SOMOS MUCHOS MILITANTES EN MOVIMIENTO PAÍS QUE CREEMOS PROFUNDAMENTE EN LOS PROCESOS COLECTIVOS.
ENTREVISTA A FANDER FALCONÍ
Hace un año Fander Falconí dejó el puesto de Canciller de la República, luego de que la gestión del proyecto ITT , bajo su cargo, fue cuestionado por el Presidente Rafael Correa. Ahora es investigador – docente de la Facultad Latinoamericano de Ciencias Sociales (FLACSO) y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Movimiento País.
LDF: Volviste al Movimiento País y ahora formas parte de la dirigencia nacional.
Quiero aclarar que cuando yo salí de mis actividades del gobierno, yo si dije que no iba a salir del proyecto yo nunca he dejado el Movimiento. He tenido un puesto directivo en el Movimiento País y fui ratificado en la Convención Nacional de Guayaquil como miembro de la dirigencia de Movimiento País, y somos siete miembros que conformamos el Comité Ejecutivo Nacional.
LDF: ¿Ha tenido tiempo para reflexionar sobre lo que pasó con el proyecto ITT y la salida de la Cancillería?
A un año de la salida mía de la Cancillería, creo que es buen momento para reflexionar sobre lo que ocurrió. Creo que hubo, y hay, un debate profundo sobre la estrategia de desarrollo que se persigue en el país y desde mi punto de vista Yasuní siempre fue visto como un elemento que podía propiciar y visibilizar un cambio de estrategia en la sociedad ecuatoriana. No es solo un proyecto, no solo una iniciativa. Alrededor de los temas de Yasuní se juega el cambio en la matriz energética, se juega el cambio profundo que implican los elementos de participación social, se juegan elementos tan profundos como el mantenimiento de una estrategia de desarrollo. Es una estrategia que no puede ser sentada solo en el uso y crecimiento ilimitado de recursos naturales, sino una estrategia de sustentabilidad, que tiene que ver con la protección de la biodiversidad y fundamentalmente con pueblos y culturas en aislamiento voluntario. Entonces si algo positivo tuvo mi salido fue haber logrado posicionar el tema tanto en el ámbito nacional como internacional
LDF: ¿Y cómo ves ahora la iniciativa ITT?
Bueno, el 3 de agosto del año pasado hubo una noticia importante que fue la firma del fideicomiso. En este momento se está en la etapa de consolidación de la iniciativa, se esperaría que hasta finales del año se cubra con los aportes necesarios que son los cien millones necesarios para seguir manteniendo la iniciativa. Siempre fue pensada como algo complejo, nunca fue pensada como un capítulo aparte. Esto implica no solo una unidad interna sino una gran corresponsabilidad internacional.
Pero lo que estamos viendo es que a nivel internacional hay mucha hipocresía en cuestiones de cambio climático, y más aún en la responsabilidad que tiene los países ricos para combatir los embates de un tema tan profundo como el cambio climático.
LDF. Es viable el proyecto ITT
Es absolutamente viable. Pero necesita corresponsabilidad internacional.
LDF: En el foro que se realizó la semana pasada en la FLACSO criticabas la posibilidad de entrar en negociaciones comerciales con la Unión Europea. Sin embargo, la posición oficial es de iniciar conversaciones. Cómo cuadras tu opinión crítica con tu posición en la cúpula del Movimiento País?
Primero hay estar claros respecto a lo dije y lo que no dije. Yo dije claramente que soy crítico frente a los tratados de libre comercio., como es crítico también el Presidente de la República. El subscribió en el 2006 un libro que se llama El Rostro Oculto del TLC, donde estamos un conjunto de autores, entre los cuales estoy yo. Nosotros siempre fuimos críticos frente a los tratados de libre comercio. Y mi reparo frente a la UE es que no vayamos a una negociación en la que no logremos romper la cancha que ha fijado la Unión. Y la UE ha dicho que va a negociar un multipartes.
Y para que no sea un TLC, hay algunas condiciones fundamentales. Primero que se abra la negociación a un espectro mucho más amplio. Que no sea solo de temas comerciales. Que involucra fundamentalmente los temas políticos, y dentro de ellos el tema migratorio. Segundo, que en una negociación con la UE tengamos claras las diferencias. Nosotros tenemos que negociar en temas comerciales el acceso para nuestros productos a los países europeos, pero en temas de servicios, es decir en lo que tiene que ver con inversiones, con propiedad intelectual, con compras públicas, el Ecuador no necesariamente tiene que negociar. Esto no tiene que estar dentro del marco de la negociación.
