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miércoles, diciembre 18, 2024

POR LOS CAMINOS DEL BUEN VIVIR: Virgilio Hernandez y Fernando Buendia

Virgilio Hernández Enríquez[1]

Fernando Buendía G[2]

1.      Crisis del sistema de  representación y surgimiento del Movimiento PAIS

Aunque el surgimiento de una fuerza política se condensa en un tiempo y espacio determinados, sin embargo, constituye el resultado de un largo proceso social precedente. No se podría entender el aparecimiento del Movimiento Patria Altiva i Soberana (PAIS) sin contextualizarlo en la crisis política provocada por la implantación del neoliberalismo y el “discurso de la gobernabilidad” de las dos décadas precedentes que hicieron estallar el estado social de derecho y  la estrategia cepalina diseñados en la Constitución del retorno democrático en 1978.

De igual forma, solo será posible entender el proceso y los contenidos de la Asamblea Constituyente y la Constitución de 1998, en el marco de la hegemonía del proyecto de neoliberalización de la economía y la sociedad, así como también de las múltiples resistencias que se construyeron en este período.

Por ello, los resultados de aquella Asamblea Constituyente[3], se caracterizaron por un ambiguo y contradictorio enfoque: por un parte, la constitucionalización de la economía de mercado y la consolidación de un sistema hiperpresidencialista; y, por otra parte, la consagración de importantes derechos individuales y colectivos  (paradójicamente cuando al mismo tiempo se modificó la concepción del Estado y del  rol que le correspondía asumir en la sociedad).

En la desesperación por superar el déficit democrático con “ingeniería constitucional”, la Constitución de 1998 modificó el sistema electoral, contribuyó a la desconstitución del sistema de partidos y llenó al Ejecutivo de poderes formales que le fueron poco útiles para resolver la conflictividad del sistema político. Si por ejemplo se analizan algunas variables relativas a las facultades del poder legislativo respecto de las atribuciones que poseían los presidentes latinoamericanos en ese período, podremos observar que el Ejecutivo ecuatoriano diseñado en 1998, era uno de los más fuertes de la región[4].

Estas reformas contribuyeron a minimizar los roles que las instancias de representación como el Parlamento cumplían en la democracia ecuatoriana. A pesar de ello y al mismo tiempo el Congreso adquirió un rol preponderante en la elección de autoridades de control, lo cual terminó favoreciendo la configuración de una lógica oligárquica e irresponsable del legislativo frente a las tareas de gobierno, puesto que poseía una inmensa capacidad de chantaje, el mismo que sumado a la fragilidad institucional del sistema político, convirtieron en botín los nombramientos de las autoridades de control y el “reparto” de la Corte Suprema de Justicia[5]. No escaparon a esta lógica  los “partidos institucionales”[6], incluyendo las fuerzas de izquierda[7].

El “cuoteo y reparto” de los diversos ámbitos de la gestión de gobierno como resultado del chantaje político, demostraron también la irrelevancia del debate constitucional. Es así que a finales del 2005 y en el marco de una crisis generalizada del país, cuando resultó evidente el fracaso del diseño constitucional de Sangolquí y ante el temor de un rebasamiento político de los sectores antineoliberales, la élite gobernante mantuvo bloqueada la posibilidad de una reforma política de fondo, y prefirió refugiarse en cambios cosméticos para mantener reglas antidemocráticas en el reparto de la representación.

Sin embargo, habiendo surgido de un proceso extrainstitucional generó frustración y descontento entre los sectores ciudadanos y democráticos la claudicación política del Presidente Alfredo Palacio, quien reemplazó a Lucio Gutiérrez después de la rebelión popular de abril del 2005, pues, enredado en discursos grandilocuentes y “refundacionales”, mantuvo a la vez una actitud subordinada a las fuerzas tradicionales, desvaneciendo su único capital: el tiempo y la expectativa ciudadana por cambios en el sistema político.

Esta inercia que bloqueaba la necesidad urgente de una reforma profunda en el sistema económico social y político del país, fue superada en las elecciones del 2006 con el triunfo de Rafael Correa, un joven analista económico, que cobró notoriedad pública en la rebelión de los forajidos y en su breve paso por el Ministerio de Economía y Finanzas del presidente Palacio, desde donde impulsó una política soberana en el manejo de los recursos petroleros y en la negociación con los organismos multilaterales de crédito.

