LA OBEDIENCIA DEBIDA Y LA LIBERTAD DE CONCIENCIA
Tomas Rodríguez león
“Los comunistas tienen que preguntar el porqué de todas las cosas y valerse de su propio juicio para examinar cuidadosamente si corresponden a la realidad y si están bien fundadas; no deben en absoluto seguir ciegamente a otros ni preconizar la obediencia servil”.
Mao Tse Tung
“Mi obediencia me hace participar del poder que reverencio, y por ello me siento fuerte. N o puedo cometer errores, pues ese poder decide por mí no puedo estar solo, porque él me vigila no puedo cometer pecados, porque él no me permite hacerlo”
Erick Fromm
La obediencia, acto de sumisión ante las jerarquías del poder, a nadie hace feliz, los obedientes son la esperanza pérdida de la libertad. Al ser ejercicio de dominio, los poderes se ensañan con perversidad contra los desobedientes, concretan así la forma abstracta de su visión subjetiva de lealtad. Incapaces los autoritarios de entender que la conciencia es el eje del deber, olvidan el valor de los principios y asimilan el pueril criterio de fidelidad perruna como lealtad. Extraña y lejana comprensión de la autentica lealtad; humana y libertaria.
El azote del poder institucional encuentra en la obediencia la razón de ser del SER, por ello el estado, la fábrica, la escuela, el hospital, la milicia y la cárcel son escenarios de ejercicio de obediencia servil. La familia también lo puede ser. Quien maneja el poder, exige obediencia porque desconoce el derecho del otro a ser protagonista ya que solo sirve para obedecer. Abomina así la democracia del pensamiento libre que solo se construye con los otros, porque es expresión de comprensión e interlocución, y concluye no respetando ni valorando el pensamiento ajeno ¡porque es ajeno! Se vale el poder ignominioso de la ignorancia servil, o de la intuición mediatizada del imbécil, para envenenar sembrando escarnio con castigos efectivos: el desobediente real o probable debe sufrir, y el obediente será premiado sin dejar jamás de ser un sospechoso…un rito de conducta condicionado ya conocido , el sonar de la campana, la salivación de los perros… se anuncia la presencia de comida.
Despreciando la obediencia y sus trampas, los hombres libres encuentran su lugar en la solidaridad, la cooperación y el apoyo mutuo, sendas distintas por donde caminan las ideas profundas de revolución y humanismo. Renace la relación entre la inteligencia y el saber discrecional cuando la vida se niega a obedecer, porque la vida es un acto esencial de desobediencia, y la revolución es vida vivida. Quizás por ello revolución o rebeldía son actos de desobediencia y los revolucionarios, aun los más pacifistas como Gandhi o Salvador Allende, no solo respetaron sino que auspiciaron la desobediencia civil. Es contrarrevolucionario promover la obediencia y criminalizar como delito la rebelión. La obediencia debida fue el discurso repugnante de los torturadores en el Cono Sur pretendiendo justificar crímenes horrendos.
Desde niños los seres inteligentes se resisten a la obediencia, la brillantez de un hijo o un educado no se mide en cumplir órdenes, sino en establecer preguntas. En la misma dimensión, un pueblo que pregunta y todo lo cuestiona es un pueblo que busca la libertad. No obstante, los autoritarios se nutren del silencio de la masa ignorante y de la mordaza de sus subalternos a puro impulso de la voz de mando, porque son ahogados.
La filosofía de un nuevo orden social basado en la libertad nos llegará contrariando las voces que mandan a callar y a obedecer. Hace falta rebeldía fraterna incansable contra los gobiernos que descansan sobre esta violencia. Otra forma violenta es tildar de izquierda “boba” a la izquierda marxista e insumisa ¡quien lo dice!…y la tortura de la cárcel y sus prometidos códigos penales es lo único que avanza.
Y en cada fase de la vida, la construcción del nuevo orden soñado, será individual, al igual que colectivo, interno, al igual que externo, general y particular. ¡Total y cotidiano, consensuado y disidente! La visión totalitaria del marxismo y el fascismo entendieron la anulación del sujeto particular y concreto a nombre del sujeto abstracto histórico (el colectivo). El comunismo libertario propende más que el colectivismo, el comunalismo, al plural entendimiento de la libertad compartida, donde se funde la conciencia individual y social, se estimula la iniciativa individual y sus aspiraciones para luego convocar al pleno solidario colectivo donde se ejerce la ayuda mutua y se comparte el bienestar.
Y el Estado, la Sociedad, y las leyes morales, cantando el mismo refrán de obediencia serán transitorios, con su histeria en la historia, ya lo verán.
Este poema es una suerte de nuevo Manifiesto Comunista. Está dotado de contenidos anarquistas, que es lo necesario para caminar, ahora. Sólo, no sé si el marxismo es anulador del individuo -como se afirma- o lo son quienes lo mal entendieron y condujeron a los pueblos esperanzados a la tragedia.
Gracias aamigo en efecto el marxismo no es la culaopa pero existe una version stalinista tiotalitaria y es a la que me refier
La legendaria búsqueda humana de la libertad, dignidad, justicia, etc., se volvería una realidad palpable con la voz y el voto ciudadano permanente, ejercicio que distribuye el poder, activa los derechos, los valores y de forma masiva despierta a la consciencia. Una nueva, fructífera y sin precedentes experiencia social pendiente de acreditarnos.