16 Abril 2014
Hay que estar seguros de las decisiones que las ecuatorianas y los ecuatorianos tomamos respecto a la política económica de un gobierno, mas cuando se trata de obtener recursos económicos a costa de los escasos ingresos de los habitantes; pues el régimen actual se ha propuesto eliminar el subsidio al gas licuado de petróleo que hoy sirve para su uso en la cocción de los alimentos que las familias preparan en sus hogares.
Previo a la ejecución de la eliminación del subsidio a este componente de los combustibles, ya que el subsidio a la gasolina y diesel se mantendrían no sabemos hasta cuando, trae consigo primero una serie de ofertas tentadoras como cualquier otro negocio de elementos suntuarios para la vida: “compre su móvil y durante los primeros meses le damos 30 – 40 – 60 minutos gratis”, o “por la compra de su televisor le obsequiamos una licuadora, una vajilla, una plancha y si no tiene nada que planchar también le regalamos cositas para que planche”, si hasta en la línea de los alimentos le ofrecen atractivos “combos” en donde por la compra de sus productos le dan “huevo” de yapa. Claro todo esto hasta que usted haya comprado el producto y luego si se dará cuenta de los costos que le tocará asumir como pago, o en su caso al inicio le obsequian todo pero luego le van aumentando el precio y usted no se da cuenta.
Los ministerios responsables de implementar las cocinas a inducción, las duchas eléctricas y las “promociones de comercialización” han dicho que a todas y todos quienes se acojan al cambio de cocinas de gas a inducción eléctricas se les va a otorgar a crédito cocinetas de dos hornillas en un valor estimado a 150 dólares y de cuatro hornillas a un valor estimado de 340 dólares, adicionalmente estos costos serán descontados a través de las planillas mensuales de pago de electricidad y por la compra de estas cocinetas entregarán 3 ollas y 1 sartén de acero, además de la conexión especial de 220, y para que usted se vaya contenta o contento a su casa hasta diciembre del 2016 le entregarán completamente gratis los primeros 80 kilovatios (Kw/h) consumidos, mas cuando si también pasa su ducha de calefón a eléctrica le obsequian otros 20 Kw
Son acreedores de la tarifa de la dignidad en electricidad aquellos que tengan un consumo inferior o hasta los 130 kilovatios por hora (kw/h); entre tanto los que consumen superior de 131 a 500 kw/h deben pagar la tarifa fijada que fluctuaría entre los 0,09 y 0,11 centavos el kw. En el Ecuador el 97,5% de usuarios a nivel nacional consumen menos de 500 kw/h. Los datos oficiales también informan que son 3 millones ochocientos mil abonados residenciales y que solo el 2,43 % de estos sobrepasan el consumo de los 500 Kw/h.
Con esta información se entiende que la gran mayoría consume de 131 a 500 kw/h y según un análisis realizado por el Decano de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional, una familia de clase media compuesta por 5 personas consume al mes un promedio de 300 Kw/h lo que en planilla cancelaría un estimado de 30 a 40 dólares en la actualidad, nótese la palabra “actualidad”, es decir sin cocinas a inducción. En este aspecto acojamos las palabras del gobierno “ahora en el Ecuador hay menos pobres”, por tanto según esta versión ¿la mayoría seríamos clase media? Una adicional inquietud ¿con la implementación de cocinas a inducción eléctrica quienes reciben la tarifa de la dignidad superaran los 130 kw/h de consumo que los ubica como tal y pasaran a formar parte de las filas de la clase media?
La cuestión es este paso de cocinas a gas por cocinas de inducción eléctrica: ¿a quién va a beneficiar al ciudadano común o al gobierno?
El subsidio al gas en el Ecuador es un relativo a 700 millones de dólares al año, el precio oficial de la bombona es de un dólar sesenta centavos y su costo según el grado de distribución geográficamente hablando (urbano a domicilio y rural por la intermediación) fluctúa los 3 dólares. En Perú la bombona bordea los 20 dólares mientras que en Colombia es de aproximadamente 26 dólares. Si en el Ecuador se elimina el subsidio hablamos de un incremento aproximadamente de 22 dólares al precio del gas, esto constituye un duro golpe a la economía de los hogares.
