¿Cómo es posible que en la cancioncita infantil se diga que los malvados eran las víctimas?
“EN EL TIEMPO DE ELOY ALFARO, LOS HOMBRES ERAN MALVADOS, MATABAN A LOS PAJÁROS CON LA PISTOLA PUN”.
Por Ataulfo Tobar
“¿Quien quiere al hombre negro?, – ¡nadie!-, ¿porqué?, ¡porque es negro!”.
A propósito de “ayer nomás”, recuerdo como si hubiera sido ayer, que entre los coros de los juegos que inocentemente cantábamos los niños en los años 50, 60, a mas de la “pájara pinta”, “el florón”, nos hacían cantar estas canciones que eran referencia a Alfaro y los hombres negros –no hombres de negro, que tiene otra connotación-.
Con seguridad estos coros o melodías fueron creadas por algún compositor intencionado, que buscaba en los niños ecuatorianos, en las mentes en formación, en los cerebros limpios, poner una semilla de adversidad o una semilla de Alzheimer. No podemos asegurar que estos cantos para juegos infantiles fueran difundidos por la prensa de la época, pero si podemos decir con certeza, que se cantaban y se jugaban en los espacios de recreo del forzoso catecismo al que estaban obligados a asistir los niños; a pesar de que ya, el viejo Eloy, había proclamado la educación laica y la libertad de cultos.
Cuando escuché estas canciones, lo que me llamó la atención era que había una pobreza de rima y mas que nada, eran cantados con falta de ortografía, pues no se decía pájaros, se decía pajáros, queriendo rimar con Alfaros. No es posible rimar Alfaro con malvado, pero la intención está dada.
¿Cómo es posible que en la cancioncita infantil se diga que los malvados eran las víctimas?, a la luz de la historia de estos 100 años sabemos que los tales “malvados”, fueron víctimas de una intencionalidad perversa, calculada y provocada.
La cancioncita infantil anota: “Alfaros… malvados… pajáros”, hay que reconocer que hay algo de verdad en estos enunciados. Si hay un parecido con los pájaros, seguramente fue por la jaula, por las alas cortadas. Pero pájaros disparados dentro de las jaulas, ¿puede haber maldad mas elocuente? Lo cuenta la historia.
Se habla también que ese 28 de Enero del 1912 había una pájara, pero era una pájara cruel, maldad forjada en la inequidad social del Quito conservador, del Quito oscurantista de la miseria; esta pájara potranca marginal esquizofrénica que no sabía leer ni escribir, quizá no supo de quién eran las entrañas que arrastraba ese fatídico 28.
El compositor de la cancioncita infantil para asegurarse que la siembra de la semilla en los niños, fuera fructífera, compuso también la canción del hombre negro, no para glorificar los montoneros esmeraldeños seguidores del Coronel Concha, no para dignificar a los constructores afro ecuatorianos y afro Jamaiquinos del sendero donde se colocaron las durmientes y rieles del ferrocarril del progreso.
Las clases dominantes de este país, desde siempre, querían asegurarse de la exclusión de personas de “color extraño”, asegurarse que no existan en la sagrada historia de la patria, ni indios ni negros. Alfaro nombró general a un indio en Gatazo, como un reconocimiento al invalorable aporte de este sector social en la lucha por la consecución de los derechos sociales. Para la historia oficial, esto no es relevante.
Este 28 de Enero el grupo de familiares de los alfaristas asesinados hace cien años, lograron sacar simbólicamente de sus celdas a sus ancestros, tras un acto de recordación no de la hoguera, sí de la luz, no de las cenizas, sí de la gloria, no del olvido, sí de la presencia, no del Alzheimer, sí del recuerdo y el ejemplo.
Los niños, niñas y jóvenes de hoy han tomado la historia y la posta en sus manos y sus cantos infantiles y juveniles han empezado a sonar en armonía con la vida, la equidad, la transparencia y la verdad.
Estoy plenamente de acuerdo con lo expresado por el Dr. Enrique Ayala
CONTRA LOS HECHOS NO HAY ARGUMENTOS…
Qué amarga es la caña dulce…
La que tienen que cortar…
Y, pasan la VIDA entera dentro del cañaveral…
Pobres los negros esclavos que para ganarse el pan…
Se pasan toda la vida…
Dentro del cañaveral…
¿Quién va a aceptar, incluso ahora, a los Negros ni a los Indios si son de Clase Inferior…?