2. El proceso histórico de construcción de Alianza PAIS

Para tener una comprensión más estrecha del proceso de Alianza PAIS es útil el esquema del politólogo italiano, Angelo Panebianco (2009)[8], en su estudio sobre los sistemas organizativos de los partidos donde plantea el desarrollo de tres fases en el proceso de constitución de los mismos. La primera de construcción de un sistema de solidaridad caracterizado por: el afianzamiento ideológico; predominio de los incentivos colectivos, es decir, de desarrollo de todos los elementos que permiten la coherencia política; amplia libertad de acción de los líderes y una estrategia de cambio y transformación. El objetivo principal en esta primera fase sería de afirmación y ampliación de la militancia. A este primer momento seguiría una fase de institucionalización, en la que se delinea la estructura organizativa y se establecen un sistema de valores que generalmente es regulado. La tercera llamada “sistema de intereses” en la que primaría la supervivencia y la consolidación; la distribución de intereses colectivos y selectivos (materiales y simbólicos); los líderes tendrían menos libertad de maniobra y además una estrategia de control del ambiente político.

Panebianco reconoce que estas fases no son consecutivas ni lineales (se interrelacionan); no obstante la ideología será un factor latente que servirá de base para procurar respuestas a las situaciones coyunturales y en la medida que se institucionaliza la organización política deberá combinar los elementos que permiten mantener la coherencia (base ideológica, programa, principios, símbolos, celebraciones, etc.) con los que garantizan la cohesión (estructura organizativa, roles, responsabilidades  y liderazgos).

Estas fases en el caso de Alianza PAIS se entrecruzan por su situación particular de haber alcanzado el gobierno inmediatamente a su creación lo cual ha sido determinante en su proceso histórico, notablemente desacompasado. Entre otros elementos resalta la acelerada dinámica que imprimió a su interno y al proceso de cambio social del país, cobijada bajo la consigna de una revolución ciudadana con cambios “radicales, rápidos y profundos[9]”, para transformar el estado.

a)     Construcción como fuerza electoral

Rafael Correa, luego de su salida del ministerio de Economía (gobierno de Alfredo Palacio), lideró la constitución del Movimiento Alianza PAIS para participar en las elecciones generales del 2006. El movimiento inicia con un reducido grupo de académicos e intelectuales que se plantearon la necesidad de construir un movimiento político con signo propio, al mismo tiempo, intensificaron los esfuerzos para comprometer una amplia alianza de izquierda que permitiera la unidad de la tendencia para  enfrentar las candidaturas de derecha que aparecían con amplias opciones de triunfo electoral. El mensaje central que logró concitar una rápida vinculación de amplios sectores sociales fue el de la recuperación ciudadana del país:

“Hace ya más de 50 años, cuando nuestro país estaba devastado por la guerra y el caos, el gran Benjamín Carrión expresaba la necesidad de volver a tener Patria. Esta frase fue la inspiración de un puñado de ciudadanos que decidimos liberarnos de los grupos que han mantenido secuestrada a la Patria, y así emprender la lucha por una Revolución Ciudadana, consistente en el cambio radical, profundo y rápido del sistema político, económico y social vigente, sistema perverso que ha destruido nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad. De esta forma empezamos esta cruzada llamada Alianza PAIS, más que con un lema de campaña, con una esperanza: “la Patria Vuelve”, y, con ella, vuelve el trabajo, vuelve la justicia, vuelven los millones de hermanos y hermanas expulsados de su propia tierra en esa tragedia nacional llamada migración”[10].

Organizativamente se constituyó un núcleo básico nacional que desarrolló un “método de penetración territorial”, se conformaron las primeras directivas provinciales que incidieron en la elección de autoridades a nivel cantonal y provincial. “Hay que recordar que en la primera vuelta electoral, PAIS presentó candidaturas en 175 cantones, cifra superior a la conseguida por los más grandes partidos políticos de pretendida representación nacional”[11].

