Quito, junio 2014
Para entender lo que está pasando, es necesario tomar al pie de la letra la idea de Walter Benjamin, según el cual el capitalismo es, realmente, una religión, y la más feroz, implacable e irracional religión que jamás existió, porque no conoce ni redención ni tregua. Ella celebra un culto ininterrupto cuya liturgia es el trabajo y cuyo objeto es el dinero. Dios no murió, se tornó Dinero. El Banco – con sus funcionarios grises y especialistas – asumió el lugar de la Iglesia y de sus sacerdotes y, gobernando el crédito (incluso el crédito de los Estados, que dócilmente abdicaron de su soberanía), manipula y administra la fe – la escasa, incierta confianza – que nuestro tiempo todavía trae consigo. AGAMBEN[1]
Y uno de los últimos ritos se acaba de celebrar en nuestro país, con la entrega de más de la mitad de sus reservas en oro (465.619,098 Onzas Troy, en 1.160 barras de oro, con un monto de 579.812.181,78 dólares, a precio del 4 de junio de 2014) al Banco Goldman Sachs como garantía para obtener un préstamo de 400 millones de dólares, con un plazo de tres años. La “inversión” con un interés del 4,3%, según el Gerente del Banco Central, redituaría 20 millones de dólares anuales.
Los jefes tradicionales que han administrado la nueva Iglesia global son “los banqueros ingleses y norteamericanos y en el mando mundial está la Dinastía de Rothschild. Con sus socios en el Banco de la Reserva Federal de EEUU, como la Dinastía Rockefeller y otros 8 socios banqueros, emiten la moneda: el dólar. La Reserva federal es propiedad privada (de 10 agentes) y no es de la nación. Esta élite controla la moneda y los Bancos Centrales de casi cada país así como el FMI y el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Basilea, Suiza.”[2]
El capital tiene alta flexibilidad. Después de la crisis iniciada en el 2008, el capital financiero central busca imponer sus controles y retomar la iniciativa, extremando las formas de desposesión y el manejo especulativo. Con ello se taponan las brechas que permitieron alguna autonomización de las economías periféricas y empieza el retorno al cauce controlado.
Las políticas de los “gobiernos progresistas” en América Latina mostraron diversos intentos de desconexión respecto al dominio de las potencias tradicionales, de vinculación al eje Este-Oeste, de constitución de circuitos financieros y económicos regionales y de procesos internos tardíos de industrialización por sustitución de importaciones. Este ciclo empieza a cerrarse, con el retorno a la disciplina de los organismos financieros multilaterales.
EL CICLO DE ALIANZA PAÍS
El ciclo económico del período de Alianza País pasa por dos momentos: un período de abundancia, ligado a un mini-boom petrolero iniciado en el 2003 y a la ola de alza de precios internacionales de las “conmodities” como resultado del desplazamiento del capital financiero mundial hacia le rentismo, a formas de acumulación por desposesión. Y un período de ralentización de la economía, a partir de dos factores: la reproducción del modelo rentista interno y la recomposición de los circuitos financieros internacionales.
La evolución de la deuda es uno de los indicadores que mejor expresan la evolución de la economía en su conjunto. El cierre de ciclo se muestra en la evolución de la deuda pública:
Deuda pública 2003-2014
Concepto
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2003
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2004
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2005
|
2006
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2007
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2008
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2009
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2010
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2011
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2012
|
2013
|
En 2014
|
Deuda interna
|
3.016,2
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3.489,1
|
3.686,3
|
3.277,6
|
3.239,9
|
3.645,1
|
2.842,1
|
4.665,1
|
4.506,4
|
7.780,4
|
9.926,5
|
10.047,5
|
Deuda externa
|
11.482,3
|
11.060,4
|
10.850,3
|
10.214,9
|
10.632,7
|
10.027,8
|
7.389,1
|
8.671,4
|
10.046,6
|
10.872,0
|
12.913,8
|
12.955,6
|
Total deuda pública
|
14.498,5
|
14.549,5
|
14.536,6
|
13.492,5
|
13.872,6
|
13.672,9
|
10.231,2
|
13.336,5
|
14.536,0
|
18.672,4
|
22.840,3
|
23.003,1
|
% variación. Año base 2003
|
100
|
100,35
|
100,26
|
93,06
|
95,68
|
94,30
|
70,56
|
91,98
|
100,25
|
128,78
|
157,53
|
158,66
|
El ciclo es claro: la tendencia decreciente del endeudamiento externo coincide con el período de abundancia de ingresos públicos, a partir del 2003 y encuentra su punto más bajo en el 2009, como resultado de la recompra de la deuda externa; pero luego retoma el crecimiento, hasta superar en el 2013 el nivel inicial del 2003. Mientras tanto el endeudamiento interno se mantiene relativamente estable hasta el 2009, con un repunte a partir del 2010, para tender a nivelarse con la deuda externa. El resultado final es que a partir de 2012 la deuda pública total supera los niveles del inicio del período de abundancia en el 2003 y tiende a un crecimiento acelerado.
La perspectiva en el 2014 es a un crecimiento más acentuado de la deuda pública, en particular de la deuda externa, pues el Gobierno ha anunciado la necesidad de 9 mil millones de dólares para llenar el déficit.
