“El servicio no ha corrompido mis ideales políticos y que creo que la democracia es el único justo principio del gobierno, aun cuando llevarla al terreno de la práctica sea posible sólo en pueblos altamente desarrollados”.
Porfirio Díaz
“Ser gobernado es, bajo el pretexto de la utilidad pública y en el nombre del interés general, ser puesto bajo contribución, engrillado, esquilado, estafado, monopolizado, desarraigado, agotado, embromado y robado para, a la más ligera resistencia, a la primera palabra de queja, ser reprimido, multado, difamado, fastidiado, puesto bajo precio, abatido, vencido, desarmado, restringido, encarcelado, tiroteado, maltratado, juzgado, condenado, desterrado, sacrificado, vendido, traicionado, y, para colmo de males, ridiculizado, burlado, ultrajado y deshonrado.”
Pierre-Joseph Proudhon
Se me ocurre un parangón; México 1909 Ecuador 2014, para la primera fecha en México el Partido Reeleccionista postula a Porfirio Díaz en la continuidad de su dictadura constitucional que duraría nueve periodos. Su partido, un grupo de “meritocracia” autodenominado los “científicos”, convoca a la convención reeleccionista, señalando que el ánimo de toda la nación es favorecer al dictador democrático, y que el sentimiento porfirista es gratitud del pueblo a don Porfirio por haber logrado y mantenido la paz con mano férrea.
El pensamiento revolucionario fermentó contra Porfirio Díaz, los hermanos Flores Magon anarquistas confesos, Francisco Madero liberal burgués y los líderes populares Pancho Villa y Emiliano Zapata encienden la hoguera revolucionaria con el movimiento anti reeleccionista y la consigna que prende en el pueblo mexicano:
“sufragio efectivo, no reelección” se hace sentir, desde un movimiento opuesto a la reelección de un sólo individuo en el poder ejecutivo; aún cuando fuera a través de “elecciones”. Una vez triunfante la revolución el congreso constituyente, corolario de la victoria de esa lucha prohíbe por cualquier motivo y en cualquier tiempo la reelección del presidente de la república.
América latina no ha superado el porfirismo primitivo, ni su afán de encontrar al libertador, salvador, Mesáis o gran timonel que lleve el barco a mejor puerto y reactualiza el tema vergonzoso y prehistórico de la reelección indefinida de los gobernantes. Mas vergonzoso cuando se lo hace de la izquierda o la supuesta izquierda. Ahora Ecuador debatiendo esta estupidez y no del empleo, la seguridad, la desnutrición.
Después de siete años, tiempo que en la jerga popular dura la mala suerte o las vidas de un gato según el refrán mentiroso, la revolución ciudadana desnuda sus peregrinas debilidades al exponer que nada a cambiado en la concepción de la reforma o revolución como proceso colectivo.(el pueblo no es protagonista de cambio y el cambio es protagonismo del caudillo) Para rescatar su mancha verde por motu propio declaran sin empacho que requieren del llanero solitario, del caballero de la noche para que no se caiga el intento. Las últimas elecciones son lapidarias, luego de tanta alharaca publicitaria la gente puede votar por la derecha, la izquierda, el centro o el extravió a placer. Quito forajido no hace caso de las advertencias del “fascismo” y vota por un joven liberal “fascista”. Guayaquil “nuevo bastión de la RC” según sus jefes vota por el inefable Nebot “criminal de derecha” y el país entero recuerda su vocación multicolor en todas las provincias relegando cuesta abajo a un fastidioso color, símbolo idéntico a una flecha verde de ingrato recuerdo demócrata cristiano (pero a la inversa, pues el color inmaduro y su flecha se cae)
Reelección , reelección…nunca será grito de victoria sino de auxilio, nunca será consigna de conciencia revolucionaria sino monárquica ¡viva el rey¡ o ¡el rey vive¡ solo demostraría que no se aprende de la lección ni se sabe o no se quiere hacer revolución