Si bien, los planteamientos programáticos insistían en el discurso de las cinco revoluciones y se adscribía a las tesis de un socialismo renovado, el elemento de mayor identidad fue la oposición a la partidocracia que había privatizado la política en beneficio de los grupos de poder oligárquico. A pesar de que existía formalmente una Dirección Nacional,[12] la instancia que tomaba decisiones era el Buró Político del Movimiento, un espacio que, al mismo tiempo, enfrentaba las principales decisiones de la acción de gobierno y los avatares de un movimiento sin mayores canales para el flujo de la política entre la instancia nacional y los débiles círculos locales

El 26 de noviembre del 2006 se impuso en segunda vuelta electoral el candidato del novísimo Movimiento PAIS con el 56.67% de los votos válidos, el mismo que al posesionarse ante el Congreso Nacional, el 15 de enero de 2007, prometió no defraudar a los electores y convocar a Asamblea Constituyente, a pesar de que contaba con una función legislativa contraria y sólo con el apoyo de Nuevo País y el Partido Socialista.

La Asamblea Constituyente se abrió como opción política mediante una convocatoria a Consulta Popular que obtuvo una respuesta favorable el 15 de abril de 2007, con el 81.73% de los votos válidos. Posteriormente y a través de un acuerdo que aglutinó un conjunto de movimientos que apoyaron la convocatoria a la constituyente, nació Acuerdo PAIS, con la participación de otras expresiones políticas como el movimiento Nuevo País y Alternativa Democrática.

En las elecciones celebradas el 30 de septiembre del 2007, Acuerdo PAIS logró una importante mayoría, captó 80 de las 130 curules[13]para la Asamblea Constituyente. Era la cuarta victoria electoral consecutiva en menos de 18 meses, en un país caracterizado por la permanente inestabilidad política y la alta volatilidad de la representación.

La campaña fue utilizada adicionalmente para iniciar un proceso de registro de simpatizantes y carnetización de militantes, se levantaron datos de cientos de miles de personas que querían vincularse a las filas de la “Revolución Ciudadana” y participar activamente en el movimiento; sin embargo, esa base de datos jamás logró estructurarse y menos servir para interactuar con los ciudadanos.

La Asamblea Constituyente culminó su labor en la fecha límite del plazo de 240 días que le otorgó el pueblo en la consulta, aunque treinta días antes de su finalización se produjo la renuncia a la presidencia de Alberto Acosta, uno de los principales ideólogos y fundadores del Movimiento Alianza PAIS que luego se separaría del Movimiento.

El día jueves 16 de octubre de 2008 se proclamaron los resultados definitivos del Referéndum Aprobatorio de la Nueva Constitución donde el SI obtuvo el 63.93% y ganó en 23 de las 24 provincias. El referéndum aprobatorio implicó un extenso debate en todo el país que abonó en el crecimiento de la conciencia ciudadana sobre la economía, el modelo de desarrollo, la democracia, la plurincionalidad, etc. Fue la primera vez, desde 1869, que una Constitución aprobada por una Asamblea Constituyente era discutida y votada por la población.

En las elecciones convocadas para el 26 de Abril de 2009, en las que la lista 35 recuperó su nombre de Alianza PAIS, se impuso en la primera vuelta electoral Rafael Correa con el 51.9% de los sufragios; además alcanzó 57 legisladores[14], que representan el 47% del total de la Asamblea; consiguió 80 de los 221 alcaldes y 4 de los 23 prefectos provinciales.

El movimiento lograba su sexto triunfo consecutivo, victoria que fue refrendada un mes después con la elección de parlamentarios andinos, presidentes y vocales de juntas parroquiales rurales en las que también Alianza País logró importantes resultados. Así se consolidaba la posibilidad de construir un proyecto nacional, como lo señaló el presidente Correa al asumir su mandato el 10 de Agosto de 2009: “Es necesario que entendamos que la victoria popular no ha sido más que el primer paso de un proceso revolucionario, cuyo objetivo es la construcción de una sociedad incluyente, solidaria y equitativa. Nosotros buscamos el buen vivir, el sumak kawsay, el desarrollo equitativo, el bienestar común, la libertad basada en la justicia, la paz. Precisamente para alcanzar estos objetivos a plenitud, era necesario alcanzar el poder político, para transformarlo en poder popular, el único capaz de cambiar las estructuras de oprobio que aún prevalecen en nuestra región…”.

