LIBRO: PODER EMPRESARIAL Y SOCIEDAD CIVIL EN SUDAMÉRICA: entre el diálogo y el enfrentamiento*
Francisco Durand y Humberto Campodónico
Introducción
Este libro trata sobre la trama de relaciones entre el poder empresarial, el Estado y la sociedad civil en la primera década del siglo XXI en Sudamérica, un tema que a pesar de su importancia es poco analizado. Tal omisión resulta paradójica si consideramos que el fortalecimiento del sector privado y las corporaciones es el cambio más dramático ocurrido en nuestro tiempo. Hoy ninguna organización o movimiento social, ni ningún analista del poder, puede ignorar la enorme y creciente gravitación de las corporaciones y la constante expansión y ampliación del sector privado, menos aún dejar de entender cómo influye en el Estado y la sociedad.
Una breve revisión de lo escrito y publicado sobre el tema nos muestra que conocemos muy poco o mal cómo opera el poder empresarial. Por ello, la sociedad civil y el propio Estado dejan de estar en capacidad de hacer un seguimiento adecuado de sus actividades, de corregir sus yerros, o de encauzarlo en función de metas nacionales y de desarrollo social. Es como jugar un partido de fútbol ignorando cómo se hacen e interpretan las reglas del juego, y sin tener en cuenta la estrategia del equipo rival.
Para llenar este vacío, y atar los cabos de las múltiples fuentes de información y estudios existentes que requieren ser considerados para tener una visión panorámica del funcionamiento del sistema actual, el libro empieza identificando a los actores que detentan mayor poder económico. Luego explica las relaciones del poder empresarial con el Estado y cómo desarrollan un nuevo discurso como empresa “humana” y “responsable”, y termina estimando cómo se posicionan individual y colectivamente frente a la sociedad civil. Se cubren así todos los ángulos del problema del poder empresarial y se analizan todas las tramas de relaciones significativas para entender la operación y la marcha de la sociedad.
[ 19 ]20 Poder empresarial y sociedad civil en Sudamérica: entre el diálogo y el enfrentamiento
Una vez realizado este diagnóstico, se identifica y estudia a los principales actores de la sociedad civil organizada, analizando sus posiciones y posicionamiento frente al poder empresarial y estimando si lo perciben con suficiente claridad.
El trabajo tiene límites que conviene precisar, aspecto que no impide arribar a conclusiones y recomendaciones importantes. Una primera cuestión es que mira solamente a la cúpula del poder económico, a las corporaciones, sean estas nacionales, extranjeras, mixtas o estatales. Por tanto, no toma en cuenta a actores empresariales formales de menor rango (pequeños y medianos), ni a empresarios que operan en economías informales y delictivas que tienen significativas cuotas de poder en varios países (Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú). Se centra en los principales actores empresariales porque son “los que mandan”.
En lo que respecta a la sociedad civil, nos es imposible cubrir su vasto universo de organizaciones y movimientos, indicio de su gran vitalidad. El estudio se limita a aquellas que tienen presencia continental, y las que dentro de sus áreas representan posiciones más importantes y nítidas como para dar cuenta de un espectro de posiciones frente al poder empresarial.
La información sobre las corporaciones y la sociedad civil depende en buena medida de la existencia de datos e informes de investigación publicados. No hemos contado con el tiempo y los recursos necesarios para hacer mayores indagaciones, aunque debido al mayor acceso a fuentes por internet y al hecho de que las principales empresas y organizaciones cuenten con sus propios portales creemos que la información obtenida es suficiente, y que el universo cubierto es el necesario para realizar un buen diagnóstico y llegar a algunas conclusiones importantes e útiles.
Advertimos que el trabajo se limita a Sudamérica y no analiza en detalle la problemática país por país. Lo que hace es desarrollar elementos comparativos al ver diferencias por países y clasificarlos en bloques según su tipo de relación con el poder empresarial, lo que en gran parte depende del tipo de orientación ideológica y de políticas públicas de cada gobierno. A principios del siglo XXI, cuando se cuestiona el mal llamado Consenso de Washington, se observa con claridad una gama de posiciones de los gobiernos frente a esta propuesta que reinó desde la década de 1980. Las posiciones o posturas van de derecha a izquierda, pasando por el centro, según lo defiendan, lo critiquen e intenten superar, lo que a su vez determina cómo se definen los países frente al poder empresarial.
