Tapa y contratapa: Elvira Hernández (Chile, 1951) es el seudónimo de Rosa María Adriasola, poeta, ensayista y crítica literaria. Es reconocida por su obra escrita en medio de la dictadura chilena y su libro La bandera de Chile. Lleva publicados 13 libros, ha recibido los premios Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2018, y el Círculo de Críticos de Arte de Chile 2018, Categoría Poesía por el libro Pájaros desde mi ventana.
Pájaros desde mi ventana es el libro más reciente de esta poeta quien empieza a forjarse en medio de la dictadura chilena, publica su primer libro a los 35 años; y, logra hacerse de esta voz que en el libro nos deja mirar su alcance, escuchar sus trinos y estremecernos con sus giros altísimos en el aire.
En este poemario entramos a una estructura orgánica de la vida a través de los pájaros, desde el título la autora nos acerca al punto de partida de la mirada, el encuadre desde donde se ubica, aludiendo a una cuestión íntima y colectiva como lo es todo umbral, toda ventana. Estar en el umbral es el espacio que le permite no solamente el privilegio de la postura alejada del objeto al que mira, el mundo; sino que se asimila y se incorpora en la voz como una contemplación activa, es decir reflexiva y deseante, que busca el misterio del vuelo y de la fragilidad.
Una línea vertebral que cruza el poemario es el encuentro filosófico, por un lado de las acciones y condiciones humanas, ruines, egoístas con los movimientos de los pájaros, sus rituales su universo, contraponiendo del otro lado. Ese es su trabajo poético en Pájaros desde mi ventana, donde se concentra la reflexión, la filosofía y finalmente sucede la poesía. Este ejercicio del contraste se urde desde el sarcasmo o la ironía de la voz por momentos divertida, contrita en un haiku, o pensativa en los poemas de más largo aliento.
Hernández en este poemario consigue un concepto y un sentido poético resuelto por donde se lea, es un libro trabajado en tono de vuelo de pájaro, hay una construcción de las metáforas y las imágenes desde la levedad, pero no por ello poco profundas más bien con mucho alcance, casi como un despliegue de ala de pájaro; es de esos libros que reúnen todo para ser singulares, a los que un lector de poesía siempre volverá.
Aves de paso
“Sí. Eso somos
pero nos hemos acostumbrado
a comportarnos como monumentos.
Y así nos va”
En una gota de agua
“En una gota de agua
los pájaros se sacian
se refrescan
se miran.
Debemos transformarnos
se dicen.
Alguna vez fuimos dinosaurios”.
Elvira Hernández, Pájaros desde mi ventana, Alquimia ediciones, 2019, 128 págs.
*Natalia Enríquez es comunicadora social, máster en Estudios de la Cultura – Políticas Culturales. Es madre de un niño de 6 años, tiene un gato negro y ama la literatura, tanto que piensa que su vida es una ficción.