El Referéndum y la consulta popular realizado en mayo del 2011, además de ser una salida política frente a la arremetida de la derecha reflejada en el intento golpista del 30 de septiembre del 2010 y frente a la propaganda de los medios vinculados a los grupos oligárquicos sobre el tema de la inseguridad, muestra síntomas claros de agotamiento del modelo de acción gubernamental y construcción política de Alianza PAIS. Su puesta en marcha sometió a prueba los débiles mecanismos internos de deliberación política, provocando una disensión y distanciamiento con movimientos y personajes que confluyeron en el origen de Acuerdo PAIS.

Una vez más las estructuras del Movimiento se movilizaron para  obtener el octavo triunfo electoral, que si bien mantuvo  la votación obtenida en abril del 2009 advierte una modificación de la geografía política, puesto que el triunfo nacional (7% en promedio de las 10 preguntas a favor del SI) se consolida con la votación de la provincia del Guayas y sobre todo de Guayaquil, que se había caracterizado por ser la base de la oposición y el enfrentamiento político al régimen, pero que es a la vez, la ciudad con mayores índices de inseguridad.

b)     La Construcción de Alianza PAIS como propuesta programática y gubernamental:

Los ejes programáticos de la propuesta de Alianza PAIS que fueron divulgados durante la campaña electoral de las elecciones presidenciales del año 2007 y que luego se convirtieron en la base del programa de gobierno del electo presidente Rafael Correa fueron: a) la revolución económica que restablece el rol distributivo de la economía y redistributivo del Estado; b) la revolución social que radica en la conquista de la igualdad y la equidad entre los diversos sectores sociales y las diversas entidades étnico-nacionales; c) la revolución política,  transformación y recuperación de la privatizada estructura estatal y fortalecimiento de la democracia participativa junto al mejoramiento del sistema de representación política; d) la revolución de la integración latinoamericana mediante la creación de nuevos organismos integracionistas que superen los enfoques mercantilistas; y e) la revolución ética, combate a la corrupción mediante el control social, la radical transformación de la contratación pública y la renovación de las autoridades judiciales y de control.

Estos ejes que en la Primera Convención Nacional de noviembre del 2010 incorporaron dos nuevos de la revolución ambiental y de la justicia, dieron forma al programa de gobierno y a los  Planes Nacionales de Desarrollo 2007-2010, 2009-2013 y sirvieron de sustento para la formulación de las propuestas impulsadas a través de la Asamblea Nacional Constituyente.

La Constitución de Montecristi constituye sin duda la mayor expresión lograda en la historia nacional de una propuesta de PACTO DE CONVIVENCIA SOCIAL sustentado en el acuerdo unitario de las fuerzas sociales populares y de la izquierda ecuatoriana, no sólo por el contenido de la misma, sino por el enorme nivel de participación de los actores sociales y territoriales que con sus propuestas y presencia intervinieron activamente en su redacción.

La corta temporalidad del proceso constituyente (ocho meses por mandato de la Consulta Popular), impidió la maduración del debate político e ideológico y generó desacuerdos que afectaron la continuidad futura de la unidad alcanzada entre las tendencias plurales de la izquierda y de los movimientos sociales que respaldaron el proceso constituyente.

Pese a esta corta luna de miel de la unidad de la izquierda, la Constitución engendrada constituye para Alianza PAIS y aún para muchos grupos de la izquierda plural, el referente ideológico y programático fundamental del cual devendrán sus tesis orgánicas y doctrinarias de mediano  alcance que fueron aprobadas dos años más tarde en la primera Convención Nacional.

La vigente Constitución de Montecristi que tiene por finalidad el Buen Vivir o Sumak Kawsay propone una utopía jurídica “postcapitalista” inspirada en la cosmovisión campesino-indígena, que establece la primacía del enfoque de justicia y armonía en todos los aspectos de la convivencia humana, social y con la naturaleza. El Buen Vivir rompe radicalmente con el enfoque jurídico-institucional anterior[15] trastoca el denominado pacto social constitucional de 1998 que favoreció a los grupos económicamente más fuertes, facilitando su dominio de los mercados y la apropiación de los recursos naturales[16]; y a las élites políticas oligárquicas[17], que impulsaron el modelo de desestatización, desregulación y privatización de las relaciones económicas y sociales.