En cuanto a las ventajas analíticas, el enfoque tiene la virtud de diferenciar y al mismo tiempo relacionar el poder estructural, directo y discursivo que ejercen las corporaciones, ofreciendo de este modo una visión tridimensional. En esa línea, 21 Francisco Durand y Humberto Campodónico
ilustra bien el incremento inédito de sus cuotas de poder, a la par de explicar cómo y cuándo las corporaciones modernas se constituyen en el centro del poder empresarial y el actor más global e influyente, lo que plantea un problema y más de un reto. Al fusionarse las corporaciones, y al expandir sus ámbitos de acción en un mundo que les allana el camino y les permite no solo llegar a cualquier país sino a cualquier región, incluyendo las más alejadas, allí donde todavía se encuentran pueblos indígenas, han redefinido la relación con el todo social de tal modo que la corporación no solo es un actor fuerte a nivel nacional y en muchas localidades, incluyendo áreas remotas, sino que llega incluso a tener influencia simultánea en el ámbito global (Fuchs 2007). Opera por tanto en todos los niveles, al mismo tiempo que se pone “por encima del Estado” y diseña estrategias de manejo con la sociedad civil muy efectivas.
Sin embargo, a pesar de su creciente poder estructural, directo y discursivo, enfrenta un problema de gobernabilidad porque debe hacer frente a la cuestión del desarrollo sustentable que le reclaman los Estados y la sociedad civil; debe defender su legitimidad como principal agente económico; y también justificar su enorme tamaño, las políticas que les brindan libertades y beneficios, y sostener el argumento de que los Estados y la sociedad civil se benefician con su presencia, y que si son afectados negativamente, el daño es menor y reparable. El poder empresarial enfrenta además constantes y crecientes demandas de cambio, sea radical o gradual, que ponen en tensión o en cuestión la compatibilidad entre los intereses privados y los públicos y sociales en todos los espacios en los que opera. Otra cuestión interesante es que, a pesar de su gran poder en todas las dimensiones (económica, política e ideológica) y de operar organizadamente en todos los espacios (global, nacional, local), aún no ha logrado legitimarse.
El trabajo ubica al gran poder empresarial en el ámbito sudamericano, explica sus relaciones con el Estado y las principales organizaciones de la sociedad civil. Encuentra, para ser más concretos, que a partir de 1980 los patrones de relación que estableció ese nuevo poder empresarial lo favorecieron en un inicio tanto en el plano estructural y de manejo político directo o instrumental, como en el discursivo (al diseminarse una cultura empresarial y privatista). Sin embargo, cuando a fines de los años noventa surgieron reacciones de parte de la sociedad civil y de partidos radicales que buscaban un equilibrio o contrapeso al poder empresarial, se configuró otro patrón, proceso particularmente visible en Sudamérica que es resultado de reacciones en la sociedad civil que en algunos casos llevan al poder a nuevos actores que limitan, neutralizan u obligan a redefinir el rol del poder empresarial (Durand 2006).22 Poder empresarial y sociedad civil en Sudamérica: entre el diálogo y el enfrentamiento
Se pasó entonces de un período de relativa tranquilidad social y consenso de políticas públicas a otro en el que surgieron movimientos sociales que le generaron al poder empresarial un “ruido político”, y llevaron a producir nuevas demandas de cambio que en algunos casos se transformaron con éxito en alternativas políticas y nuevas orientaciones de gobiernos acompañados de mayor influencia de la sociedad civil. Este “ruido” provino y proviene (cada vez es más fuerte) de sectores desposeídos y de menores ingresos que se expresan en su mayoría a escala local, algunos a escala nacional, y que en muchas ocasiones cuentan con el apoyo de intelectuales, organizaciones y redes globales que buscan un desarrollo inclusivo. En ese juego de “ligas mayores”, a pesar de sus muchas limitaciones por no tener influencia sobre los Estados y los poderes fácticos internacionales, o peso suficiente frente al poder empresarial, la sociedad civil y sus organizaciones no dejan de tener cierta influencia en el ámbito global. Encontramos que esta influencia es en buena parte resultado de la acción de las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las redes de solidaridad de la sociedad civil norte-sur, y del impacto global que generan los movimientos sociales de defensa de los derechos laborales, humanos y medioambientales que ya no pueden ser silenciados porque estamos cada vez más integrados en este mundo-villorio.
