Vivimos en la era de las crisis económicas, políticas, culturales, sociales, morales, de la naturaleza, del agua. De las graves circunstancias artificiales por las que atravesamos (sequías, inundaciones, cambios de temperatura, hambre), el sistema capitalista y los centros imperialistas cargan con la principal responsabilidad. La contaminación y el saqueo del agua por las empresas privadas son formas inmediatas de catástrofes ambientales. No es casualidad que en plena crisis pandémica el agua se a cotice en Wall Street al alza. La alteración del ciclo del agua ha cambiado los patrones de la reproducción de la naturaleza.