El signo del nuevo rito es el paso de la entrega como garantía de crédito del petróleo a China, a la entrega de las reservas en oro a Goldman Sachs, de Estados Unidos.[3]
El Ecuador, en sucesivas negociaciones comprometió la venta anticipada del crudo como garantía de crédito e inversión con el capital chino, hasta el 80% del total de las exportaciones del petróleo. El circuito de comercialización terminaba en el capital norteamericano, a través de Goldman Sachs, como lo demuestra Fernando Villavicencio.[4] Esta línea de garantía llegó a su techo con el giro a la explotación del Yasuní-ITT en agosto del año pasado y la ampliación de la frontera petrolera hacia el Sur-Oriente. Por lo cual se requería nuevas fuentes de garantía, sobre todo en la estrategia del retorno al financiamiento externo después de un período de alejamiento a partir de la declaración de moratoria de la deuda comercial en el 2008.
La entrega del oro a Goldman Sachs entra en la desesperada búsqueda de fondos. Aunque el argumento del Presidente Correa es que se trata de una inversión: “Lo hemos puesto a trabajar (al oro) de manera inteligente, nos sirve como colateral de un préstamo y con ese préstamo se puede invertir en el país.”[5]
En realidad se trata más bien del cumplimiento de condiciones exigidas por el sistema internacional (organismos financieros multilaterales y banca privada) para el retorno al financiamiento externo. El Ecuador prepara la emisión de 700 millones de dólares en bonos y busca nuevas fuentes de crédito, incluidos los mil millones ofertados por la ampliación del crédito decidida por el Banco Mundial.
Es “un swap de oro, donde se entrega oro a cambio de moneda y luego se devuelve moneda a cambio de oro a una fecha fija a un precio fijo. (…) El Banco Central valoró la entrega a 1,299 dólares la onza y la opción de recompra seguramente fue hecha a 1,281.9 que es el precio que tiene Goldman Sachs en pantalla por onza de oro a junio del 2017. (…) El BCE ganará algo, si el precio baja y Ecuador compra su oro a menor precio en el 2017. (…) El dinero el banco lo presta a 4.3%, es decir Goldman no arriesga nada y gana algo y un tercio de ese costo lo paga en parte el diferencial de precios establecido.”[6]
Aquí operan las presiones sobre el mercado del oro, en que están en juego las estrategias monetarias geopolíticas, en particular la defensa y el asedio en torno al dólar como moneda internacional dominante.
A nivel global, “estamos ante una coyuntura crítica de una guerra de monedas. Ya no es simplemente una competencia por mantener más bajo al tipo de cambio de las monedas para ser más competitivo como país. En los últimos diez años China, India, Rusia y otros países orientales han comprado activamente oro y lo han hecho por las mismas razones. De acuerdo con la agencia Bloomberg, un estado tendrá más soberanía conforme más oro tiene en el caso de desastres con el dólar u cualquier otra moneda de reserva. Para China es a la vez una posibilidad de elevar el estatus del Yuan al de moneda de reserva global. El día que Rusia y China decidan deshacerse masivamente de sus reservas internacionales en dólares, vendiendo los bonos del Tesoro por debajo de su valor (dumping), el dólar colapsaría y el precio del oro se disparará. Lo anterior significa también que los Rothschild no solamente se están confrontando con Rusia sino potencialmente también con China y la India y otros miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO). El oro, en otras palabras, puede ser usado como un arma contra Occidente.”[7]
En el paso al nuevo rito operan dos dinámicas: una interna, en cuanto a los límites del modelo sustentado en la intervención del Estado y en la abundancia de los recursos fiscales. En el período de abundancia no se ha logrado modificaciones significativas del patrón financiero-rentista-dependiente, por lo cual la modificación de las condiciones externas impacta directamente en el funcionamiento de la economía. Y otra externa, en cuanto a los límites de los intentos de integración regional soberana, en particular, la reforma de la arquitectura financiera de América del Sur, con la constitución del Banco del Sur y otras iniciativas de integración en los diversos campos económicos.
Se cierra un ciclo con el retorno al mercado capitalista. No se trata sólo del problema monetario. La negociación de una Acuerdo Comercial (TLC) con la UE, el retorno del FMI y el Banco Mundial, las misiones presidenciales a las Universidades Privadas de Estados Unidos, van en la misma dirección.
EL PAPEL DE GOLDMAN SACHS
Goldman Sachs ha jugado un papel central en el manejo de la crisis del 2008. Recibió ayudas para el salvataje en momentos de profundas dificultades y luugo, con autorización de la Reserva Federal de Estado Unidos, pasó de banco de inversión a banco comercial. Colocó en puestos decisivos a funcionarios vinculados al Banco, como Romano Prodi en Italia o Mario Draghi en la Presidencia del Banco Central Europeo. Mantiene una fuerte influencia en el Gobierno Federal de Estados Unidos:[8]
En el 2013, Venezuela negoció un proceso similar, que le hubiese reportado 1.680 millones de dólares a cambio de prestar sus reservas de oro valoradas en 1.850 millones de dólares con un tipo de interés interbancario de Londres a tres meses más un 7,5%.” Pero finalmente el gobierno se negó a firmarlo.[9]
Con la operación swap del oro de Ecuador se abre la puerta para la intervención de Goldman Sachs en América Latina. No salimos del rito del capital, apenas se modificaron temporalmente los acólitos y sacristanes.
[2] DIERCKENZES Wim, Ucrania como el ´Waterloo´ del Imperio del dólar, Observatorio Internacional de la Crisis, 24 de marzo de 2014.
[4] VILLAVICENCIO Fernando, Ecuador made in China, Gráficas Silva, Quito, 2013.
[6] UGARTECHE Oscar, Op. Cit.
[7]DIERCKENZES W., Op. Cit.
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