ARNALDO OTEGI COMO EXPRESIÓN DE LA LUCHA DE LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIAL DEL PUEBLO VASCO
Katu Arkonada*
Traigo en una mano la rama de olivo
y en la otra el arma de los que luchan por la libertad,
no permitan que deje caer el olivo.
Yasser Arafat, Asamblea General de Naciones Unidas, 1974
El 14 de noviembre de 2004, la izquierda independentista vasca, o Izquierda Abertzale, presentaba en el velódromo de Anoeta, Donostia (San Sebastián), una propuesta política y metodológica para resolver el conflicto político militar que enfrenta al movimiento de liberación nacional y social vasco con los estados español y francés. Y lo hacía en un acto solemne por medio de su portavoz, Arnaldo Otegi, en un atril engalanado con una kufiya, el tradicional pañuelo palestino, en homenaje a Yasser Arafat, que había muerto 3 días antes, y la lucha anticolonial por la liberación nacional de todo el pueblo palestino.
Propuesta de Anoeta
Ese día, los miles de militantes de la izquierda independentista vasca que nos encontrábamos en Anoeta, sentimos que estábamos ante un momento histórico, que nos acercaba a la resolución del conflicto que tanto sufrimiento ha traído a nuestro pueblo. Arnaldo Otegi nos planteó que construir un proceso de paz, de superación de un conflicto político y armado, era más difícil que plantear una estrategia de confrontación, que era más difícil hacer la paz que la guerra, porque hacer la paz significaba sacar el conflicto político y armado de las calles y llevarlo a la mesa de negociación, buscando la alianza con nuestros adversarios, y llegar incluso finalmente a buscar la complicidad de nuestros enemigos.
Todo el acto fue una apología en favor de la negociación como vía para superar un conflicto enquistado que hasta el momento nos ha dejado cientos de muertos de ambos lados, así como miles y miles de personas desaparecidas, torturadas y exiliadas, además de los más de 730 compañeros y compañeras actualmente encarceladas en prisiones de los estados español y francés, dispersadas además a cientos de kilómetros de sus lugares de residencia como castigo añadido para sus familiares y los propios presos. Pero no se llegaba a ese acto a la desesperada, sino tras haber analizado profundamente los procesos de resolución del conflicto armado en Irlanda y Sudáfrica, muchas horas de dialogo con sus actores principales y numerosos viajes para aprender in situ sobre la metodología utilizada.
Pero en ese acto Batasuna, por medio de su portavoz Arnaldo Otegi, iba más allá, comprometiéndose con la pluralidad del pueblo vasco y el respeto a la decisión popular del mismo, proponiendo como metodología de resolución dos mesas de negociación, una entre los partidos políticos vascos para resolver las cuestiones políticas, y otra mesa de negociación entre ETA y los estados para resolver las cuestiones relativas a la desmilitarización del conflicto, lo referente a presos, refugiados, y victimas multilaterales en general.
Aquel acto concluyó con un alegato final de Arnaldo Otegi, recordando la intervención de Arafat en la Asamblea de Naciones Unidas, dejando claro que la izquierda independentista vasca se presentaba aquel día frente a los estados, frente al pueblo vasco y frente a la comunidad internacional, con un ramo de olivo en la mano. La petición fue clara, que nadie dejara caer ese ramo de olivo.
Y sin embargo, el Estado Español no solo dejo caer el ramo de olivo, la propuesta de paz de la Izquierda Abertzale, sino que lo pisoteo y encarcelo. Tras romperse el alto el fuego y el proceso negociador nacido de la declaración de Anoeta, que duro de marzo de 2006 a junio de 2007, el 8 de junio, 3 días después de que ETA declarase el fin del alto el fuego, Arnaldo Otegi es detenido y encarcelado para cumplir 15 meses de prisión por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo, al haber participado en un homenaje a Jose Miguel Beñaran ‘Argala’, histórico dirigente de ETA durante el franquismo, asesinado por el ultraderechista Batallón Vasco Español en 1978 mediante la colocación de un artefacto explosivo en su auto.
Arnaldo sale de prisión en agosto de 2008 declarando su apuesta firme por el dialogo y la negociación, y en eso estaba, trabajando al interior de la Izquierda Abertzale para lograr un resolución del conflicto en clave pacífica y democrática, cuando en octubre de 2009 es detenido junto a otros dirigentes en el llamado caso Bateragune, un desesperado intento del gobierno español por cercenar la esperanza para la paz por la que apostaban Arnaldo y otros compañeros, que trataba de impedir un cambio de estrategia de la Izquierda Abertzale.
