A inicios de 2020, veíamos como China hacía cuarentena para evitar que un virus se propagara. Era una película de ficción y el virus parecía que estaba lejos. Dos meses después, ese virus llegó también al país y a América Latina. Luego, las restricciones para disminuir el contagio llevaron a las frágiles economías de personas, empresas y países a pique, castigando a los de siempre, entre ellos, las mujeres: 13 millones de ellas, en América Latina y el Caribe, fueron expulsadas del mercado laboral el año pasado, poco más que toda la población de Bolivia.