Jorge Lanata creó medios y productos comunicacionales de gran calidad e impacto pero, con el tiempo, se montó sobre su propia leyenda viva; espió los naipes del poder político y económico; cedió cada vez más terreno a las sombras de sus claroscuros; y se creyó a salvo de todo cuestionamiento o escrutinio popular. Por eso. lejos de las palabras de circunstancia, su muerte impone un enfoque y un debate a los que también comienzan a asomarse los medios y periodistas del Ecuador: ¿hasta qué punto la fama, el dinero y la cercanía con el poder condicionan el ejercicio ético de este oficio?
Lalineadefuego 11 de septiembre 2012
LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA INSTITUCIONALIZADA
La historia de la participación y control social dentro de la estructura del Estado se escribió mucho...