Entre enero y septiembre de 2021, el país registra 1.742 homicidios intencionales, media que se ubica 3,6 puntos por encima del promedio mundial y 14 puntos por debajo de la media regional. Según datos oficiales del ministerio de Gobierno, el 61%, de ellos han sido clasificados como de carácter “criminal”, es decir que el motivo fue el lucro por parte de los perpetradores.
Excluyente, plagado de inequidades, altamente violento, corrupto y discriminatorio, el modelo carcelario que ha dejado tres masacres en menos de un año, tiene un proceso y una génesis que exigen una mirada histórica para poder entenderse dentro de una dinámica regional.