Marchen señoritos, marchen. Defiendan su clase, sus negocios, su people. Mientras tanto los quiteños, los que la sudan en serio, los menos roque y más San Roques, exigirán que se termine ese circo vergonzoso en el que Yunda, Guarderas, Vaca y demás angelitos, han convertido a la ciudad. Lo único decente que pueden hacer es renunciar ¡todos! Y ahí sí cantaremos, con letra de pueblo y no de nobles: ¡salve oh patria, mil veces, oh patria!
Quienes financiamos a canales, radios y portales digitales, solicitamos de la manera más comedida que se pongan urgentemente en campaña de desprestigio contra ese tal "Loro Homero". Tenerle de alcalde es ya una vergüenza, ¿se imaginan que -con su popularidad- pretenda lanzarse de candidato a la Presidencia?