El aterrizaje de las tesis programáticas y constitucionales en la gestión gubernamental[18] dentro de un escenario nacional caracterizado por estructurales atrasos y desigualdades, torna compleja la vigencia inmediata del conjunto de propuestas, pues, con un sistema económico capitalista atrofiado, es decir, atrasado, débil y dependiente; con una estructura jurídico-política atrapada en manos de fuerzas de corte patrimonialista, patriarcal, cacical y clientelista; con una sociedad fuertemente atomizada en gremialismos, regionalismos y sectarismos; con un conjunto de capacidades sociales colectivas gravemente erosionadas y debilitadas por la pobreza, la desestructuración del tejido social, la emigración y el desempleo o subempleo;  con un talento humano débil, y una institucionalidad pública y privada deficientes y atrapadas por la corrupción; en fin, con esta pesada herencia del modelo de dominación neoliberal y oligárquico que ha experimentado el país a lo largo de los años, no se podría resolver y conseguir en un corto plazo las condiciones que hagan vigente el Buen Vivir. Como han señalado de manera reiterativa varios líderes del movimiento, “No se puede resolver en cuatro años lo que ha resultado como consecuencia de siglos de explotación y opresión”.

En correspondencia con estas deficitarias condiciones estructurales de partida, el único camino posible de tránsito de la revolución ciudadana desde el estado oligárquico hacia el Buen Vivir es una aplicación continua y progresiva de las políticas transformadoras pero en función de la correlación política y de fuerzas.

Dentro de este marco programático y estratégico, Alianza PAIS ha aplicado su ideario reflejado en la Constitución, dentro de un cuerpo dogmático que pueda ser eficiente para responder a las demandas gubernamentales del presente momento de la transición. Estos planteamientos, con los que se ha orientado en una buena medida la gestión de gobierno, se discutieron y aprobaron formalmente durante la Primera Convención Nacional cuatro años más tarde en noviembre del 2010.

En el documento de Principios y Programa se establece que el Socialismo del Siglo XXI que propugna Alianza PAIS, se sustenta en vertientes ideológicas diversas provenientes del pensamiento  humanista, crítico y de las corrientes democráticas y principalmente del pensamiento latinoamericano y nacional y asume que la Constitución de Montecristi constituye el marco referencial fundamental de  Alianza PAIS para la construcción de una nueva sociedad[19].

La Convención de Alianza PAIS aprobó además el régimen orgánico, que en consonancia con sus propuestas programáticas, define a la organización como un “movimiento político”[20] de izquierda que propugna el Socialismo del Buen Vivir, asume las vertientes de pensamiento libertario, crítico y revolucionario, aplicándolos creativamente a la realidad nacional y reconoce la pluralidad al interior de  la tendencia de izquierda, aunque en el proceso previo a la Convención se estableció que los diferentes movimientos que integraban Alianza PAIS, debían disolverse para permitir la conformación de un sola estructura nacional.

3.-  Evaluación del terreno caminado y desafíos futuros:

Los consecutivos procesos electorales a través de los cuales se ha encaminado el proceso de cambio que plantea Alianza PAIS, impidieron que la organización política pueda avanzar en su fase de institucionalización, habiéndose estancado y especializado como instrumento electoral. Esto a su vez ha entrañado un conjunto de problemas tales como la persistencia de diferentes comprensiones políticas e ideológicas al interior del proyecto; constantes y agudas disputas de liderazgo en los niveles provinciales y cantonales; falta de funcionamiento de los mecanismos nacionales de dirección, y; ausencia de flujo de la política interna.

Luego de siete triunfos electorales[21], la dirección nacional consideraba que: “Alianza PAIS se trazó metas que se han ido cumpliendo, objetivos políticos para la transformación del Ecuador que sin embargo marcaron retrasos en lo orgánico y en el carácter de la organización.…Esta consecutiva participación ha determinado el carácter y condición del Movimiento PAIS como INSTRUMENTO ELECTORAL…. Ahora debemos asumir esa realidad y plantearnos también que en los siguientes años debemos consolidar Alianza PAIS, como la organización política garante de la transformación y los retos que tenemos en dicho proceso”[22]

Sin embargo y como beneficio de inventario debe considerarse que en apenas cuatro años, se ha  fortalecido notablemente el andamiaje institucional democrático empezando por la reinstauración del sistema nacional de planificación vinculante para todo el sector estatal e indicativo para la sociedad; a recuperar los recursos patrimoniales nacionales principalmente petroleros; a impulsar la redistribución social y económica mediante el fortalecimiento de los ingresos estatales principalmente tributarios y la multiplicación de la inversión y la infraestructura social; a disminuir la crisis de gobernabilidad que por más de una década había afectado al Ecuador, manteniendo un gobierno por el período de su elección y más: “se nos acusaba de ingobernables, cuando tan solo éramos objeto de traición”[23].

