Enero 31 de 2017
De gana se enojan los radio Visión y sus seguidores. De gana. Cuando de lo que se trata es de juntar esfuerzos para hacer de la Comunicación un servicio público para todos, como cualquier servicio público o como cualquier público que va al servicio.
El Cordicom lo que quiere es aunar esfuerzos entre lo laico y la religión. Que todos nos llevemos bien como hermanos. La Iglesia cristiana el Verbo lo que anhela es trabajar conjuntamente con Radio Visión, no quitarles la frecuencia; sobre todo porque ha notado que muchos de los programas de la emisora en cuestión se alejan de la palabra divina. Es decir, son medio pecaminosos quienes están al frente de la radio.
Lo que proponen, y en eso les damos la razón, es generar una nueva línea editorial. Nosotros como Cordicom vemos con buenos ojos que por ejemplo Diego Oquendo se convierta en Pastor y que su hijo Diego sea el director del coro musical y que su hija Michelle recoja los diezmos con entrevista previa. Es cuestión de adaptarse nomas.
Recuerden que está en juego la redistribución de las frecuencias, y por lo mismo hay que redistribuir también las ideologías. La radio podría llamarse, si Don Diego lo consiente, El Verbo con Visión. Y ya. El señor que dirige Encuentro podría tener un segmento que se llame Al Encuentro con Aleluya. Y la señorita Michelle haría un celestial programa que podría titularse Desde mi corintios a tu visión.
Se dan cuenta que sólo es cuestión de hablar. Para eso no hacía falta ni concentraciones ni marchas ni palabras de más. Súmense señores de Radio Visión. Arrepiéntanse de todo lo malo que han hecho, y sin duda, el verbo les dará trabajo. Don Oquendo, a las cinco de la mañana lee la Biblia y a las seis treinta los periódicos. Envés de repetir cordial de forma seguida pronuncia mejor, evangelios cada diez minutos. Y quien sabe, en lo posterior hasta les regalen una beca para madurar en Cristo allá por Guatemala.
Porque creemos que la palabra del Señor está primero. Este país necesita moralizarse ante tanta crisis de valores. Nosotros, seres iluminados por la gracia divina, aprobaremos esa frecuencia para quien sepa conjugar de mejor manera el verbo en infinitivo “castigar”. Amén.