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viernes, noviembre 22, 2024

DIOS Y LA BAUXITA EN LA MONTAÑA DE NIYAMGIRI. por Joan Martinez Alier

El estado de Odisha (al este de la India, llamado antes Orissa) es proveedor de materias primas, carbón, mineral de hierro, bauxita, hidroelectricidad. Es también un estado con un porcentaje relativamente alto de población tribal. Entre sus grupos tribales están, en los distritos de Rayagada y Kalahandi, los Dongria Kondh. Tras diez años de pelea, la minería de bauxita en la montaña de Niyamgiri en Odisha en la India está siendo frenada por la decisión de este pueblo local, los Dongria Kondh, que consideran que la montaña es sagrada, un verdadero dios en su panteón. La Niyamgiri Hill da su sustento a varias aldeas de los Dongria Kondh. Es también un lugar hermoso, con árboles llamados “sal” (shorea robusta), y con mucha biodiversidad.

El mineral de bauxita está en la parte más alta de esas montañas que tienen algo más de mil metros de altura. Allí cae y se recoge la lluvia, no es buena idea hacer enormes excavaciones para la minería a tajo abierto. En diciembre de 2006 yo mismo subí a esta montaña, eso era al principio de la lucha. Otros académicos, periodistas, activistas y eco-turistas han visitado el lugar, es ya un conflicto típicamente “glocal” (es decir, a la vez local y global). Amnistía internacional y Survival, han difundido el problema y han participado en las manifestaciones en Londres (donde la compañía minera, Vedanta Ltd., tiene su sede).

Las luchas anteriores en Odisha desde hace más de treinta años contra la minería de bauxita por empresas estatales o privadas han sido espléndidamente documentadas por Felix Padel y Samarendra Das. El libro de Padel y Das se llama Out of this Earth: East India adivasis and the aluminium cartel. Y el mejor documental se llama, Matiro Poko, Company Loko, es decir, ¿gusano de tierra (como los habitantes se llaman a sí mismos) o ejecutivo de compañía minera? A veces se ha ganado pero a menudo han perdido. El caso de la Niyamgiri Hill es especial.

Hay mucha bauxita en esa montaña. Vedanta Ltd construyó ya hace seis años una refinería en Lanjigarh, a los pies de la montana, para fabricar aluminio. El residuo es lo que se llama barro rojo, muy tóxico. Esa fábrica, de un millón de toneladas anuales, ha funcionado intermitentemente con bauxita de otros lugares bastante lejanos traída por tren y carretera. Eso es caro y además muy contaminante.

Tras largos procesos administrativos y judiciales, el 10 de agosto de 2010, el Ministerio de Bosques y Medio Ambiente había suspendido la licencia para sacar bauxita que había conseguido Vedanta Ltd. El Ministerio había nombrado un comité técnico, el Saxena Committee, que halló que Vedanta Ltd había infringido la legislación forestal que protege a grupos tribales, los adivasis.

La decisión del ministerio de 2010 no se basó en la sacralidad sino en infracciones a la legislación forestal específica para grupos tribales (adivasis, en la India), protegidos también en la Constitución. En abril de 2013 la Corte Suprema dictaminó que la mina solo podía ir adelante si los propios Dongria Kondh, en sus asambleas, daban su acuerdo. En julio y agosto de 2013 se está siguiendo este procedimiento. Las diez primeras aldeas consultadas ya han rechazado la minería ante los funcionarios judiciales y periodistas. Ellos hablan su idioma, Kui, en esas asambleas se está hablando también Oriya (el idioma de Odisha), Hindi y sin duda un poco de inglés. Y se esgrimen diversos lenguajes de valoración: el dinero y las compensaciones materiales que la empresa podría dar; las obligaciones que impone la legislación, los derechos territoriales indígenas, los derechos humanos; el sustento directo de la vida en el mercado o fuera del mercado, el agua, la madera, las plantas medicinales, los alimentos silvestres y los cultivos; los valores ecológicos, las especies protegidas.

Con toda la complejidad técnica, económica, socio-política del caso, por no hablar de la importancia y jerarquía entre dioses (¿como el cerro Wirikuta en México?), esta vez parece que la justicia ambiental y el ecologismo de los pobres e indígenas va ganando.

Vedanta Ltd dice: ¿cómo se va a desperdiciar tamaña inversión en una economía sedienta de aluminio como la de la India? ¿cómo vamos a aceptar que la montaña de dónde la bauxita llegaría por cinta transportadora, es “dios”?. La bauxita es del estado, ¿qué dicen las leyes de la India, no puede prevalecer el interés general? ¿y si hace falta, no es posible dar una compensación monetaria a esos pocos miles de pobres individuos tribales y acabar con el asunto?

El tema no es de derechos de propiedad ni de dinero.

 

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