejercicio de sus funciones, a contar desde el quince de agosto siguiente a las elecciones. No podrán ser reelectos en ningún caso”[2]. El espíritu de este artículo de la Constitución Paraguaya proclamada en 1992 busca evitar el pasado autoritario donde un general de nombre Alfredo Stroessner gobernó 35 años de forma continua siendo re-electo sucesivamente de 1954 a 1989.
Por su parte, los medios empresariales de comunicación desde un primer momento se mostraron adversos a la posibilidad re-eleccionista tanto de Lugo como de Cartes, esto no sucedió por cuestiones éticas de los medios, sino porque su dueños se veían amenazados por el crecimiento económico del ya multimillonario presidente Cartes quien a su más de una docena de empresas sumó la compra de varios medios, por lo cual los mass medias actúan y actuaron directamente en contra de las intenciones reeleccionistas de ambos candidatos llamando a las calles a los ciudadanos para manifestarse en contra del atropello a la Constitución y al Senado.
El viernes 31 de marzo fue el punto culminante de este conflicto de intereses, cuando el “senado paralelo” llevó a cabo la aprobación del proyecto de enmienda y la ciudadanía se congregó frente al Congreso Nacional y tras burlar los cordones policiales alrededor de las 19:30 horas logró ingresar a la sede del Congreso para realizar actos vandálicos en su interior como la extracción de documentos varios, muebles, computadoras y la posterior incineración de la parte baja del edificio.
“¡Qué desesperadamente harta debe estar una sociedad para provocar la terrible violencia desatada anoche! Como si la atmósfera hubiera estado tan cargada de presión y sofoco que necesitara explotar en una tormenta destructiva, feroz y trágica. El hecho de quemar el recinto donde se ejerce la delegación del poder público, tiene un significado radicalmente feroz: la propia sociedad ataca con furia y casi termina de destruir la escena de su propia representación. Tan inútil la ve; tan dañina, tan podrida…” manifestaba en su cuenta de Facebook el connotado intelectual paraguayo Ticio Escobar.
La jornada de manifestaciones continuó durante toda la noche en el microcentro de la capital paraguaya con enfrentamientos entre policías y jóvenes saldándose con más de 200 detenidos, atropellos a lugares nocturnos, denuncias de torturas y un muerto en el local del PLRA donde la policía ingresó, sin orden judicial alguna, disparando balines de plomo asesinando a un dirigente juvenil de la agrupación política.
Al cierre de este artículo
Ambos bandos se increparon la responsabilidad de lo acontecido, el presidente Cartes llamó a todos los partidos a un diálogo mediado por un representante de la Conferencia Episcopal; presidentes del PLRA y del PDP pidieron la intervención de la OEA y anunciaron que impulsarán un juicio político contra el Presidente (para lo cual todavía no cuentan con los votos necesarios); el senado presidido por Robert Acevedo intentó reunirse pero quedó sin quórum por la ausencia de los 25 senadores del “senado paralelo”; asimismo ni el Cartismo ni el Luguismo expresaron ninguna intención de retirar el proyecto, lo cual podría destrabar la crisis.
No hay que olvidar que en la historia el incendio del Parlamento Alemán en 1933 sirvió para el endurecimiento del régimen Nazi con el cercenamiento de libertades públicas. De continuar con el proyecto en cuestión es posible que el gobierno de Cartes refuerce la represión en las calles e imponga la enmienda a cualquier coste.
Sin lugar a dudas Paraguay es el país con la institucionalidad más frágil de la región latinoamericana.
*Licenciado en Ciencias Sociales, escritor y comunicador paraguayo.
[1] Guasu: Grande en idioma guaraní. El Frente Guasu fue la alianza de varios movimientos y partidos políticos de izquierda que en 2008 llevó a la presidencia a Fernando Lugo desplazando del poder luego de 60 años al Partido Colorado y que luego del golpe parlamentario de 2012 se atomizó.
[2] Artículo 229 de la Constitución Nacional de Paraguay de 1992.