“Es preciso que el educador y el político sean capaces de conocer las condiciones estructurales en que el pensamiento y el lenguaje del pueblo se constituyen dialécticamente”
P. Freire
La mayor inversión en educción no genera cambios estructurales y la reforma no produce entusiasmo o credibilidad social porque el mundo docente no asimila o empodera el sentido de un proyecto que nace en decisiones que le son ajenas cuyo espíritu conservador esta fuera de sus sentires revolucionarios. El nutrido acumulado histórico, teórico- metodológico, no es considerado por los autores del diseño actual. Se promueve una invención-innovación que rebota en prácticas neopositivistas, replica de escuelas capitalistas con enfoque occidental básicamente norteamericano u oriental coreano-japonés muy redundantes en circunloquios ideológicos que toman los conceptos de competitividad, meritocracia, superación individual como ejes formativos y, a pesar de que mucho se habla de investigación, por lo menos en pedagogía son una reinvención de espalda a la investigación (Hammer 2007) o son argumentos clamorosos de la necesidad social primaria con respuestas eminentemente políticas.
La educación que podría no ser una disciplina basada en evidencias científicas dado su alto grado de variabilidad y limitación para construir categorías únicas, empataría su plena identidad con la filosofía y el ensayo empírico (Hargreaves, 2006) pero con bibliografía teórica o con antecedentes en la praxis, la pedagogía tiene que elaborarse como epistemología holística y universal del pensamiento, fuera de la presión de una superestructura que quiere gobernar la subjetividad. La tabula rasa no existe sino como ensueño torpe y espeso del poder y su voluntarismo. La pedagogía nacional no surge con los inventores recientes que sentencian el fin del debate y ponen énfasis en asuntos de forma más que de esencia, que anulan toda interlocución dialéctica y mayéutica para luego perseguir disidencias. El pensamiento crítico que quiere ser mutilado da paso al pensamiento educativo oficial. Verbigracia; la versión vertical de la calidad educacional, no admite contradicción alguna ni ensayos alternativos. Así la situación, sin discurso técnico en pedagogía da como resultado la afectación hasta de las mismas intencionalidades del proceso.
Una realidad que apena: La educación nacional está fracasando y su proyecto de calidad se cuestiona en dramas humanos, las conclusiones previas son relevantes: bullying en las escuelas, maltrato pedagógico, drogas, individualismo bancario. Se confunde calidad con cantidad, calidad con lujo, no se avizora en lo más mínimo un proyecto ideológico educador que aunque mistificante desplazaría los mecanismos ideológicos dominantes, burdos y abusivos manejados sin ganas de educar, con manipulaciones que surgen desde planos publicitarios, pretendiendo el condicionamiento de la consciencia colectiva.
Pero además, la reinvención coyuntural del proceso, no tiene marco teórico, no parte de evidencias disponibles en la realidad endógena o internacional y sin base teórica o sin recursos para articular un lenguaje pedagógico se promueve también la cero oposición, que desciende hasta la eliminación del ensayo practico de escuelas filosóficas ya reconocidas en el inventario pedagógico universal. Hasta en los Estados Unidos, cuna y sepultura del neopositivismo pedagógico se valora el tema de la transformación a partir de ejes conceptuales. Por ejemplo, el Plan Estratégico del Departamento de Educación para los años 2002-2007, establece que la educación opera en gran medida sobre la base de la ideología y el consenso profesional…”Nosotros cambiaremos la educación para hacerla un campo basado en evidencias” (US Department of Education) 2002:50) La realidad obliga a los pragmáticos docentes y metodólogos de esta educación a repensar el proyecto educativo desde las evidencias precedentes y actuales.
El positivismo norteamericano en el modelo IDDA: Investigación-Desarrollo -Difusión-Adopción ( Havelo ; House, ) expone el cambio educativo mediante la elaboración y difusión de materiales ejemplares, pero la aplicación masiva del modelo tiene fracasos pese a los ingentes recursos invertidos por las “adopciones” de innovaciones que desconsideran el aporte de lo histórico universal y de lo histórico cultural (Vygotsky) con una limitada y pre juiciosa conducta digna de la guerra fría que excluye a pedagogos marxistas y neo marxistas en su versión de las ciencias de la educación y que terminan resolviendo mentalmente el conflicto educativo, solo y a partir del ensayo innovador.
En América Latina, Cuba y su sistema de educación son ejemplo paradigmático, sin embargo los educadores cubanos diversifican ahora su oferta formativa en forma plural acorde con los tiempos, abriendo la convocatoria a autores y experiencias educativas. El Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, de Cuba, antes más centrado en la evaluación que en la investigación ya promueve significativamente cambios expresados en ofertas de calidad con medidas graduadas desde un liderazgo que evita correr los riesgos del positivismo educativo (Fidel Castro 2004). En Cuba para la formación integral de los niños y niñas se suman a los tradicionales aspectos de solidaridad y protección, interesantes capítulos antes olvidados que llegan desde otras fuentes y así, la pedagogía cubana se abre a los constructos universales y múltiples de teóricos, filósofos y metodólogos de la educación. Una pluralidad plausible.
