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viernes, noviembre 22, 2024

LA TELEPATÍA ES UNA OPCIÓN. Miguel Chaula F.

No sé si les ha pasado, pero para mí todo empezó con esa famosa grabación: “…después del tono, su llamada será cobrada”. Claro, el número que llamamos está ocupado con otras llamadas, pero nos ofrece la posibilidad de dejar un mensaje. Todo bien.

Hasta que empecé a notar que mis llamadas se cortaban más de lo habitual. Al inicio,  pensaba que sucedía porque estaba en un área donde no llegaba la cobertura de las estéticas antenas del Pichincha, o porque en la parte agreste de la costa en la que me encontraba, no les dio chance de instalarlas. Pero después empecé a tener llamadas que se interrumpían una y otra vez, pese a los intentos frenéticos de las dos partes por volverse a llamar. También me quedaba hablando en el vacío, con la llamada cortada sin que me haya dado cuenta (no me digas que no te ha pasado!).

Entonces hice lo que todo el mundo haría: dudé de mi equipo. Aproveché para satisfacer mi tendencia novelera y comprarme uno de esos aparatos maravillosos, de colorida pantalla táctil y perfil milimétrico, un “teléfono inteligente”. Pero pronto tuve que rendirme ante la evidencia: su inteligencia le permitía muchas cosas, salvo comunicarme de manera segura con mis interlocutores.

Dudé entonces de la marca, del modelo, pensando que tal vez en el lejano país asiático donde fue fabricado no estaban familiarizados con la topografía de nuestros Andes, ya que usan mas los celulares para que el padre llame desde su arrozal a su hijo estudiante de electrónica en una ciudad llena de motos y bullicio. Compré entonces otro aparato, por supuesto más caro y más delgado, pero tuve que rendirme una vez más: los problemas seguían.

Empecé a preguntar a mi alrededor. Descubrí que no era el único. Me contaron de citas que ya no pueden darse porque ahora ya no nos citamos como antes, en un lugar y una hora (“nos vemos en la puerta del cine a las cuatro”), sino que ahora decimos “nos vemos por el sector de la universidad a las cuatro – yo te llamo”.

Y, claro, a la hora de la hora, la llamada nunca sale, o nunca entra, (dependiendo del lado que se mira), y los mensajes se acumulan, desesperados, en el registro de salida. Descubrí que madres sobreprotectoras, esposos suspicaces, amantes ansiosas estaban siendo presas de este fenómeno silencioso, de incomunicación masiva, aleatoria, provocando reclamos, malentendidos (“¿por qué no me contestas?”, “me cerraste el teléfono”, etc.) y ocasionando despidos, quiebras, divorcios y mil situaciones que ni imaginamos.

Me preguntaba cuáles eran las razones para este fenómeno. El anuncio de que un país poderoso tiene la capacidad de espiar cada una de nuestras conversaciones e inclusive nuestros trinos y devaneos en el Libro de Caras (sí, Feisbuk, pues!) me dio que pensar. ¿Será que de tanto pinchar nuestros celulares, el sistema total se desconchufla y empieza a cortar llamadas sin ton ni son?

Podría ser, o también podría ser que Snowdens criollos manejen tan mal el sistema que, por escuchar a algunitos dejan al resto en cero…

También he llegado a pensar que puede haber una relación entre este caos telefónico y la propuesta de una organización históricamente importante en el país de nacionalizar las compañías que nos brindan este servicio, para así disponer de holgura financiera y no tener que depender de los millones que nos presta un gran país asiático. He notado que esta propuesta no ha recibido ningún comentario oficial, lo que puede indicar que ya han empezado las maniobras para esta gran nacionalización o por otro lado, todo lo contrario.

Por otro lado, no le doy mucho crédito a la hipótesis de un amigo, de que todo esto se trata de un complot extraterrestre, que está controlando nuestras comunicaciones como preludio a la invasión del planeta.

Pero a veces dudo…

Entonces me pregunto…¿soy solo yo? ¿Tengo solo amigos y conocidos con los mismos problemas? Es por eso que escribo esta nota, para que, si tienes estos problemas, la difundas y opines en los comentarios de este post. Y si vemos que somos muchos, entonces tendremos que ver qué hacemos…

lalineadefuego
lalineadefuego
PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. Definitivamente la telepatía intra comutadoras (mail, facebook, etc.) se hace cada vez mas fuerte, cuando las necesidades son las mismas. Al parecer los servicios de telefónia, nos esta obligando a cancelar valores (los mas altos en américa latina, de lo que tengo conocimiento), altísimos para conseguir una comunicación rápida y fácil, que, nunca llega. Haciéndonos una mea culpa, y buscando en nosotros misma la vaca. (la culpa es de vaca jaja).
    Lo incierto es que no hemos puesto práctica esta tan ansiada telepatía, considero que es momento, y siempre lo ha sido y los será, de unir mentes y necesidades insatisfechas, frente a un pago de un servicio que no llega. Y, para mí, es fácil, solo sumar y sumar, unas pocas telepatías y convertir en lo que las y los ciclistas llamamos, “la masa crítica”, así, una gran telepatía de insatisfacción ante un mal servicio, podrá tener eco y dejar de causar, tantos malos entendidos.
    Y, los extraterrestres, que vengan nomas, de pronto con una buena competencia los servicios de telefonía celular mejores.
    sin mas…. desde una bicicleta, y sin comunicación, felicito haber tomado la posta, la telefonía puede funcionar.

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