¿En serio Juan Fernando? ¿Esos tweets son tuyos o te los da escribiendo la María Paula? ¿Es bueno el sueldito de Ministro o estás muy endeudado? Porque lo que escribes son palabras huecas, sin ningún sustento. Ya sabemos.
Los Ministros deben hacer lo que dice su jefe sino chao. Llegar a estas alturas de la vida para defender un puestito del que ni siquiera entiendes de qué se trata debe ser doloroso. No Juan Fernando, haber sido cantante, músico, no te capacita para ejercer ese puesto. Escribir en mayúsculas tu palabra preferida “emprendimiento” no va a hacer que los artistas se vuelvan emprendedores naranjas, verdes o lo que sea. No.
De acuerdo, nadie nace sabiendo. Podrías hacerlo mejor, pero te tocó una coyuntura jodida, en donde debes decidir: o estás con el pueblo o estás con el poder. Y esa disyuntiva no se hace con tarjetitas de amor ni con frases motivacionales. Verás, cómo te explico, suena tan cursi leer cosas como: “La resistencia pacífica es un derecho constitucional, mismo que no ampara la violencia, el cierre de carreteras, la quema de llantas, la destrucción del patrimonio, etc.”
Cursi.
Otro más.
“Los subsidios no son gratis: Le han costado al país la posibilidad de invertir en salud, educación y seguridad sin tener que endeudar el futuro. Todo el resto de medidas buscan llevar ese ahorro a los menos favorecidos y a los emprendedores”.
Cursi.
Defender a un gobierno que se va al despeñadero minuto a minuto sólo te va a traer problemas en el futuro. Ni cantando pasillos de la crisis te salvarás del repudio general. ¿En serio, te crees el cuento de que estas medidas económicas van a favorecer a los más pobres y a los emprendedores y no a los empresarios y grupos de poder? Emprendedores. ¿Quién te convenció de que esa palabrita es la varita mágica? ¿El presidente y su discurso del monito emprendedor con coca cola? ¿O sea que todos podemos ser emprendedores? ¡Guaaauuu! Seguro que en las comunidades indígenas más alejadas necesitan un tallercito de emprendimiento cultural y saldrán de la extrema pobreza. ¡Cómo no se nos ocurrió antes!
Que somos imbéciles.
Muchos creemos que en el fondo te gustaría estar en las manifestaciones, alado del pueblo, apoyando las luchas populares, quemando una llanta, cantando para animar a la gente. ¿o no? Es un voto de confianza en lo más hondo. Pero no. Prefieres sumarte al arribismo de muchos, a los que no les importa vender al diablo su dignidad con tal de ser llamado señor Ministro y colgar en la sala de su casa fotos oficiales, placas de agradecimiento, y estar en reuniones de gente importante. ¡Salud!
Con ustedes el señor Ministro de Cultura y Patrimonio. Aplausos.
Si renuncias, la gente te reconocerá y sabrá entender tu posición, equivocada o no. Es más, te saludarán en la calle: usted fue digno señor Velasco. Si no lo haces, y esperas a que don cuántico se caiga, tendrás que darte unas vacaciones muy largas por otras tierras hasta que te olviden definitivamente. O solo ya no defiendas a Boltaire y sus estúpidas medidas. Y ya.
Esto de ser ministro de cultura es más complicado que dar regalos y besos…
Ud.como siempre se olvida del origen del cuántico y sus medidas: Rafael Correa Delgado y no se si alguna vez protestó cuando estuvo en el poder, yo sí.
Cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca por debajo de aquellos a quienes odiamos. François de La Rochefoucauld