No en la península mexicana, sino en la ecuatorial patria de todos, que avanza, que es digna y soberana, que prohíbe olvidar, que ya no tiene partidocracia pero donde aún existe prensa corrupta, acá mismito vivimos del plátano y la yuca, nuestra comida popular lo consagra; chifles y empanadas de verde, sango y cazuela, maduro con queso…y hablando de la yuca; tortilla de yuca, panes de yuca, sancocho con yuca y claro el infaltable encebollado con yuca.
Más de moda que la yuca y mas nacional que hacerla nada, hacer la yuca es irreverencia y lenguaje simbólico, seña particular que demuestra enojo o que quiere que alguien se enoje. Otras señas comunes existen; hacemos un guiño a la coquetería, frotamos las manos si algo bueno esperamos, unimos los dos dedos en la boca para decir que juramos, apretamos los puños como amenaza, en su momento los hippies abrían los dos dedos y significaba paz, la seña de los cachos es común en las bromas de fotos y en discusiones automovilísticas. Los políticos también tienen sus señas particulares, el largo dedo de Velasco Ibarra y la obscena consecuencia de que lo elijan 5 veces, el poner la mano como ventilador, distinción de todo discurso del poder.
Enseñar el dedo tiene demoledores resultados, es el caso del presto y amenazador dedo del proctólogo o el urólogo indicando la proximidad del desacralizado y cruel examen prostático ¡Dios me libre!
La inefable yuca simbólica dicen que nació cuando a alguien le dijeron que se cruce de brazos y el aludido que quiso hacer de esto una nota de protesta, cruzo en efecto el brazo pero levantando el extremo uno de ellos y así demostró su rechazo e insumisión…así nació la mencionada irreverencia. La Sur oscura tiene una particular forma de hacer la yuca, estira el brazo lo más tenso y acaricia con la mano antagonista toda la dimensión del brazo erecto desde los dedos hasta el hombro…que querrán decir los fanáticos de la hinchada torera…y lo hacen por lo menos unos quinientos gallos con la mirada dirigida a la barra de su rival eterno, el Emelec
Yucatán podría ser ahora el apodo de la patria plurinacional del lado de la izquierda en Sudamérica. Les cuento, dicen que los mayas respondían a los españoles cuando les preguntaban por el sitio, estas tierras son el Yucatán…imagínense lo lindo que significaría decirles a los gringos o a los turistas chinos que vendrán, que estas tierras también son el Yucatán…. y dicen los entendidos que Yucatán significa en maya “no entiendo”. ¡Que belleza, el apodo que la patria necesita!
[…] Fuente: lalineadefuego.info […]