El objetivo del gobierno es eliminar este subsidio, un objetivo que siempre lo manifestaron los gobiernos neoliberales a su paso por el transitorio control del poder político, para ello entonces formula la política de las concinas de inducción y de una u otra forma “induce” a las y los ecuatorianos y ecuatorianas a que como el gas costaría 23 o 25 dólares la bombona pasemos a implementar las cocinas de inducción eléctrica, situación que también tiene “sus costos”:
Para implementar estas cocinas a inducción eléctrica se requieren de una acometida especial desde el poste hasta el lugar de operación de la cocina, pasando por el cambio de medidor que distribuya la energía de 220 voltios para las cocinas y de 110 voltios para los electrodomésticos y todo el cableado, breakers y enchufes. Esto tiene un costo que asumirse, pero que a mi modo de ver incluso por lo que señalare más adelante no sería significativo.
Las cocinas que actualmente tenemos con un promedio de vida de 5 – 6 – 7 años y en muchos de los casos pese a las condiciones de deterioro de las mismas en los hogares las hacen durar hasta diez años y cuyos valores siendo cocinetas fluctúan desde los 40 dólares a los 120 dólares de 2 a 4 hornillas y siendo cocinas a gas desde los 350 hasta los 600 dólares prácticamente quedarían inservibles y deberían ser desechadas. Entre tanto las nuevas cocinas de inducción eléctrica las de 2 hornillas tendrían un valor de 150 dólares, las de 4 hornillas de 340 dólares y las cocinas con horno hasta los 700 dólares. Incluso hasta más caras que las convencionales. Digamos que esto incluso no es lo peor, consideremos que estamos renovando las cocinas porque el gobierno “de forma impresionante a mejorado nuestras condiciones de vida y ahora ya no somos pobres y todo es riqueza paz y felicidad”.
Pero sabía usted que sus utensilios de cocina, ollas, sartenes y los conocidos cucharones metálicos, ya no les servirán en su cocina y que por tanto deberán renovarlos por implementos de acero y vidrio para impedir la “inducción eléctrica a sus manos en el contacto con el agua y que no le electrocuten”. Pues si aquí está un gasto al que deberá entrar en función a la proporción o cantidad de productos que vaya usted a preparar y utensilios que vaya a necesitar, que de paso no son de precios bajos. Y nace un nuevo negocio que con seguridad unos cuantos allegados al régimen ya deben hace rato haber hecho grandes importaciones y ahora estarán frotando sus manos de los millonarios que les hará la revolución ciudadana.
Aquí es lo más grave, el gobierno luego de haber eliminado el subsidio al gas y de haber “obligado” en cierta forma al uso de las cocinas de inducción eléctrica dice que va a otorgar 100 kw/h mensual gratis a los usuarios hasta diciembre del 2016, es decir se entendería que lo relativo al consumo mensual con estas cocinas de energía eléctrica estaría en esos 100 kw/h y si les ponemos valor estaríamos hablando de un pago mensual de 9 dólares aproximadamente. A partir del 2017 las y los ecuatorianos estaríamos pagando por el uso de 100 kw/h de energía eléctrica en la cocina 9 dólares y aquellos que consuman más, por cada kw consumido deben sumar 0,09 centavos de dólar. Es decir 1,60 o 3 dólares que pagábamos por el gas habría un incremento de 6 dólares del pago por la cocción de los alimentos, en promedio tomando en cuenta que son tres periodos básicos de uso de la cocina: mañana, tarde y noche.
El subsidio eléctrico es de 670 millones de dólares aproximadamente y la tarifa real de cobro de kilovatio hora es de 0,15 centavos de dólar. Tomando en cuenta que la orientación del régimen es la eliminación de subsidios se está convirtiendo en política del gobierno implicaría acaso que en los futuros años el uso de las cocinas de inducción eléctrica vaya a costar mensualmente a las ecuatorianas y a los ecuatorianos 15 dólares. Tómese en cuenta que jamás la mayoría de habitantes consumidores de energía eléctrica al pagar mensualmente el consumo nos fijamos los kw /h que hemos consumido y por tanto ¿se da usted cuenta que este será un mecanismo muy fácil de eliminar este subsidio sin que nosotros estemos enterados?