Huelga decir que los partidos se construyen para ganar las elecciones y gobernar; sin embargo tener que gobernar y hacerlo además en la ruptura, desplaza la preocupación por la institucionalización de la organización política y genera contraposiciones en las fases propuestas por Panebianco. En este caso los incentivos colectivos que identifican a la organización se resuelven en el mismo movimiento que la preocupación por ocupar los puestos públicos con personas competentes “de manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”[24] que demanda la reorganización del estado, generando una tensión entre las corrientes ideopolíticas que persisten al interior. Igualmente, en el aspecto programático, tanto el programa de gobierno, como los diagnósticos y demás trazados ideológicos se encuentran constantemente afectados por la urgencia de respuestas de política pública que respondan a las necesidades concretas y cotidianas que surgen como demandas e imperativos de la sociedad, provocando discordia al interior del movimiento respecto de la pertinencia de una u otra acción.

Pese a ello, resulta evidente que a través de la actuación de sus dirigentes y funcionarios y así como también de las políticas públicas impulsadas en todos los sectores y niveles gubernamentales, alianza PAIS constituye una respuesta en una dirección nacional y democrática de izquierda, que se inserta en el tiempo histórico de la crisis del neoliberalismo y el estado oligárquico provocados por la resistencia social y por los antagonismos interoligárquicos, en el marco de la transición postneoliberal.

El factor definitorio que interrelaciona y armoniza la eficacia política electoral de la gestión gubernamental con el proceso de construcción del Movimiento Alianza PAIS, está centrado en el fuerte liderazgo del Presidente Correa, quien articula los elementos principales del proceso decisorio y político del proceso de la revolución ciudadana, de tal forma que resulta indiferenciada la estructura de la organización política respecto a la estructura gubernamental. Esto explica entre otras, la razón por la cual la primera convención del Movimiento se realizó a finales del año 2010, cuatro años después del primer triunfo electoral, y establece la banda programática sobre la cual se mueve la agenda gubernamental del movimiento, en la que la incidencia del presidente es determinante.

Alianza PAIS, como partido en el gobierno, tal cual lo señaló el Presidente Rafael Correa en el informe a la nación del año 2010, aún tiene enormes retos de carácter estructural para hacer transitar a la sociedad ecuatoriana hacia un programa de modernización para el Buen Vivir.

En el ámbito económico está pendiente la modificación de las relaciones de propiedad que democraticen el acceso de los sectores de la economía popular y solidaria a los medios productivos y eliminen los mecanismos monopólicos; se torna necesaria una “revolución agraria” que democratice la tierra, el agua y los mercados y una “revolución urbana” que impulse la artesanía, la pequeña y mediana empresa, el trabajo por cuenta propia y la retribución al sector de la economía del cuidado como condiciones necesarias y obligatorias para sustentar el despegue económico nacional. Igualmente, es necesaria la reforma laboral que desincentive a las empresas a sustentar su acumulación en la disminución de los derechos laborales y que por el contrario sustenten su crecimiento en base al incremento de productividad. Se debe continuar la recuperación estatal de una mayor porción de la renta generada a través de la explotación de los recursos naturales renovables y no renovables; de la renta generada a través del régimen impositivo y del desarrollo de las empresas públicas. Se debe impulsar el cambio de la matriz primaria extractiva y dependiente hacia una economía sustentada en el conocimiento y los servicios, aplicando una política económica soberana que evite la trampa de los Tratados Bilaterales de Libre Comercio y genere un sustancial crecimiento de los destinos y mercados para las exportaciones nacionales.

