Desde el pasado 28 de abril, Colombia vive un estado de agitación social, parálisis parcial, represión policial y violencia que no tiene antecedentes recientes y que sugiere múltiples interrogantes. En realidad, la inconformidad en las calles se empezó a sentir desde noviembre de 2019 cuando sindicatos, movimientos estudiantiles y pueblos indígenas convocaron marchas y movilizaciones que asumieron el nombre de Paro Nacional y que fueron duramente reprimidas por el gobierno del presidente Iván Duque.