El Hoy <www.hoy.com.ec>
18 enero 2013
Los festejos de la impresionante victoria electoral de Rafael Correa, lleva a varios a rápidas conclusiones sobre el comportamiento político de los electores ecuatorianos. Si creyéramos a varias afirmaciones los ecuatorianos adherirían a un proyecto de Revolución Ciudadana. Más allá del hecho que es difícil identificar un proyecto o programa de la mencionada revolución, es claro que tantos votantes por Correa no tienen el mismo pensamiento político ni la mayoría es de la misma tendencia o como los datos de estudios lo indican un buen 40% del electorado no tiene este tipo de opciones y se define por otros criterios que los de tendencias políticas o de amplios programas como pretende ser la que encarna Correa. Si siguiéramos los argumentos oficiales y de opiniones contrincantes, ahora tendríamos más de 50% de la población que sería de izquierda, lo cual resulta muy difícil de creer o de entender. Sería pues el país de mayor izquierda del planeta cuando en estudios y encuestas no son las ideas predominantes ni Alianza País, en particular el discurso de Correa, lo demuestran.
Por lo mismo, nos hemos preguntado, qué lleva la gente a votar por Correa. No consideramos lo que la campaña electoral puede indicar de una condición muy favorable al actual ganador, por ahora.
La constatación primera es que el electorado que adhiere a Correa, los electores de AP, son personas de diversas condiciones sociales y de tendencias o definiciones políticas que coinciden en encontrar necesario apoyar a Correa. Los primeros resultados ya indican que Correa más que en las anteriores elecciones se gana el electorado que fue del PSC o del PRE o del PRIAN en la Costa y en la Sierra le ha carcomido los votos del PSP, a lo que quedaba de la izquierda de fuera del gobierno, simbolizados por Pachakutil y el MPD, así como ese sector de centro izquierda que no sabía a dónde ir. Aún más, en la región costera, los dirigentes de AP provienen en buena parte de este sector. Los que en la Sierra fueron predominantemente de izquierda en AP, poco a poco son desplazados. Así, los electores de AP, mal pueden ser predominantemente de izquierda y son más bien una vario pinto amalgama de tendencias y condiciones sociales.
En un estudio en los sectores populares de Guayaquil ya constatábamos que la mayoría de este sector, insatisfecho con ciertas políticas del gobierno, consideraba que de todos modos era el gobierno que más hacía por ellos con un crecimiento de servicios en salud y para los discapacitados pero sobre todo había lo que hemos llamado la idea de la redención social, que encarna la idea de la esperanza. Esto es un contraste con el pasado de frustraciones acumuladas del pasado reciente. Es el mayor éxito de Correa el haber ofrecido un discurso incluyente de los marginados y excluidos, con demagogia o no, el ha logrado volver a la idea de pertenecer a un conjunto llamado Ecuador una posibilidad de alguna idea de igualdad.
En un rápido sondeo que hemos realizado en varios sitios de voto de Quito, este día de elecciones, un gran porcentaje dice que decidió su voto en el curso de la campaña electoral. Sin embargo, sus ideas ya indican que había cierta predisposición para aceptar a Correa. Pues, en los sectores populares priorizan en sus argumentos que lo importante del gobierno son las obras que realiza y la mayoría identifica con precisión que al uno le sirve el carnet del CONADIS, al otro el bono de desarrollo humano, al otro un empleo público o la beca para su hija. Este clientelismo claro es el predominante.
Pero para los sectores medios, en cambio, lo atrayente es la idea de un gobierno que tienen continuidad y en principio garantiza estabilidad, es decir un sistema de orden que también contrasta con el pasado.
Basten estos ejemplos para concluir que no son opciones ideológicas o programáticas las predominantes en este electorado pro-Correa. La idea de redención, las obras clientelares, o esta de la continuidad y orden, que conciernen a sectores diferentes son decisivamente orquestadas en el proceso de la campaña electoral.
La mayoría ha definido su predisposición a favor de Correa por las ideas vehiculadas en la campaña electoral permanente y la precampaña electoral en la que los contrincantes no pudieron posicionarse.
La importancia de los medios para definir las posiciones, en particular la Tv, nos lleva a decir que Correa es el personaje mediático que gana a los demás. Es la hipertrofia de la construcción de la imagen hecha para cada público al punto que al parecer la persona Correa se convence de sus personajes y cumple fielmente su rol de convencer a los demás de todo o de nada. Mejor candidato imposible, pues los diseñadores de campaña tienen en él un personaje perfecto, pues ya es buena ficha para ello y de suplemento le gusta jugar el rol de candidato. En contraste, todo indica que el éxito de Correa es el vacío de los contrincantes, no pudieron posicionarse ni al prensa contribuyó a vehicular sus posiciones y de suplemento todos estuvieron a la defensiva. EL peso de uno el vacío de los demás hace el gran triunfo, desde luego hábilmente construido desde años.
Aplastante sí, la imagen que tengo es que este triunfo de Correa y su partido ha pulverizado al resto de partidos políticos. Han sido reducidos a ingenuos contrincantes, donde ya hasta han comenzado a pelearse por lo sucedido. Es una maquinaria nunca vista lo que sucede ahora en Ecuador. Al escritor del artículo se le olvida citar la enorme inteligencia de Correa, y sobretodo una cosa poco vista en los presidentes de la actualidad: posee talento. No son sus discursos de palo, sino alegorías explicativas donde los auditorios se sienten respetados e incluidos como valiosos escuchas. Algo que por ejemplo han ignorado el resto de candidatos, y es que más que una técnica o habilidad eso tiene más bien que ver con la forma de ser. Y eso es un gran punto de humanidad. Capaz de convulsionar a una recicladora de basura como a un miembro de su gabinete que asiste a un discurso suyo en el Salón amarillo, o a un extranjero que pasaba por ahí… Ver el artículo:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=164018.
Más allá de que nos guste o no habría entonces que reconocerle la sutil forma de colocar en la periferia (o en el limbo) al PSP, MPD, PSC, PRIAN, etc. Esto es algo único en la historia, los discursos de palo han muerto, y con ellos sus partidos (excepción única CREO y su patético candidato Lasso -una especie de Alvaro Noboa, un poquito más enterado-). Sea la época del discurso vital, con humor e ironía y valientes dardos hacia reconocidos capataces políticos que han perdido voz (grito) y hasta la ilusión de la administración de la hacienda pública!
Más allá digo, de que guste o no Correa si hay que reconocerle que está jubilando a unos cuantos nombres vergonzosos en la historia de nuestro país.