En el ámbito social se debe sostener el incremento de la inversión pero principalmente se debe impulsar la reforma de los servicios para garantizar su universalidad, mejorar su calidad y eficiencia, especialmente de salud y educación. A nivel institucional es imperativo avanzar en la despatrimonialización y descorporativización del Estado mediante la reforma del sistema de servicio público en todos los ámbitos y niveles y particularmente debe impulsarse la reforma integral del sistema de justicia y se debe profundizar en la transparencia y lucha contra la corrupción donde inclusive se han presentado algunos episodios en el presente período[25].

También en lo interno Alianza PAIS enfrenta desafíos profundos, el primero de ellos es consolidarse como la organización abierta, amplia y democrática, sustentada en una base partidaria coherente que interviene en el proceso político más allá de la eficacia demostrada en las elecciones. De la misma forma, tendría que recomponer su política de alianzas con los distintos sectores de la sociedad, en particular con los movimientos indígena, campesino, obrero y sociales que demandan reconocimiento, mayor participación e interacción rompiendo la lógica de “aliado o adversario”. Sobre todo, Alianza PAIS, debe demostrarse a sí mismo, que tiene la capacidad de consolidarse como el movimiento político de la transformación, por ende con profundos asentamientos territoriales y mecanismos que permitan la organización y participación de los millones de ciudadanos que hasta ahora han votado por Alianza PAIS; tiene el reto de convocar a la juventud para garantizar la renovación permanente, en síntesis tiene el desafío de seguir transformando y alimentando la construcción de una propuesta del buen vivir para construir el socialismo, que como decía Mariátegui, en nuestra región no será ni calco ni copia sino creación heroica.

En la lucha contra los sectores tradicionales que se oponen al cambio y en la acción gubernamental por la profundización programática en el marco de la Constitución y el Plan de Desarrollo, se juega la direccionalidad y continuidad del proceso que puede devenir en un tipo de  reforma democrático-burgués postneoliberal y modernizadora del Estado o bien puede llegar a convertirse en una vía alternativa para la construcción de modelos societales más avanzados. Aún está pendiente profundizar en el debate respecto a la consigna de radicalizar la revolución ciudadana propuesta por el presidente de la República cuando asumió su segundo mandato.[26]


[1][1]Profesor de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Ex Asambleísta Constituyente  y Asambleísta por Pichincha por el Movimiento Alianza PAIS. Integrante de la Coordinación de la Bancada Legislativa.

[2] Profesor de Ciencias Sociales de la Escuela Politécnica Nacional.

[3]La Asamblea Nacional Constituyente fue dirigida por el ex presidente de la República Oswaldo Hurtado Larrea y logró una ligera mayoría gracias a la alianza entre el Partido Social Cristiano y la Democracia Popular y sobre todo al método de asignación de escaños .  Funcionó atrincherada en un cuartel  en la ciudad de Sangolquí ubicado a 20 kilómetros de Quito

4Mark Payne J, Zovatto Daniel, Mateo Díaz Mercedes,                    “La política importa. Democracia y desarrollo en América Latina”, BID, 2003.

[5] Como ocurrio en diciembre del 2004

[6]Hace relación al acuerdo parlamentario que mantuvieron desde la elección de Lucio Gutiérrez, en cuyo núcleo, están: Partido Social Cristiano – Izquierda Democrática, que les permitió el control del aparato del Estado hasta el 8 de diciembre de 2004 en que el entonces Presidente convocó a Congreso Extraordinario para “analizar la situación de justicia en el país”. El Congreso Extraordinario dominado por una nueva mayoría (PRE, PRIAN, PSP, MPD, Independientes) de manera inconstitucional reorganizó el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, Tribunal Supremo Electoral (TSE) y Tribunales provinciales electorales.

[7]Quienes después de la gran movilización forajida de abril del 2005,   “recuperaron” sus espacios en el Tribunal   Supremo Electoral, Tribunales Electorales Provinciales, Tribunal Constitucional y Congreso Nacional; eligieron el Defensor del Pueblo, en clara violación a disposiciones constitucionales; y, bloquearon cualquier posibilidad de reforma política.

[8] Panebianco Angelo, “Los modelos de Partido: Organización y Poder en los Partidos Políticos”, Alianza Editorial, Madrid, 2009.

[9] Frase  reiterada en los discursos del Presidente Rafael Correa.