Zutik Euskal Herria
Pero el Estado no conseguía abortar la iniciativa que se estaba gestando, y un mes después, en noviembre de 2009 en Altsasua, nada es casual[1], se presenta una declaración unilateral en la que la Izquierda Abertzale apuesta por un proceso democrático y una confrontación por vías exclusivamente políticas y democráticas demandando a su vez un dialogo entre ETA y el Estado Español. A esta declaración le siguió en marzo de 2010 la presentación del documento Zutik Euskal Herria, debatido en cientos de asambleas con la participación de más de 7000 militantes en todos los barrios, pueblos y ciudades de la geografía vasca, en el que además de hacerse un repaso a 30 años de lucha política de la izquierda independentista vasca, se apuesta por la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica, y por un proceso democrático en ausencia de violencia dentro de una estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas. Todo ello con la finalidad de avanzar por medio de la construcción nacional y el cambio social hacia los objetivos estratégicos de la Izquierda Abertzale, la independencia y el socialismo, y mediante vías exclusivamente políticas y no violentas en este momento histórico.
En respuesta a este documento consensuado entre toda la militancia de la Izquierda Abertzale, la organización armada Euskadi Ta Askatasuna (ETA) anuncia en septiembre de 2010 a través de la BBC británica un cese de las acciones armadas ofensivas. A ese comunicado le seguirá otro en enero de 2011 en el que ETA ratifica el alto el fuego declarándolo permanente, general y verificable.
Pero a pesar de tantas ramas de olivo tendidas por el conjunto de la izquierda independentista vasca, además de un creciente éxito electoral, en el que tras las elecciones municipales de mayo en las que impulsa un Frente Amplio soberanista[2] y se convierte en la segunda fuerza en número de votos y la primera en número de concejales y alcaldías logrando más de 100 alcaldías y 1100 concejales en el conjunto de los territorios vascos, el Estado Español sigue impulsando su estrategia represiva poniendo al servicio de esta cuestión de estado a toda su maquinaria represiva judicial, y condenando en septiembre de 2011 a Arnaldo Otegi y Rafa Diez a 10 años de cárcel por integración en ETA en calidad de dirigentes, además de condenar a 8 años de prisión a otros 3 militantes de la Izquierda Abertzale.
La sentencia, más allá de condenar a 5 compañeros por haber liderado un proceso de debate y cambio de estrategia en el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, acusados paradójicamente de integración en banda armada por proponer el cierre de un ciclo de 50 años de lucha político militar para hacer una apuesta por vías exclusivamente políticas y democráticas, es una sentencia dirigida contra la lucha de liberación nacional y social de todo un pueblo, que trata de impedir que se den nuevos pasos que afiancen el escenario abierto en Euskal Herria de manera irreversible y definitiva, porque como el propio Arnaldo escribía desde la cárcel recientemente, la sentencia busca hacer caer la rama de olivo, recuperando escenarios de confrontación armada que le den al Estado las excusas para esconder su absoluta debilidad política y su carácter autoritario y reaccionario, que no ofrece al pueblo vasco otra alternativa que no sea la crisis económica, la negación de derechos y la represión más cruel. La sentencia es demás terrorismo judicial que atenta contra las normas básicas del derecho internacional, y deberá ser recurrida ante los tribunales e instancias internacionales.
Perspectivas de futuro en la resolución del conflicto político
Hoy, en 2011, y en el corazón de la Europa de los estados y el capital, la sentencia contra Arnaldo, Rafa, Miren, Arkaitz y Sonia es una sentencia contra todo un pueblo, contra sus ansias de libertad. Por eso, por ellos, por todos los compañeros y compañeras encarceladas en prisiones de los estados español y francés, por los hombres y mujeres que han dado sus vidas luchando por la libertad de Euskal Herria, el pueblo del euskara, nuestro idioma originario, el más antiguo de Europa, debemos levantarnos a pesar de los golpes, recoger el testigo de los que lo han dado todo, y continuar la senda de nuestra liberación como pueblo. Las condiciones para el cambio político y social están dadas gracias a la lucha histórica de la Izquierda Abertzale, y recordando de nuevo palabras de Arnaldo Otegi, hay que configurar un bloque histórico, de izquierdas y popular, para llevar el proceso de liberación nacional y social hasta el final.
Porque la Izquierda Abertzale no nació para resistir, ni tan siquiera para responder, nacimos para ganar, y en ese sentido, al igual que Palestina está luchando por la justa demanda de ser reconocida como el Estado 194 de las Naciones Unidas, debemos seguir en la lucha por conseguir un Estado vasco independiente y socialista, que desde el internacionalismo sea solidario con todas las luchas de liberación nacional y social de los pueblos oprimidos. Porque aun en el Norte, en un sistema mundo capitalista, el pueblo vasco es parte de una periferia, de un Sur en resistencia y en ese camino y en esa lucha que todavía nos queda por transitar, necesitamos también el apoyo solidario e internacionalista de otros pueblos en lucha y resistencia. Sabiendo que nuestro marco de resolución es el europeo, también necesitaremos de la complicidad y apoyo de los pueblos y nacionalidades latinoamericanas, de sus partidos políticos de izquierda y gobiernos aliados, de sus movimientos sociales y pueblos indígenas, y de los intelectuales orgánicos al servicio de la emancipación del Sur. Ayúdennos a recoger la rama de olivo y transitar con ella el camino de nuestra liberación nacional y social, no permitamos que nadie la deje caer de nuevo.
*Katu Arkonada es militante de la izquierda independentista vasca