06 julio 2014
Parece normal que el gobierno se empeñe en hacer desaparecer los contrincantes. y esta vez cuatro partidos salen del registro electoral: PRE, PRIAN, RUPTURA, MPD. Haría parte de verse en redentor e imprescindible; lo que todo permite. Alianza País se beneficiaría de tener menos contrincantes, de izquierda en la Sierra y populistas en la Costa, dos sectores electorales de AP.
Al concentrar los partidos, forzaría a limitar las opciones y a favorecer a la polarización política actual que haría de AP la principal opción, al ser formada de todos los colores, más de derecha y populista en la Costa, y más de centro e izquierda en la Sierra. Con pocos competidores se podría pensar que AP canalizaría el grueso de estos electorados que quedarían sin partido que les represente, a suponer que los partidos contrincantes que quedan (derechas y centro) no lograsen canalizarlos.
AP ya no tendría un competidor de izquierdas. Este ha mostrado sentido de crítica y voluntad de acción en temas álgidos para el gobierno como el ecológico o devalúa su imagen de renovación y lo convierte en parte del pasado. Las izquierdas que AP quiere desaparecer, más que votos tienen ideas y razones que desdicen el discurso oficial.
Es probable que AP capte más el electorado populista y de derecha; sus caciques ya están en AP. En cambio, no es simple captar los electorados críticos de izquierda que son más orgánicos y de ideas. Así, al dejar a este sector sin partido puede haber más bien abstención y contestación social más radical a la cual la represión no eliminará.
Otra posibilidad es que esas izquierdas terminen aliándose con partidos de derecha o centro, aunque perderían una parte de su electorado. La derecha o el centro sumarían fuerzas pero para tener éxito tendrían que renovar propuestas y modos de acción, ahora carecen de organicidad, ideas, cuadros y sentido de acción; esto sería una condición para lograr esa alianza con la izquierda. De darse una convergencia de la izquierda con el centro o la derecha renovados, no es seguro que AP sea una segura ganadora, con Correa o no; y de aquí 2017 muchas cosas pueden pasar.
A su vez, las izquierdas desamparadas de organización legal, tanto en previsión de lograr un espacio propio o de aliarse, requieren renovar su organización, urge un cambio interno en todos los ámbitos. Lo mínimo a esperar es hacer una nueva izquierda y partido. Es una oportunidad para abandonar sus ideas del XVIII, construir un programa para el Ecuador y mundo actuales o del XXI, cambiar sus prácticas, renovar sus cuadros hechos de muletillas y manías que inhiben a nuevos adherentes y al electorado con el cual debe ampliar su influencia. Hay un 7% a 10% de un electorado entre izquierda tradicional y de centro izquierda que está en búsqueda de un partido que le represente. Es un electorado ilustrado y activo que está desamparado de identidad.
Lo que está en juego es el sistema político de mañana y el lugar que en él ocuparían las izquierdas de fuera de AP y los demás.