Cuentan los que saben, que por ahí anda un ex vicepresidente hablando cada cosa, asesorando desde las pantallas y los micrófonos cómo se debe manejar el país.
Cuentan los que saben que el ex se fugó hace muchos años del Ecuador porque fue acusado de beneficiarse de unos cuantos miles de dólares por unos gastos reservados. En definitiva, préndalo préndalo por ladrón. Así cuentan. Huyó en su avión privado, pero antes nos dejó -como legado- una reforma a la ley de instituciones financieras y después de esa ley se vino la debacle del país. Casi un arcángel el caballerito. Y cuentan que en el antiguo Congreso ecuatoriano le cayó un cenicero entre ceja, nariz y oreja que lo dejó tocado for ever. Desde ese día algo se le removió en el cerebelo y quedó así: neoliberal full time.
Cuentan los que saben que ahora el ex vi aparece en todos los medios de comunicación dándonos clases de moral, de buenas costumbres, de economía y hasta de interculturalidad. Así cuentan y que como quiere ser más famoso que ayer, está dispuesto a que le entrevisten de Teleamazonas a Ecuavisa y de La Posta a los Pelagatos, o sea, quiere ser el ídolo de las multitudes nutella.
Y hay gente que le hace caso al ex vice. En serio, muchos analistas lo festejan. No importa que se haya robado lo que se haya robado. No importa. Si todos los ex han robado, que se haya homenajeado con unos fonditos, que además eran reservados, habla bien de él. Robo con reserva o sea, casi un ángel de las finanzas. Ya las élites lo ficharon para que sea el que le haga frente a la Conaie y a todos los vándalos que en el mundo han sido. Y con ese apellido de pirata del siglo pasado cualquiera pone la firma.
El ex prófugo es el ministro de economía que el Lenín necesita: frontal, directo, pícaro, lengua de juete, barbón y hasta cleptómano reservado, dicen. Una pinta de ministro economista giro a la deré perpetuo. No como el actual: tembleque, inseguro y hasta lampiño. Hay que reconocerle al ex su perseverancia. Treinta años después aparece a bailar pegadito con el Fondo Monetario Internacional(FMI) . Habría que recomendarles a los funcionarios del FMI que, si el ex aparece por sus oficinas, cuiden los bolsillos. Nunca se sabe cuándo un cleptómano recae. Si se hace el reservado, no lo duden, ya les bajó unos miles. Cuidado.
Cuentan los que saben que el ex vice, tan amigo de los banqueros –otros cleptómanos por vocación y en reserva- sueña con participar en las futuras elecciones: de lo que sea, incluso de asambleísta, que es como decir casi de nada. Cuentan también, que la demanda que interpuso en la Fiscalía contra el presidente de la Conaie fue por mera propaganda, para sacar réditos de popularidad, para congraciarse con los nutella city de la capital. Y además porque no puede dormir sabiendo que los del páramo se sientan frente a frente con los que mandan y les dicen en la cara lo que piensan.
Y cuentan que a él no le importa que le digan choro, delincuente, bandido, facineroso. No le importa. Que lo que le preocupa es que el país progrese, pero que no se puede progresar cuando hay gente del páramo que ya se ha preparado y que se dan de igual a igual con economistas como él. Qué se han creído éstos igualados, que ni buen apellido tienen, que los que deben gobernar -de frente y a veces reservados- son los blancos como él, de apellido extrablanco como él y de pureza de gastos como él.
Cuentan los que saben, que hay muchos que están dispuestos a hacer una colecta para pagarle el pasaje de regreso a Costa Rica y sin reservas. De pasito le pueden acompañar algunos analistas económicos, de esos que pregonan libertad, capitalismo, progreso, adoquín limpito, esa no es la forma y orden a toda costa. Que con gusto se les consigue los pasajes y un barril de nutella para todo el mes. Punto y aparte.
Apología de la violencia típica de un Hugo “reservado”: “Si alguien sabe cuándo es su cumpleaños, avise, no sea malito, para obsequiarle un cenicero reservado.”
Viva la “reserva”.