Trabajo colaborativo de Radio Periférik y mutantia.ch, publicado originalmente el 11 de marzo de 2020
Durante el Paro nacional en octubre-2019, la Fuerza Pública del Ecuador no solamente apuntó sus armas a los cuerpos de los manifestantes, también usó gas lacrimógeno caducado. Mientras la ministra de Gobierno, María Paula Romo, niega el peligro de estas bombas, químicos, toxicólogos y abogados adviertes que un Estado no debe utilizar armamento caducado.
Las movilizaciones de octubre 2019, en Ecuador, dejaron un balance de al menos nueve muertos, cientos de heridos y más de una docena de manifestantes que perdieron sus ojos. Un informe elaborado y publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a principios del año presente, destaca “la utilización indiscriminada de gas lacrimógeno”. Pero no solo eso, también existe evidencia de que policías y militares utilizaron bombas de gas lacrimógeno vencidas. “Usamos también las bombas caducadas”, afirmó la Ministra del Gobierno, María Paula Romo, un mes después en el programa digital La Posta. “Estuvimos en medio de una emergencia y tuvimos que usar lo que teníamos a mano”, dijo para justificar su decisión. “Las bombas caducadas no son más perjudiciales. Las bombas caducados son menos efectivas […] hacen llorar menos” (sonríe).
Al someter esta interpretación del gobierno ecuatoriano al criterio de diferentes científicas a escala internacional, la respuesta no fue tan sencilla como la ministra ecuatoriana quiere hacer creer. Monika Kräuter, química y profesora de la Universidad Simón Bolívar en Venezuela, sostiene que “el gas que se vence se descompone por efecto del calor, el tiempo y la humedad en cianuro, acetileno, fosgeno, cloro u óxido nitroso, que son extremadamente peligrosos. Particularmente el cianuro y el fosgeno son letales”. Kräuter recolectó muestras para realizar los respectivos estudios, cuyos hallazgos indican que las bombas de gas lacrimógeno vencidas son más peligrosas de lo que los gobiernos admiten.
Gas caducado: un riesgo incluso para policías y militares
Varios de los cartuchos de gas lacrimógeno que la fuerza publica empleó en Ecuador durante el Paro Nacional de octubre 2019, habían pasado la fecha de vencimiento indicada por el fabricante. Durante nuestra investigación encontramos cartuchos fabricados en 2010 y expirados en 2015, es decir con más de cuatro años de vencimiento. Para María Fernanda Poveda, abogada de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, esto es un crimen. “Por algo [los cartuchos] tienen una fecha de vencimiento”, afirmó.
A pesar de que dentro del ámbito científico no hay un consenso sobre los efectos de gas lacrimógeno caducado—entre otras razones, por falta de investigaciones a largo plazo—, para el toxicólogo inglés Alistair Hay, que viene investigando el tema desde hace décadas, queda claro: “No se debe usar estas armas después que hayan vencido”. El investigador de la Universidad Leeds nombra varias razones, entre las que destaca el peligro para la persona que lanza la bomba. “Según el nivel de degradación de la bomba se puede acumular una presión dentro del arma, que la hace más difícil de disparar y, por lo tanto, se convierte en un riesgo mayor para la persona que la usa”, sostiene.
La periodista estadounidense, Anna Feigenbaum, afirma que una bomba caducada “no necesariamente va a ser más tóxico, pero es mas volátil y sus pruebas de control de seguridad ya no aplican. Entonces, puede ser que los otros productos químicos que se mezclan en el interior se vuelvan más potentes o más peligrosos”. Feigenbaum quien escribió el libro Tear Gas: From the Battlefields of World War I to the Streets of Today (“Gas lacrimógeno: desde los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial a las calles de hoy“), considera que las latas de gas caducado son residuos tóxicos que las fuerzas públicas o las empresas que las producen “están obligadas, por ley, a retirarlos del depósito de materiales”.
Entonces, resulta oportuno preguntarse si el gobierno Ecuatoriano puso en riesgo la vida de sus propios agentes y ciudadanos durante el Paro Nacional de octubre 2019. Pese a que buscamos llevar esta interrogante a la Ministra de Gobierno, María Paula Romo, responsable por el uso de armamentos vencidos, todos nuestros intentos fueron ignorados.
“Estuvimos en medio de una emergencia y tuvimos que usar lo que teníamos a mano… Las bombas caducadas no son más perjudiciales. Las bombas caducadas son menos efectivas […] hacen llorar menos”.
–María Paula Romo, programa La Posta
Investigación: Kimberley Brown, Felipe Mena, Emilio Bermeo y Romano Paganini
Cámara: Felipe Mena, Emilio Bermeo y Josep Pitarch
Edición del vídeo: Felipe Mena
Fotografías: Alejandro Ramírez Anderson
Tomado de Mutantia.ch: https://mutantia.ch/es/gas-caducado-mas-peligroso-de-lo-que-dice-el-gobierno-2/