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jueves, mayo 2, 2024

¿SELVA EN VEZ DE PETRÓLEO? DIRK NIEBEL[i] Ministro de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania

Se evitan los incentivos políticos

¿SELVA EN VEZ DE PETRÓLEO?

DIRK NIEBEL[i]  Ministro de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania

Taz Die Tageszeitung <www.taz.de>

Suena tentador: La comunidad internacional aporta solidariamente a un fondo, con el cual se financiarán medidas de protección del bosque tropical Yasuní.

A cambio de ello, el gobierno ecuatoriano se abstiene de otorgar los permisos para la explotación petrolera en la región. Un enfoque pedagógico, según María Espinoza, Ministra de Patrimonio Natural y Cultural, el 13 de septiembre en el TAZ[ii].

Ella dijo que la iniciativa “Selva en vez de petróleo” supera “con creces el tema de la transferencia de dinero”. Por lo tanto, muchos lo consideran un proyecto magnífico. Y, tal vez sea, para algunos políticos, un titular impresionante. ¿Conque un proyecto magnífico?

 

La semana pasada visité Brasil, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo. Quedé impresionado con el primer mecanismo de financiación a nivel mundial para un régimen de REDD. REDD significa Reducción de las Emisiones de la Deforestación y la Degradación de bosques.

Brasil implementa este enfoque a través del Fundo Amazônia  “Fondo Amazonía para la Protección del Bosque y el Clima”. Brasil quiere reducir en 80 por ciento la deforestación en la Amazonía hasta el año 2020. Ello requiere el uso de recursos considerables, los cuales deben ser captados en parte a través del fondo, un mecanismo de financiación que conecta, por primera vez, la deforestación en la Amazonía con el debate internacional sobre el clima.

Actualmente se lleva a cabo una intensa y comprometida discusión respecto a las posibilidades de encontrar vías innovadoras para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Esta discusión es importante, en virtud de que, al fin y al cabo, se trata de la lucha por proteger eficazmente los bienes públicos globales.

La conservación de la biodiversidad y la protección del ambiente y del clima revisten una gran importancia para la política alemana de desarrollo. Solamente para América Latina, empleamos para ello aproximadamente 120 millones de Euros por año. En nuestra cooperación hemos ganado muchas experiencias. Una experiencia importante es: No todo lo bien intencionado funciona bien.

También en Ecuador, apoyamos la protección de la biodiversidad, del clima y de la población indígena. He ratificado reiteradamente este compromiso, en virtud de que tenemos un interés común en la conservación del bosque tropical.

Éste es indispensable para el clima a escala mundial, motivo por el cual su destino afecta también de un modo directo a Alemania. Es decir: Comparto expresamente los objetivos de la política ambiental del gobierno ecuatoriano. Y, aún así, considero que el Fondo Yasuní  es un instrumento desacertado.

Base de cálculo errónea

Cambio de escena hacia Brasil. La cantidad de recursos que pueden ser retirados del Fondo Amazonía para combatir la deforestación se determina en función de la tasa de deforestación. Si la misma disminuye en relación a un valor referencial, se aportan dineros al fondo.

Si la deforestación aumenta, no se efectúan aportaciones. Por lo tanto, la cantidad de fondos que se captan se calcula con base en la tasa reducida de deforestación en el bosque tropical amazónico. La verificación de los efectos logrados se fundamenta a través de una estadística de deforestación calculada por vía satelital.

El mecanismo premia la actuación y se mide con efectos concretos. Un enfoque pedagógico, para reproducir las palabras de María Espinoza. En el Yasuní, esto se ve diferente.

 

A diferencia del Fondo Amazonía, la cantidad de las contribuciones en el Yasuní-ITT se determina por los ingresos no percibidos de los recursos petroleros, pero no por la reducción de emisiones de CO2, basada en la deforestación evitada. Ello no promueve incentivos políticos. Se recompensa la abstención de la explotación petrolera, mas no la protección activa del bosque o de la población indígena. ¿Un enfoque pedagógico?

A ello se suma: Aún se están discutiendo los detalles del enfoque REDD a nivel internacional. Con la estructura del Fondo Yasuní, nos quedaríamos atrás en relación al nivel actual de la discusión, especialmente en lo concerniente a los estándares sociales y ecológicos mínimos, a la participación de los grupos indígenas y de la sociedad civil y a las mediciones necesarias de los efectos.

Nosotros crearíamos en su lugar un mecanismo adicional. Ello contradiría claramente la agenda de la eficacia internacional, de París, Accra y Busan, a la vez que, no obstante los intensos esfuerzos por promocionar el fondo, no se detecta un amplio apoyo internacional de otros donantes para el mismo.

Ninguna recompensa negativa

 Quien habla de proyectos pedagógicos, debe ser consciente de las consecuencias de su proceder: Una gran parte de la existencia de recursos se encuentra en los países en vías de desarrollo y en los emergentes.

Por consiguiente, de manera muy consciente, no creo ningún precedente que desemboque en nuevas demandas de proporcionar recursos financieros para prescindir de daños ambientales – al igual que yo no establezco un fondo como recompensa por que los barcos con alimentos dejen de ser asaltados por piratas frente a Somalia.

 

Mi objetivo, como Ministro de Desarrollo, debe ser apoyar a nuestros países contraparte para que sus riquezas en recursos sean una bendición y no una maldición para ellos. Esto lo podemos lograr de la mejor manera, haciéndoles ofertas de apoyo acordes, como por ejemplo REDD en el sector ambiental.

Soy consciente de que: A quien advierte sobre las debilidades del enfoque del proyecto Yasuní, rápidamente se le atribuye estar más interesado en los recursos que en la protección del bosque. Asumo lo que implica la mala prensa,  pues se trata de una cuestión metodológica básica: Prescindir de la explotación petrolera lisa y llanamente no es suficiente para proteger el bosque, y los pagos de compensaciones constituyen un enfoque poco promisorio de éxitos en materia de protección climática.

 

Lo que suena tentador no es precisamente el camino adecuado. Comparto los objetivos del gobierno ecuatoriano, pero no comparto, explícitamente, el instrumento que se pretende. Para Ecuador es crucial aprovechar el momento internacional para una mayor protección del clima y del bosque.

 

Por lo tanto hemos sugerido al gobierno ecuatoriano extender a la región del Yasuní el marco del compromiso existente con REDD en Ecuador.-

 


[i] Dirk Niebel es ministro de Cooperación Económica y Desarrollo (FDP) del gobierno federal de Alemania. El 24 de septiembre, el ex ministro de energía, Alberto Acosta, responde en el TAZ a este artículo.

[ii] Portal de noticias (www.taz.de)

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