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viernes, noviembre 15, 2024

UNO POR MIL… ES MIL. por Tomás Rodríguez león

 “Cada individuo especula sobre el modo de crearle al otro nuevas necesidades”.

K Marx

En torno al valor que importa la parte respecto al todo, subyace la concepción del  cuerpo como producto personal, social o natural. Los determinismos  desconocen  el principio de la libertad  sin valores previos  y justifican  su supresión y  supeditación. La libertad individual es sometida a pretextos colectivos donde  se minimiza a los pocos frente a los muchos. Una concepción de minoridad que presiona hacia la des legitimización de lo singular y que entiende la unidad como disolución  del  SER en el   “sujeto histórico nuevo”: la masa. Todo el que esta fuera de la  masa es declarado “perdedor”. ¿Y no es democracia el respeto al derecho de las minorías?

La aritmética del poder,  en su ética,  vive contando cuanto le toca o que parte le afecta a quien,  lógica  que pone en evidencia que el poder pretende redimirse disfrutando de lo “grande” (porque el tamaño le es importante), y lo omnisciente, lo omnipresente hace clímax. Se marca así una concepción del territorio y del cuerpo en el rumor de lo masivo, despreciando el deleite de lo individual minúsculo.

El  poder político encuentra su éxtasis en la turbulencia de la chusma  y se enreda en la microfísica de lo particular. Curiosamente por esto, mientras inaugura las megas construcciones, instituciones, a la par, estropea a un artista o a una mujer gorda;  una manifestación simbólica de la torpeza de un cuerpo  muy  grande  que perdió la sensibilidad de la partícula. El poder no es King Kong,  no ama al pequeño ser que puede tener en su mano. La ternura del gigante escasea a causa del dominio.

Todo ocurre en un contexto donde el uno por mil  pulula en los medios, cual remedios, y donde el poder  se irrita porque  la izquierda marxista asume al discurso ecológico, discurso ecuánime que  hace combinación de enunciados y visibilidades específicas de la presente formación histórica. Ahora que las agresiones del capitalismo se diversifican, la  dialéctica materialista  tiene el derecho y la obligación de interpretar la realidad para transfórmala. Ya Marx hablaba del mal desarrollo  y confrontaba otras formas de explotación. En el Capital  desarrolla el concepto de fractura metabólica   para designar los efectos del sistema capitalista sobre la interacción entre naturaleza y sociedad, y Engels dirá: “no reinamos en absoluto sobre la naturaleza como conquistadores, sino que le pertenecemos con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro cerebro, residimos en su seno; y  toda nuestra dominación radica nada más en la ventaja que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas, de conocer sus leyes, sirviéndonos de ellas juiciosamente”. Contundente. Es agenda de pertenencia de la izquierda mundial la ortodoxia laboral y  la plataforma contra el mal desarrollo. Curiosamente lo laboral y lo ecológico son el lado más derechista del régimen.

 

lalineadefuego
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PENSAMIENTO CRÍTICO
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1 COMENTARIO

  1. No entiendo porque lo laboral y lo ecológico son el lado derechista del régimen, cual régimen y por que¿ Siempre pensé que ambos conceptos eran manifestaciones del régimen socialista; debido a que el régimen socialista hace incampie en preservar los ecológico y luchar por mejores condiciones de los obreros.

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