La conclusión es simple: el objetivo es eliminar el subsidio al gas, a la energía eléctrica y me temo que a los combustibles, tener dinero de bolsillo para continuar con la campaña de marketing publicitario y por último la clase media no se habrá dado cuenta cuando dejo de ser media y descubrió que en realidad no lo era. En fin casi un trabalenguas del que solo se podrá salir si hay decisión y unidad de los habitantes frente al abusivo poder siempre que su camino no sea regresar al pasado oligárquico ni sostener el presente autoritario, sino que la decisión sea transformadora, de cambio social en donde nunca más hayan ricos pero tampoco los pobres seamos el origen de nuevos ricos.
* Sociólogo
El artículo contiene varias imprecisiones y ello hace poco válidas las conclusiones. Como dijo Jack el destripador, vamos por partes:
1. Sobre los subsidios:
Los mayores beneficiados del subsidio al gas de uso doméstico son los usuarios de mayores ingresos. Los hogares más ricos concentran el 24.2% de este consumo y los más pobres 16.3%. http://www.elcomercio.com.ec/negocios/subsidios-energia-Ecuador_ECMFIL20110609_0001.pdf
La tarifa de la dignidad aplicada en el consumo de energía eléctrica es diferenciada por regiones: En la región Costa, Oriente e Insular dicha tarifa se aplica a consumos menores a 130kWh-mes y en la región Sierra hasta consumos de 110kWh-mes. Esta tarifa de la dignidad a cerca de 2.4 millones de abonados a nivel nacional y el subsidio tiene un valor del orden de 53 millones anuales (datos año 2013). A ese valor hay que añadir otros subsidios como el subsidio por la aplicación de la Ley del Anciano, la Ley del Volcán Tungurahua y la tarifa para escenarios deportivos. El total del subsidio en la tarifa de energía era del orden de 150 millones en el año 2010 (Lastimosamente el estudio de dicho año no se ha actualizado o, de existir, no se ha hecho público). Ello implica que cualquier cálculo de efecto sobre hogares lo diferencie por regiones. http://www.conelec.gob.ec/contenido.php?cd=1361&l=1
El total del subsidio al consumo de energía eléctrica debe incluir además el que se genera en el subsidio a los combustibles usados en la generación térmica. El sector eléctrico consumía el año 2010 el 22,4% de los derivados de petróleo y la existencia de un subsidio en estos últimos se traslada a las tarifas eléctricas. Este dato debe actualizarse por el mayor uso de bunker y un menor consumo de diesel en la generación eléctrica producido en los últimos años.
2. Sobre las cocinas de inducción
Las cocinas de inducción eléctrica son en términos energéticos mucho más eficientes que las cocinas de gas (energía transferida al alimento / energía total consumida). Este tipo de cocina tiene una eficiencia del 84% mientras que en una cocina de gas la eficiencia es del 40% – 50%, dependiendo si la cocina a gas es fabricada con norma norteamericana o europea. La eficiencia de las cocinas a gas puede ser menor a las señaladas si se toma en cuenta el consumo energético asociado en desalojar el calor ambiental que éstas producen, como por ejemplo en restaurantes que usan ventilación o aire acondicionado en las cocinas. Igualmente hay un mayor consumo energético en la refrigeración de alimentos al estar la refrigeradora a una mayor temperatura ambiente. http://energy.gov/node/773531/residential/pdfs/cookgtsd.pdf
Las cocinas de inducción requieren que el recipiente tenga en su base un material magnético como hierro o acero inoxidable, que son los de mayor uso, y no son excesivamente costosos. No funcionan los recipientes de cobre, aluminio o vidrio. Por otra parte, las cocinas de inducción, al eliminar la llama y funcionar únicamente cuando está un recipiente metálico sobre la placa, son más seguras. http://theinductionsite.com/proandcon.shtml
La producción local de cocinas eléctricas de inducción no es difícil pues el elemento de mayor complejidad es el inversor de frecuencia, que se puede importar y/o producir. Los actuales fabricantes podrían acometer tal fabricación sin mucho problema.
3. Sobre las conclusiones
En términos de uso eficiente de recursos energéticos, sostenibilidad y disminución de emisiones de gases de efecto invernadero el uso de las cocinas eléctricas de inducción es una buena idea.
Los ciudadanos en lugar de oponernos a una medida razonable deberíamos más bien discutir el uso de los fondos que se liberarían al eliminar los perversos subsidios a los combustibles.