[10] Discurso de Posesión del Presidente Rafael Correa Delgado, el 15 de enero de 2007

[11]Documento interno de la Dirección Nacional, Presente y Futuro del Movimiento PAIS, versión del 26 de mayo de 2009, pp. 2 .

[12]Para la inscripción del Movimiento se registró como presidente de la organización política al economista Rafael Correa y como secretario ejecutivo, encargado del fortalecimiento interno, al actual canciller Ricardo Patiño Aroca.

[13] Es fundamental considerar que en estas elecciones se aplicaron las normas más democráticas de la historia electoral ecuatoriana. De hecho si se hubiesen aplicado las mismas reglas  de asignación de escaños que se utilizaron para la constituyente de 1998, controlada por social y demócrata cristianos,  Alianza PAIS habría obtenido 127 asambleístas o con  las reglas concertadas en el 2003 por social demócratas y social cristianos, al Movimiento PAIS le habrían correspondido 113 asambleístas. De haberse utilizado el método D´Hondt,   PAIS hubiese obtenido 96 de loa 130 asambleístas.

[14]El número total de la Asamblea Nacional prevista por la Constitución es de 124 legisladores, 15 Asambleístas son elegidos en circunscripción  nacional, 6 por los ecuatorianos en el exterior divididos en tres regiones y 103 en distritos provinciales; 7 provincias eligen 2, 6 escogen 3 representantes,  otras 6 provincias eligen 4 asambleístas, dos nombran 5, Manabí selecciona 8, Pichincha 12 y Guayas 17 representantes. El método de asignación de escaños que determinó el Régimen de Transición es el de Saint Lagüe, caracterizado por su alta proporcionalidad.

[15]
Marco que debe ser reemplazado con una nueva normativa acorde con la nueva Constitución.

[16]Se refiere a los mercados financieros, comerciales, laborales, así como a los recursos como el petróleo, turísticos, mineros, etc.

[17]De base regional y que tradicionalmente dominan y gestionan el poder desde una lógica patrimonial

[18] A través de leyes, instituciones, programas y proyectos.

[19]“Desde esta perspectiva, y luego de cuatro años de recorrido el proceso de cambio, sostenemos que La Constitución, aprobada por el pueblo ecuatoriano en 2008, contiene las líneas maestras del proyecto colectivo con que la sociedad quiere conducirse a sí misma hacia un nuevo momento histórico”(Documento de principios y programa).

[20] El planteamiento de constituirse en Partido Político que fue presentado por la delegación de Pichincha en la Convención Nacional no logró el apoyo mayoritario, los principales argumentos en contra fueron la historia de desprestigio de los partidos en el ámbito nacional y la idea de que el Movimiento, sin dejar de tener principios y organización, se presentaba como más dinámica y flexible para responder a las complejas realidades nacionales.

[21] Hasta noviembre del 2010

[22]Presente y futuro del Movimiento PAIS, del 26 de mayo de 2009.

[23]Discurso de Posesión del Presidente Rafael Correa el 10 de agosto de 2009.

[24]Frase del Presidente Correa respecto de las características de sus colaboradores y equipos de trabajo.

[25] Nos referimos a denuncias realizadas por la Secretaria de la Presidencia Contra la Corrupción en el Ministerio de la Vivienda, en el Ministerio de Agricultura, entre otras.

[26] Que en el marco de la nueva Constitución sería el primero.

lalineadefuego
lalineadefuego
PENSAMIENTO CRÍTICO
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2 COMENTARIOS

  1. Resulta sorpresivo que no se haga cr’itica alguna en c’omo el Movimiento AP ha impulsado o no la participaci’on ciudadana…. Cu’ales han sido los logros de AP en el impulso o sus fracasos en caso de haber impedido /obstaculizado la participaci’on y movilizaci’on social? Cu’al es la evaluaci’on de los mecanismos de participaci’on promocionados por dicha agrupaci’on pol’itica?

  2. Esto es pura basura autoreferenciada y miope. Seguro debe ser de los textos que debaten al interior del movimiento pais y les hace pensar que todavia son de izquierda y que todo el resto del mundo esta siendo manipulado por la derecha. Ya nos estamos cansando de que usufructen del acumulado historico de luchas para justificar este proyecto remozado de las elites. Su desarrollismo nos enferma y su posicion blandengue, supina, también.

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