Pero si estuviera en el marco de la negociación el Ecuador debería negociar respetando profundamente las asimetrías que existen entre el bloque europeo y un país que tiene una determinada inserción en el mercado internacional.
LDF: ¿Existen diferencias de opinión dentro del Movimiento País? Hay rumores de dos lados distintos dentro del debate. Por ejemplo, si bien la posición del gobierno es ir a las negociaciones, varios portavoces, como la ministra coordinadora de la política económica, Katiuska King y el Vice Canciller de la República, Kintto Lucas, han declarado públicamente que el gobierno no firmará un TLC.
Yo creo que hay que preguntar a cada cual qué posición tiene. Y puedo hablar por mí. En este caso para mí las cosas son claras. La posibilidad de emprender negociaciones con todos los países del mundo es legítima. Es más, nosotros impulsamos siempre desde la Cancillería la posibilidad de abrir diálogos, incluso con aquellos con que no necesariamente hemos tenido políticas comerciales activas, que es el caso de las nuevas economías emergentes, Brasil, Rusia, India China, el propio Irán, que fue muy denostado. ¿Cómo no se puede tener relaciones comerciales con el decimo sexto economía a nivel global? ¿Por qué no podemos solidificar relaciones con Rusia, que es el principal comprador del banano ecuatoriano? Entonces ería absurdo negarse de por sí, por principio, una negociación con la Unión Europea. Esto es claro.
Ahora, dentro de este espacio de negociación, sabemos que la Unión Europea emplea un formato preestablecido de negociación, que es de TLC. Lo que busca la Unión Europea son Tratados de Libre Comercio. Por eso creo que es importante como ecuatorianos tener claros los límites de esta negociación y las propuestas alternativas, para que una decisión sea exitosa. Me parece que hay algunas precondiciones. Como mencioné, uno, abrir los elementos de dialogo político, especialmente el tema de la migración. Segundo, diferenciar claramente los aspectos de negociación de acceso a mercados o acceso de bienes, versus los temas de servicios. Y tiene que haber un reconocimiento de las asimetrías. Tercero, nosotros no podemos hipotecar el desarrollo endógeno que está persiguiendo el país. Con desarrollo endógeno quiero decir que tenemos que contar con un fuerte componente de desarrollo proteccionista, de desarrollo de la industria local, de protección al empleo, justamente para cumplir con las expectativas del Plan Nacional de Buen Vivir. Y, además, hay una nueva constitución. Entonces todos estos elementos tienen que constar dentro de una negociación, y aquí estoy de acuerdo con lo que señala el Vice Canciller Kintto Lucas, de no ir a Tratados de Libre Comercio disfrazados de Tratados de Comercio para el Desarrollo.
LDF: Volviendo al tema del Movimiento País. Hay una preocupación por la dependencia de una sola persona fuerte. ¿Cómo evitas repetir la experiencia del Partido Social Cristiano o la Izquierda Democrática que colapsaron después de la salida de su líder histórico. ¿Es posible fortalecer la institucionalidad dentro del Movimiento País para que perdure?
Somos muchos militantes en Movimiento País que creemos profundamente en los procesos colectivos. Este proceso transformador se sostiene fundamentalmente en los liderazgos y procesos colectivos, no se sostiene en una sola persona. Y en este sentido creo que hay un reconocimiento pleno no solo de los actores del movimiento, sino también del propio Presidente. El Presidente ha sido uno de los impulsadores y dinamizadores del proceso de construcción de los liderazgos colectivos. Esto se discutió mucho en la convención nacional en Guayaquil en noviembre, donde por primera vez se logró dar pasos importantes en términos de los principios del movimiento, de la renovación del programa que tiene Movimiento País y fundamentalmente de un estatuto orgánico para regir nuestra vida democrática en aras de construir esos espacios de deliberación y suscitación de ideas. Esto es un compromiso. Yo tengo un compromiso, y por eso estoy aquí en el Movimiento, para construir este tipo de liderazgos.