La alienación que llevamos dentro de nosotros mismos nos sigue machacando que esos son inferiores… Es el inconsciente colectivo de Carlos Gustavo Yung
“Los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo de distintas formas… Lo que hay que hacer es transformarlo radicalmente… ” ( Tesis 11 sobre Fewerbach de Carlos Mark)
La Batalla de Gatazo fue decisiva en el proceso alfarista…
¿De qué ha servido a los mismos Indios? Sí les ha servido para tomar más conciencia crítica de su Pacha Mama…
La Tierra es nuestra Vida y nuestra Libertad…
Los Indios sin tierra somos como troncos tirados a la orilla del camino…
Vienen los viajeros por la noche… La estropean y se van…
Los blancos flacos mestizos vienen por la noche, desangran a la Madre Tierra, dejando detrás de sí los desiertos cansados…
¿Quién tiene derecho de vender a su Madre…
¿Quien tiene derecho de vender a su Hija…
La Tierra es nuestra Vida y Nuestra Libertad…
[…] Por Ataulfo Tobar lalineadefuego […]
Saludos Ataulfo, voz de la conciencia colectiva, voz del canto que se eleva rasgando el cielo para que fluyan los rayos de un mejor son.
Estoy agradecida por la vida del General Eloy Alfaro. Su grandeza de corazón y su lucha por la libertad de conciencia, por la libertad de la educación, por la libertad de la mujer, por la libertad de la religión y muchas otras libertades y conquistas, ha permitido que la nación se librara de las cadenas horrendas a las que estábamos sometidos.
Como verdaderos ecuatorianos, tenemos la obligación de leer la trayectoria de hombres como Alfaro para asimilar los orígenes de la Patria en la que vivimos y, saber, de manera consciente, qué partido (no político) debemos asumir en la vida.
No podemos deambular por las calles, de una patria todavía malherida, como borrachos sin conocer la grandeza de los hombres y mujeres que han dado su vida para que nosotros, simple y llanamente disfrutemos de un país, que a pesar de todo viento brutal es hermoso y libre, pero con una libertad comprada con la sangre de los mejores hombres y mujeres de esta nación bendita. Por lo tanto, si algo de dignidad corre por nuestras venas, tenemos el deber de cuidar aquella libertad conquistada con la espada de la justicia y el brazo fuerte del amor a la tierra, cuna y cielo que nos cubre, el deber de velar por una libertad gloriosa que todavía se ve amenazada por los tentáculos de la injusticia que campea por algunos lugares de la Patria.
Alfaro nos dejó el ejemplo de grandeza, un hombre que no pasó por la existencia sin dejar su huella como si fuera un ser inútil que nada puede dar a cambio de la vida recibida, todo lo contrario, la historia le recuerda siempre y se inclina reverente ante su nombre que se eleva triunfal, mientras que, por otro lado, los cobardes que le asesinaron han sido borrados de la faz de la tierra y sus nombres se tiñen de vergüenza, pues, su infamia sacrificó la sangre preciosa que peleó en aras de la libertad.
Los que hoy estamos no podemos recibir este legado de manera gratuita; este hermoso país, patria, tierra sagrada “de honor y de hidalgüía”; debemos entregar, siquiera un poco de nuestra gratitud siendo ciudadanos honrados, trabajadores y agradecidos, emulando la valentía de hombres de la talla de Don Eloy Alfaro, el Viejo Luchador.
Alfaro peleó, hasta en su ancianidad, por la causa de la libertad de los que hoy estamos, de los que ya no están y de los que vendrán.
Tenemos con Alfaro una deuda que nunca la terminaremos de pagar porque la libertad es el mayor de los dones cuyo precio es inestimable.
Honro su nombre y pido a Dios que le haya recibido en su cielo.
Martha Encalada Torres.
Cuenca-Ecuador.
no hay mi verdad la verdad es una sola lo demas son solo opiniones puntos de vista maquinaciones. La elite economica criminal dueña de los medios de comunicacion de la epoca de alfaro , lograron hacer ver el asesinato de este gran ecuatoriano como un “favor a la patria”. pero la verdad no puede ser ocultada en algun momento tendra que brillar en su maxima exprecion y por eso despues de mas de un siglo el gran nombre y los idealesl del comandante ELOY ALFARO DELGADO brillan atraves de los tiempos