Suben los combustibles, sube el hueso y nos tuercen el pescuezo. El regalito que faltaba para que “el ruedas”, ese señor mal ensamblado, se despida. Después de que el pan subirá de 12 a 20 centavos este 24 de mayo, ya ni Cristo tiene esperanzas. Él, que multiplicaba los panes, hoy no le quedará más remedio que dividir las penas. Las cosas como son: al pan, pan y al Boltaire, hijo de polvo sin hornear. Porque primero fue el verbo, luego –seguro–, el pan. Gracias a sus medidas tomadas en plena pandemia (hasta pandemia empieza con pan), hoy veremos cómo todo se va por las nubes.
Hace muchos años que uno no escuchaba lo que decía mamá y papá en tiempos de crisis: ¡Uy, los precios están por las nubes! Y uno se quedaba viendo al cielo, esperando que algún precio le cayera en la cabeza.
¿Cómo rezarán los ecuatorianos antes del desayuno y después del 24 de mayo? Cuando lleguen al “danos hoy el pan nuestro de cada día”, las familias humildes se quedarán viendo con resignación, dibujando un silencio incómodo. Habrá que adaptarse: “danos hoy el medio pan nuestro de cada día”. Porque así va a tocar. O aquello de “ni mesa sin pan, ni ejército sin capitán”. Habrá que rendirle pleitesía al pancito duro, “de-antes-de-ayer-nomás-es”. O “lágrimas con pan, pronto se secarán”. Ya no aplica. Hoy lloré todo el día y toda la semana.
Y no me vengan con eso de que cambien la dieta. No es tan fácil cambiarla de la noche a la mañana. Reemplazar el pan, ¿por qué? Por verde o por tortillas de harina. El pan es pan desde que el mundo es mundo, no jodan: ¡14.000 años llevamos comiendo pan! Algunitos que hablan desde el privilegio dan ganas de embalsamarlos con levadura.
Incluso esa palabra maravillosa que muchos emplean en lo cotidiano (compañero, compañera) y que significa “compartir el pan”. ¿Ahora cómo será? ¿Conmediopañero? Cuando una pareja pobre va a tener un hijo, sus amigos y familiares les dicen con ahínco: “tranquilos, todo niño llega con un pan bajo el brazo”. ¿Y ahora cómo llega? ¿Con bolón de verde? ¿Con tortilla de yuca? Cobra vigencia, hoy más que nunca aquello de: ¡estamos en la masa!
Y el pan es solo el inicio. Porque si sube el pan, obvio, todo lo que tiene que ver con harina, ídem. Hasta los maestros albañiles, esos constructores nuestros de cada día, tendrán que sumar unos centavos más a la obra. Porque el pan con cola no se paga solo. Y no faltará el señor de la ferretería que justifique el alza del precio de los clavos por culpa del pan. ¡Por los clavos de Cristo! Y el cuerpo de Cristo es como si fuera pan. Y los empresarios dirán que les cuesta más un empleado desde que subió el pan, así que habrá reajuste de personal, que es como hacer rodajas con lo que hay. ¡Y así!
No me quiero imaginar las guaguas de pan en finados. Si así ya son caras. Con estos precios ya solo será colada morada con… con cachitos; o guaguas sin cuerpo, solo cabeza. Ese pancito con ajo, chao. Ese otro pancito con guatita, adiós. Aquello de: “mas que sea tómese una agüita con pan, ya no aplicará más”. La palanqueta será solo para los que visitan el supermaxi. Los panaderos más creativos inventarán pan de 12 centavos, de esos que al morderlos a uno le levantan el peinado, porque serán puro aire.
Si antes recordábamos con orgullo el glorioso 24 de mayo, ya no va más. Justo en ese día nos suben el pan y, de pasito, nos instalan a otro verdugo en la panadería. Es que, el que viene y el que se va, son de los que siempre se roban el pan antes de que esté la leche. Así que ya sabe, este 24 de mayo, salga a su balcón, cómase su último pan de 12 centavos, y duro con esa cacerola. Que retumbe en los oídos de ese parcito, mientras todos les hacemos palanqueta.
Cuando una pareja pobre va a tener un hijo, sus amigos y familiares les dicen con ahínco: “tranquilos, todo niño llega con un pan bajo el brazo”. ¿Y ahora cómo llega? ¿Con bolón de verde? ¿Con tortilla de yuca? Cobra vigencia, hoy más que nunca aquello de: ¡estamos en la masa!
Caricatura: Cortesía Vilmatraca / https://www.facebook.com/vilmatracas
Estimado Hugo: Ud. se preocupa por la subida del pan mientras la inflacion es negativa, sabe lo que es eso y desde luego, todo es culpa de Lenin, se olvida que estamos en la peor pandemia en un siglo. Por otro lado, alguna vez escriba sobre los cuentos millones de bolivares que cuesta un pan en Venezuela y esa la direccion a la que nos queria llevar Arauz con su plan desdolarizador.