06 de febrero 2018
Querido nieto: ¿¡Y ahura que ganó el sí!?
Otra vez tu abuela. Verás lo que siento. Viéndole sonreír a un banquero y al representante con bigote de la oligarquía guayaquileña, darme unas arcadas a razón de seis por minuto. Unas infinitas ganas de escupir en la tele. Sí, yo tampoco le quiero al Rafico, mejor que se vaya nomás a su ático, pero la regamos de nuevo, otra vez, a cada rato. ¡Qué iras! Le dimos mucho poder al mamitico ojiverde, pero a este otro hasta con yapa.
Ese monstruo de dos cabezas llamado Alianza País nos dejó fritos. Si los Alvarado, los Meras, los Ochoas, las Aguiñagas, los Glas, eran como para sentir que el asco tenía nombre y apellido, no me quiero ni imaginar al clan de los todo SÍ. La náusea con dientes al acecho. Ya se vienen las cuentas por cobrar. El banquerito atuspado ése del Guillermo ya empezó con su discursito de cajero automático. Luego pedirá el desayuno ejecutivo el Bucaram y su combo de guardaespaldas. El Lucio y Alvarito solicitarán almuerzo para dos con postre, y la cena con caviar es sin duda de los socialcristianos. Por ahí pedirán las sobras el Jairala, el Montúfar, los Unión MPD o lo que sea y los reciclados ID.
Cuando un banquero sonríe es que algo malo, muy malo, terrible va a pasar. Risa apocalíptica le llaman los cristianos. Mejor, a persignarse con las dos manos. De terror lo que se viene. ¿Te imaginas qué nomás se dirán en reunión de banqueros? ¿Hablarán de rebajarse las ganancias para dárselas al pueblo que los enriquece? A tu salud dirá Guillermo, a la tuya Abelardo. A brindar con copas electrónicas. Y si también sonríen la cloaca de invitados ad-honorem que tanto daño le ha hecho al país, ya no hay salvación posible. Mejor a meter la nariz en un tubo de escape.
Ese Consejo de Participación Ciudadana será la ruleta de la alegría de la derecha ecuatoriana. Verás mi querido nieto, te apuesto que de ley, pero de ley habrá representantes de lo más rancio de la oligarquía ecuatoriana. ¿Apostamos? Ya sabes que conmigo pierdes. Quisiera equivocarme y luego decir, ve, gente decente en ese Consejo. Pero ¿será? No creo. Ya están afilando los dientes esos seres altruistas de las Cámaras empresariales que nos dan tanto trabajo, que gracias a ellos somos lo que somos, que tanta riqueza aportan al país. Ya se echaron la Ley de Plusvalía y ahora se han de volver recomendólogos, nada de más leyes de plusvalía, cómo se les ocurre.
Y los recomendólogos serán por decenas. Los Nebot recomendarán, los Lassos recomendarán, los medios de comunicación y sus pop stars veras-pinargotis-hinostrozas recomendarán, los Bucaram, ídem, las FFAA también, la Asociación de Banqueros ni se diga, los Rodas otro tanto, los académicos académicamente acomodados, tan.
Mejor dicho, nieto querido, la telenovela continuará, a la misma hora y por los mismos canales.
Chao ve, nieto ingrato, y visitarasme, que medio desorientado te noto sin tu líder.
Con cariño, la abuela.
Y en serio, ¿Usted que recomienda? Se ha convertido en un criticologo.