APORTES Y EXPERIENCIAS PEDAGOGICAS. TRES ENFOQUES OLVIDADOS
Los años sesenta y setenta fueron décadas de encuentro con lecturas y aprendizajes de la oferta marxista y filo marxista, se recogió de Europa lo mejor y a la par se creó la dimensión propia. La región pasó a ser conocida como la autora del optimismo pedagógico, la nueva escuela latinoamericana pensaba que con conocimientos, recursos mínimos, formación política en el nivel de la escuela y con reforma profunda del sistema educativo, se podría conseguir que la educación desempeñara un importante papel en la redistribución social. Paulo Freire será intenso, a la hora de construir una filosofía y pedagogía del oprimido, sus reflexiones, su praxis pedagógica y su labor política reconocen la educación en acción directa ser precursora de la emancipación social o creación de una Pedagogía de la Liberación. Freire sostiene que el diálogo y la comunicación son la vía suficiente de la liberación. Aquellas sociedades donde el consenso resulta imposible por la vía de la acción comunicativa y los acuerdos son impuestos por la fuerza, parece necesario plantear una estrategia de conservación de la comunidad real de comunicación y adoptar formas de organización política de los sectores populares, de los oprimidos (Paulo Freire).
Poca extensión tendrá en América Latina el pensamiento del marxista francés Celestin Freinet con sus Técnicas de Educación Popular, pero muchos rasgos de su propuesta contribuirán a la formación política, el desarrollo de la conciencia en el aula y la comunidad. Su ponencia; que los niños aprendan haciendo y hagan pensando. La escuela que propugna es una escuela para el pueblo, con intereses populares, con una democracia interna y una cultura democrática y participativa, sin imposiciones externas y sin domesticación. “toda pedagogía que no parte del educando es un fracaso, para él y para sus necesidades y sus aplicaciones más íntimas”. (Freinet). El conocimiento es la acción, la experiencia, resultado del ejercicio. La nueva pedagogía procurará que el niño desarrolle actividades productivas y formativas. La educación por el trabajo será una educación-juego a la altura de las necesidades e intereses del niño, si el trabajo-juego no puede realizar debe ser sustituido por el juego-trabajo. El proceso de aprendizaje se basa en la observación, experimentación, acción y no en la razón como lo hace la pedagogía tradicional. El papel del maestro es anti autoritario, colaborando con el alumno en la búsqueda del conocimiento. Freinet abona el terreno de una pedagogía que camina entre la razón y el corazón sin notas de obediencia. Toda una propuesta de educación popular de esencia tanto intelectual como política.
Ivan Ilich arremete contra la institucionalización educativa y ensaya formas diversas de acción en pedagogía social. Para Iván Ilich la educación universal por medio de la escolarización no es factible. No sería más factible si se la intentara mediante instituciones alternativas construidas según el estilo de las escuelas actuales. Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de nuevas herramientas y métodos físicos o mentales en el aula ni, finalmente, el intento de ampliar la responsabilidad del pedagogo hasta que englobe las vidas completas de sus alumnos, darán por resultado la educación universal. La búsqueda de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antípoda institucional: rumbos más educacionales que aumenten la oportunidad para cada momento de su vida en un momento de aprendizaje. Ilich desde un prisma maximalista advierte los riesgos de la institucionalización por el uso indiscreto de estructuras, superestructuras institucionales mayores y peores que surgen del estado.
Otros autores y otras practicas aportaran en la dialéctica de la resistencia latinoamericana, pero la creatividad nunca dio tregua ni a las dictaduras ni a las democracias liberales y siempre la educación se situará como elemento fundacional de proposición de lo alternativo ( Lia Pinheiro Barbosa 2011) lo Pedagógico se recreara como espacio germen de “hegemonía alternativa” articulando el carácter político de la crítica social y edificando la noción de Poder Popular.
EN EL CONTEXTO ECUATORIANO ACTUAL
La discusión pedagógica no es tema que preocupe a la clase política y la pobreza conceptual no logra que la preocupación sea ciudadana. La pedagogía retrocede y la didáctica se pone de pie. El discurso didáctico insiste en enseñar y no en aprender, la prisa de enseñar los logros del estado dan la percepción profesoral del poder y la ciudadanía asume la pasiva condición de alumnado. el entorno precedente era propicio y corresponsable, el deterioro del pensamiento pedagógico fue sistemático en todo el pasado, el sindicato de maestros con prácticas muy gremialistas perdió espacio en la construcción y sostenimiento del debate pedagógico, todo esto fue aprovechado como caldo de cultivo para que la propuesta -impuesta del estado configure desde la noción de meritocracia un neopositivismo ilegible que pone a la educación en relación íntima con el mercado con una obsesión de desarrollo utilitario.
