“La verdad no pertenece al orden del poder y en cambio posee un parentesco originario con la libertad…La forma secreta y escrita del procedimiento responde al principio de que en materia penal el establecimiento de la verdad era para el soberano y sus jueces un derecho absoluto y un poder exclusivo”
Michel Foucault
Los mayores sacrificios siempre se gestaron como respuesta al miedo y el miedo siempre fue el método glorioso del poder supremo, a su turno; Dios, el estado, el padre jugaron su papel de verdugos inminentes y también de seres clementes: “señor ten piedad de nosotros”. La concepción del sacrificio como rito de purificación se presento en la sumisión trascendente a una divinidad y se traslado a la conducta inmanente en la terrenalidad, Abraham es convocado por Dios para que sacrifique a su hijo amado, la madre ejemplifica con su sacrifico la simbología del amor
En el fondo todo es esencialmente miedo y poder. El poder se nutre del miedo estableciendo distancias, distanciarse es la garantía de ser Dios (el altísimo) o su representante, porque así crece la necesidad de intimidación, ya que la proximidad y el encuentro son inconveniencias que siembran confianza entre iguales. La igualdad se contrapone a la estructura jerárquica de cualquier poder ya sea celestial o humano
Pero el miedo no seria nada sin intrumentos de escarnio y castigo, surge la ley. La ley es el espíritu santo del poder así como la rebeldía es la valentía primigenia contra el miedo. Es la rebeldía de Cronos que castra a Urano…. El principio político de la ley se fundamenta como obediencia, la desobediencia es consustancial con la rebeldía, por eso toda desobediencia debe ser observada por la ley, y toda trasgresión se contestara con violencia (el peso de la ley). Coaccionar, reconducir las voluntades individuales, moldear las conductas es el resultado esperado del gobernante supremo y del Dios todopoderoso. El “mal” y el “bien” terminan siendo definiciones pero también decisiones gobernantes
Como articulador del temor legitimo, el poder distribuye la opinión para aceptación general de que existe como necesidad natural y garantía de seguridad, y por ello su discurso atiende requerimientos contra la inseguridad imperante de otros miedos ilegítimos. Es decir, el estado monopoliza la funcionalidad del temor, siendo la única instancia autorizada para el ejercicio del terror. El miedo al poder deberá siempre ser el temor al padre que debe ser aceptado como variable magnifica de la vida social y política. Merecer el castigo por el propio bien. Este adoctrinamiento interno y masivo, va en busca de sujetos apacibles con la tranquilidad narcótica que dé y cumple la ideologización contumaz.
El estado y su guerra de baja intensidad contra los insumisos exagera eventos porque necesita referentes ejemplares y por ello publicita las controversias implantando una lógica maniquea y bipolar de amigo/enemigo, leales y traidores, buenos y malos, con el fin de disminuir toda autoestima en los disidentes. La humillación será imprescindible, pedagógicamente necesaria para generar la ansiedad en las nuevas escuadras de rebeldes o, potenciales oponentes, para que no se atrevan.
Pero al no ser fácil gobernar las resistencias, el miedo se externaliza con el canto aprobatorio de adherentes que validan la barbarie, es cuando se grafican evidencias de gente animalizada por el poder, lista para hacer militancia kafkiana defendiendo los procesos, la represión, la tortura y el martirio de los que piensan diferente. La chusma vuelve a rezar “señor, defiéndenos de todo “mal” o “peligro”
La relación es clara. Los conflictos solo podrán ser verticales (el poder arriba, y todos abajo incluso los que aplauden), las divisiones de la sociedad serán endémicas y la disidencia será epidémica, y quien no acepte la desigualdad deberá tener miedo político. También es cierto que existe una trampa en la cual caen quienes, para no tener miedo, se vuelven temerarios, salen a la calle a dar el cuerpo a la bala con la ciudad en toque de queda y llenos de pasión tropical, hacen morisquetas e insultos infantiles contra el poder. Esto es aprovechado por el líder gendarme para el encarnizamiento riguroso y la exposición de fuerza-
La respuesta es otra: aprender el momento como una gran fatiga, superar el Estado de pánico neurótico y dejar al histérico cuerpo del poder consumiendo sus miedos no digeribles y rechazados por el pensmiento crítico.
…y saber que el miedo a veces dura pero termina…y cuando esto ocurre la libertad se anuncia
Debemos entender estas tactica qu utiliza el poder para explicar a kos emas y miren como se mueven sin dar a notar cuales son sus objetivos…….