22 Abril 2014
El remanente del gas en los cilindros de gas de uso doméstico, es un problema de vieja data. En los años noventa cuando ejercíamos la dirigencia sindical, los compañeros trabajadores que laboraban en el transporte y el almacenamiento del GLP (gas de uso doméstico), siempre nos manifestaron de que había un remanente en los cilindros de gas, a veces de un kilo o más, pero que la empresa estatal petrolera les pagaba a las comercializadoras privadas como si ellas envasaran los 15 kilos en cada cilindro cuando en realidad no era así.
Este modus operandi en la comercialización del GLP, constituye un beneficio a las comercializadoras privadas que realizan dicha actividad, pero a la vez, es un perjuicio para el país, porque los gobiernos de turno, incluido el actual, no impulsaron la construcción de plantas de envasado de gas al detal, es decir en cilindros. La que había en el sur de Quito, es decir en el Beaterio, fue suspendida por ordenanza municipal y la que compraron en Oyambaro para almacenar el GLP al granel, es decir en esferas, fue un proyecto parcial, porque los encargados del manejo de los hidrocarburos de todos los tiempos no complementaron el circuito industrial, es decir, no construyeron la planta de envasado de gas en cilindros para ahorrarle recursos al Estado, sino que prefiriendo delegar esta actividad al sector privado, para que las comercializadoras privadas realicen esta actividad. Este es un grave problema, entre otros, porque afectan gravemente la comercialización del gas en el Ecuador, más concretamente la economía petrolera del país y por ende a la economía nacional.