Cuando se sueña con una revolución feminista, se sueña también con una revolución económica, y mientras ese día llega, a fin de salir de la espiral económica en descenso dejada por la pandemia de la covid-19 es primordial que las medidas económicas que los gobiernos tomen incluyan la perspectiva de género y busquen empoderar a las niñas y mujeres. No hacerlo solo ahondará los problemas.