Hoy, las prácticas pedagógicas utilizadas nos demuestran de manera cuantificable los efectos que tiene en el aprendizaje de los niños. La calidad se cuestiona en forma y esencia, llamar calidad a la cantidad atiborrada de contenidos acríticos, efectos de una transición tras dérmica y vertical es una concepción de muy mala calidad, la política de inversión centrada en mega construcciones (escuelas del milenio) no cubren las necesidades sociales y generan nuevas exclusiones (solo el 1% de los niños pobres acceden a ellas). Ya no es ni materia de debate el poner énfasis en diseños educativos diversos o en determinar cuáles son las prácticas y programas educativos efectivos tanto como necesarios. La oferta es más instrumental que nunca y la investigación científica para educadores y jóvenes abomina de la filosofía y su relación epistemológica con las ciencias, tanto como se rinde culto a la mecánica, que reivindica la percepción de calidad “técnica” desde ejes controlados panópticamente impidiendo la puesta en escena de la experiencia acumulada. Pero asombrosamente se respeta y no son observadas, las grandes corporaciones educativas privadas y la educación escolástica religiosa
Es cuestión de fondo: cuando el mundo necesita una educación de la cotidianidad una aproximación a lo íntimo, sale la imagen del milenio que evade lo personalizado para validar lo masivo, donde se funden todos los síndromes de ausencia. Cuando la infancia grita desgarradoramente por afectos, el poder pregona la escuela de los efectos. La educación que se debe a la diversidad, hoy se expone a la egida de la uniformidad (bachilleratos unificados). La búsqueda de descentralización necesaria sobre todo en educación, es absorbida por la comprensión centralista.
Los niños y jóvenes ya no son para el estado actores sociales o interlocutores validos porque son aprendices y son cualificados solo si replican el abecedario oficial. La rebeldía que era siempre un insumo y un valor pedagógico de primer orden, es hoy demonizado en la práctica mas aberrante anti pedagógica que arma tribunales de conducta e instala kafkianos procesos de terror contra a la juventud.
El esquema oficial retorna a prácticas pedagógicas ya en desuso, la rigidez horaria, los contenidos direccionados e inmutables, la disciplina vertical, el respeto a la autoridad, la exaltación del trabajo individual a expensas de la creación colectiva. Todo se afirma en la búsqueda del merito y la competitividad donde ya están saliendo lastimados niños y jóvenes que empiezan a sentir la necesidad del éxito y la búsqueda de excelencia como norte de realización
En un mundo saturado de información se retorna a la vieja predica de formarse para ser alguien en la vida. El estado actúa como el gran maestro que no reconoce que la escuela perdió el monopolio del saber: presiona muy tradicionalmente por una educación transmisciva además de uniforme. Ya no es posible instalar el concepto de P Freire nadie educa a nadie pero nadie se educa solo o la Freinet educar no es educar sino crear condiciones de aprendizaje. Hoy se tiene que aprender. Abundan contendidos embutidos en largas jornadas de educación formal ¡como si no existiera en la vida social y comunitaria cosas más educativas que ir a la escuela ¡
La evidencia primera pide en este mundo insoportable seleccionar métodos con objetivos humanizados por ello formativos. Acortar tiempos, menos recursos rimbombantes para mejorar la equidad y pensar de nuevo en el encuentro, en la escuela del barrio, en la construcción del espacio vivencial y fraterno menos institucional y mas dialógico. Una pedagogía de la escuela que escucha
Bibliografía
Celestin Freinet Técnicas Freinet de la Escuela Moderna. Ed. Siglo XXI. México, 1976.
Celestin Freinet La escuela moderna francesa. Una pedagogía moderna de sentido común. 1996
Celestin Freinet Las invariantes pedagógicas. Ed. Morata, (2ª Edición), 1996.
Hammer Emmanuel la historia del currículo 2006
Hargreaves, (Charles) Roger». Dictionary of National Biography
Ilich Iván La sociedad desescolarizada (1971)
Ivan Ivic lev semionovich vygotsky
Uno de los aspectos clave a ser considerado en la educación es que debe estar orientada al encuentro de la y el estudiante con su innato particular potencial, ser feliz en su vida, aportar en positivo a la sociedad, etc.
Para ello, el sistema educativo ha de utilizar los dos lóbulos cerebrales y, aparte de las tradicionales materias para adquirir la profesión, el sistema habrá de considerar la enseñanza de validar a su consciencia, estar en paz consigo mismo, superar los miedos, los prejuicios, el egoísmo, contar con el pensamiento crítico, sobre que todo es energía, que en el fondo formamos unidad, el respeto a la vida, en base a los pensamientos y actitud ante la vida nos forjamos nuestro propio cielo o infierno -de ahí la importancia del pensamiento positivo-, lo que se da se recibe ampliado, la determinante incidencia en uno u otro sentido del buen o maltrato psicológico, los pensamientos tienen la capacidad de enfermar o curar, etc.
Elementos que despiertan al universo de posibilidades reales, despejan el camino hacia la sabiduría, al ser humano le ahorra décadas de tiempo para adquirirlos y de hecho, aportaría consistente en la consecución de un mundo mejor, razón de ser de la educación, en comunión con la evolución y tal vez, hasta de misma estadía en este maravilloso planeta.