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EL COLONIALISMO SIGUE INTACTO Atawallpa Oviedo Freire

www.vitalismoandino.blogspot.com

24 agosto 2014

 
La colonización llegó a Amaruka (América) hace más de 500 años y sigue reinante. El colonialismo no es un proceso terminado o acabado, todo lo contrario está más vigente que nunca, lo que vale decir que el etnocidio y el genocidio no han parado hasta el día de hoy. Incluso ahora es más fuerte con el epistemidicio acelerado, encontrándonos actualmente en la etapa de conquista definitiva luego de un proceso de paulatina invasión por parte del eurocentrismo.

En este sentido es importante tener muy en claro que la única diferencia, es que antes de la eufemística y canturreada Independencia, la colonización la ejercían desde afuera los propios conquistadores europeos, y después de ello la vienen desplegando desde adentro sus descendientes y herederos. En consecuencia no ha habido ninguna independencia y peor habrá una “segunda y definitiva independencia”, pues la independencia debe ser total y no solo política, ante todo gnoseológica para evitar la desaparición definitiva de los saberes y paradigmas ancestrales.

Es decir hubo una independencia política, mas continuó y se profundizó la dependencia cultural, jurídica, educativa, económica, filosófica, paradigmática…en todos los gobiernos que se han precedido en el poder. Desde la creación de la República del Ecuador hasta nuestros días no hay un cambio real para los pueblos colonizados. En la Constitución del año 1830 se señala en su Artículo 12: “Para entrar en el goce de los derechos de ciudadanía, se requiere: Ser casado, o mayor de veintidós años; Tener una propiedad raíz, valor libre de 300 pesos, o ejercer alguna profesión, o industria útil, sin sujeción a otro, como sirviente doméstico, o jornalero; Saber leer y escribir.”

Consecuentemente el 90 % de la población no eran ciudadanos, es decir, el beneficio de la Independencia fue para tan sólo el 10 % de la población. Incluso se dejó bien en claro la continuación de la dependencia del pueblo hacia los hijos de los españoles nacidos en Amerindia. Esto es, el cambio de la dependencia de los chapetones hacia los criollos y que se ha mantenido inalterable hasta el día de hoy. A lo cual lo ensalzan como la Gran Revolución de Quito (nombre indígena), cuando el desprecio a los indios seguía intacto, tal como lo indicaba el Artículo 68 de 1830: “Este Congreso constituyente nombra a los venerables curas párrocos por tutores y padres naturales de los indígenas, excitando su ministerio de caridad en favor de esta clase inocente, abyecta y miserable.” Algo que no ha cambiado en esencia, por más que hayan introducido ciertos cambios especialmente en la última constitución del 2008, pues el 10% de la población ecuatoriana sigue teniendo el 80% de la riqueza del país.

En definitiva, los colonialistas y los colonizados en estos 500 años de adiestramiento y de reducción se han vuelto más conquistadores que los primeros invasores, llegando al extremo actual de desenvolverse y pretender ser más eurocéntricos que los propios sectores dominantes del pensamiento colonizador. El colonialismo ya no necesita enviar conquistadores, los tiene casa adentro, fieles y súper bien aleccionados. Cada año los gradúan con títulos de maestría y de PHDs para que se encarguen de reproducir sus esquemas y valores. La invasión del siglo XXI ahora se da a través de la educación, todo ello bajo el mismo argumento de siempre de que están trayendo el progreso a los tercermundistas subdesarrollados, antes denominados “salvajes y bárbaros”.

Un último caso lo ejemplifica claramente: La declaración de la Corte Constitucional sobre el caso de los indígenas amazónicos waoranis, en la que se dice que se utilizará la interculturalidad para juzgar a los presuntos responsables de la matanza de los pueblos taromenane. ¿Acaso existen penas interculturales o se va en última instancia a aplicar las penas de la justicia ordinaria? ¿Los jueces ordinarios van a aplicar la restitución, la compensación, u otra forma de sentencia de la jurisdicción indígena y que no está contemplada en la ordinaria? No se trata solamente de utilizar conceptos interculturales desde afuera de los juicios sino de aplicar metodologías, procedimientos, formas indígenas para su sustanciación. A la final van a ser sentenciados con 16 a 25 años de cárcel que es lo que determina el COIP y tendrán el empacho en decir que se tomaron en cuenta sus propias formas culturales y que se aplicó la interculturalidad.

Es decir, para ellos la interculturalidad es la inclusión de la jurisdicción indígena dentro de la competencia ordinaria, en donde todo a la final será ordinario. Lo que vamos a tener es la reproducción del mismo sistema oficial pero con adornos indígenas, puro gatopardismo. La interculturalidad está siendo tan solo utilizada como otra trampa para frenar las verdaderas formas de ejercicio comunitario, para que sean reemplazados por formas societales/estatistas bajo el eufemismo de inclusión indígena.

No existe un paralelismo entre los diferentes sistemas para hablar de una auténtica interculturalidad, sino la asimilación del paradigma indígena al sistema oficial, con lo cual pretenden convencer de pluralidad cuando es simplemente la formación e incorporación de nuevos “felipillos” al proceso de consolidación del colonialismo desarrollista. No puede haber interculturalidad mientras las diferencias entre unos y otros sean abismales, y no nos referimos a lo económico sino a la participación equitativa de las epistemes, paradigmas, valores, categorías de lo comunitario-indígena dentro del Estado nacional. Sin embargo no deja de ser alentadora la idea de interculturalidad, pero si no se está claro de que la oficialidad tiende todo a digerirlo en su beneficio, pasará a ser otra moda más de la izquierda entre las miles que han introducido y que han terminado restaurando más el status quo antes que resquebrajándolo.

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