Se ha alterado entonces la relativa estabilidad política y normativa favorable al poder empresarial que se originó desde 1980, y provocado dinámicas de cambio que, en algunos casos, llegan a cristalizarse en nuevas orientaciones del Estado a partir de la formación del gobierno de Chávez en Venezuela en 1998 y el de Lula en el Brasil en el 2003, pero sin que dejen de tener presencia o importancia tanto el poder empresarial —en parte por su poder global— como las posiciones conservadoras que defienden su presencia como estratégica y que buscan brindar las mayores facilidades posibles acomodándose a distintos tipos de regímenes y buscando o intentando “voltear la tortilla”. No existe por tanto ni un consenso de políticas ni una estabilidad de reglas diseñadas por las fuerzas del Consenso de Washington, la familia neoliberal y las multinacionales.
En materia de estudios sobre el poder económico, este trabajo busca ir más allá de aquellos que analizan la relación empresarios-Estado (Maxfield y Schneider 1997). Ese campo de análisis de los politólogos deja de lado la relación que se establece entre el poder empresarial y la sociedad civil, tema que aquí es el principal objeto de reflexión. Para superarlo necesitamos un enfoque sociológico.
También pretende ir más allá de los estudios comparativos de la acción colectiva empresarial, que se limitan a analizar los gremios empresariales y su relación con el Estado para estimar mejores patrones relacionales, dejando de observar 23 Francisco Durand y Humberto Campodónico
el comportamiento individual de las corporaciones (Schneider 2004). Aquí nos ocupamos tanto de la acción individual de las grandes corporaciones como de la acción colectiva de los gremios empresariales.
Asimismo, aunque hay estudios de responsabilidad social que ven la relación empresa-sociedad civil que estos programas sustentan, muchos analistas no la conectan con cuestiones más sustantivas del poder empresarial como su poder instrumental y la brecha entre el discurso de “empresa responsable” y la dura realidad. Una visión más panorámica y realista es también necesaria.
Finalmente, de lo que se trata es de observar bien a ese gigante que crece y crece y que hoy determina nuestras vidas y empleos. Y para conocerlo con mayor amplitud, se apoya en trabajos que detectan un tiempo nuevo, uno en el que las corporaciones pasan de una fase en la que toman la iniciativa (al desarrollar un sistema de responsabilidad social empresarial), a otro en el que se forman “redes contrahegemónicas”, posiciones y acciones que reflejan esa urgente necesidad del momento actual de re-equilibrar la relación con las empresas multinacionales (EMN) (Hernández Zubizarreta 2009). Obviamente, aquí tratamos de las EMN, pero también consideramos a las multilatinas (ML) y a los grupos de poder económico (GPE) latinoamericanos, que son otra importante unidad de análisis. No nos limitamos entonces —como algunos estudiosos y no pocos observatorios (Amazon Watch, Observatorio de Multinacionales en América Latina)— a ver solo o principalmente a las EMN. En suma, el trabajo representa un esfuerzo por ver el poder empresarial tridimensional y relacionalmente, a fin de brindar un panorama visual más amplio que sea útil para los actores no privados.
*DURAND, Francisco; CAMPODÓNICO, Humberto
Poder empresarial y sociedad civil en Sudamérica: entre el diálogo y el enfrentamiento
/ DURAND, Francisco; CAMPODÓNICO, Humberto. – Lima: desco: ALOP:
CEDAL: OXFAM, 2010.