LDF: Lo que se ve desde afuera es que los ideólogos se van y los pragmáticos, como Alexis Mera y Vinicio Alvarado, se quedan.
No es cierto. Yo fui el coordinador del Programa de Gobierno de Movimiento País. Nosotros no hemos abandonado el proyecto. Somos un montón de personas fundadoras y seguimos. Creemos que para nosotros la consulta – si ha sido un parte de aguas bienvenida sea – que es legítimo que se proponga una renovación del sistema de justicia en el Ecuador. Yo veo una profundización de un proyecto político, un proyecto que pasa por un cambio en el sistema de justicia y que ponga fin a la impunidad. Y es legítimo preguntar al pueblo ecuatoriano sobre los temas profundos. Entonces si alguien se aleja, no implica que estemos alejados de la línea programática.
LDF: Lo que parece desde afuera es que las personas más importantes en este proyecto ahora son Alexis mera y Vinicio Alvarado y no los miembros de la cúpula del movimiento
No es cierto, son cosas que se las dice, son opiniones de sectores interesados de la oposición. Alexis Mera es el secretario jurídico de la Presidencia y juega un papel como tal. Vinicio Alvarado es el Secretario General de la Administración Pública, su aporte es dentro de esos ámbitos de decisión. Los dos también forman parte de la toma de decisiones colectivas que encabeza legítimamente el Presidente. Pero hay otras instancias. Por ejemplo la estructura del Movimiento que tiene su propia dinámica y su propia acción. También hay un gobierno que persigue un marco de políticas públicas donde está claramente establecida un pan nacional de desarrollo.
LDF: Aparte de personajes como Carlos Vera y José Hernández, parece existir más rabia contra el gobierno entre gente que se autodefinen de izquierda. ¿Cómo explicar esto?
Creo que hay que ir marcando claramente la coyuntura, e ir viendo lo que ha ido pasando en cada momento, en cada paso, del proceso político ecuatoriano, y por qué se han ido produciendo determinadas salidas de compañeros y compañeras, que por cierto lamento. Un punto definitorio ha sido la convocatoria del plebiscito por parte del Presidente de la República. Y respecto al plebiscito, para mí es una convocatoria legítima, no es un proceso que se está imponiendo. Ha habido opiniones divergentes, pero si ves las opiniones de muchos sectores que se han salido del Movimiento con críticas profundas, son opiniones absolutamente diferenciadas, no son posiciones homogéneas.
En el caso de Ruptura de los 25 se ha dicho que se está excediendo los límites que tiene como atribuciones el Presidente de la República. En el caso de Betty Amores, se ha dicho que se está haciendo un defensa de la Constitución incluso antes del fallo de la Corte Constitucional. En el caso de Alberto Acosta se ha dicho que critica algunas preguntas de la consulta pero defiende la legitimidad de otras, el caso de la pregunta 3 de la enmienda constitucional ´Banqueros solo Banqueros´. Es decir que no hay posiciones unificadas en lo que se llama la izquierda. Y si ves la posición de Gustavo Larrea, es completamente distinta en algunos aspectos a la de Ruptura de los 25 y la posición de Alberto Acosta. Es una izquierda absolutamente fragmentada con muchos capitanes pero que no tiene un pensamiento único.
Por otro lado tienes una oposición profunda de sectores retardatarios de la sociedad que siempre han estado en contra del proyecto político. Ahí está por ejemplo, el comunicado de Cauce Democrático que dirige Osvaldo Hurtado. ¿Quiénes firman ese comunicado? Los mismos que en un momento dado defendieron la sucretización de la deuda, es decir trasladar las deudas de las empresas privadas a la población ecuatoriana, los mismos que defendieron públicamente le entrega de la base de Manta a Estados Unidos, los mismos que defendieron el salvataje bancario , los mismos que se opusieron a la Constitución de Montecristi.
Hay bloques de oposición claramente diferenciados. Tienes una oligarquía retardataria representada por el Partido Social Cristiano cuya expresión de la justicia es la pena de muerte. La consulta no pregunta sobre la pena de muerte como quisiera el PSC, y por eso hay una negativa a este plebiscito. Entonces hay que matizar bien cuando hablamos de la oposición, porque no es una oposición homogénea en el caso de la izquierda, y en el caso de las fuerzas retardatarias son las mismas que desde el año 2006 se oponen a este proyecto.