09 noviembre 2016
“Qué mujer tan asquerosa… Cuando eres una estrella puedes hacer cualquier cosa. Agarrarlas por el coño, lo que quieras”……”Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero” Donald Trump
Cuando el imbécil gana con la gracia de su pueblo, la culpa ya no es del imbécil.
Bien sabida y aceptada es la estulticia de Donald Trump, sus más devotos admiradores hasta lo reconocen. Seria risible el triunfo republicano si en su bufonería y majadería el problema no se volviese mundial. Y no porque los EEUU hayan sido buenos y ahora vayan a ser malos, sino porque la brutalidad siempre fue predecible y más en los republicanos. Ahora es todo un conflicto físico y metafísico, toda una urgencia existencial para todos los habitantes del planeta. Además, el contrato social entre el pueblo que lo eligió y el timonel, anuncian ruptura de los últimos componentes del civismo democrático. Nerón y el colapso del imperio Romano se nos viene a la memoria
Nerón, del vientre de Agripina mujer ampulosa y melosa, hace que su hijo se convierta en emperador lo antes posible, con planes que incluyen asesinatos y danzas de millones. Hecho curioso, la Clinton no pudo representar a la madre imperial y la madre patria yanquee es el vientre insustituible con sus maldades agripinicas. Inquietantes preguntas sobrevienen ¿Cuánto duraran la gloria entre la madre y el hijo? ¿Quién conspirara contra quién? ¿Quién morirá primero?
En la guerra declarada contra el mundo árabe, de la cual la Clinton era ferviente combatiente, las llamas de los bombardeos caracterizan todos los acontecimientos, y a los musulmanes, nada partidarios de las bromas, puede que la fanfarronería del nuevo Nerón les disguste y convoquen a santas guerras de llamas contra llamas. Si Roma comenzó a arder, el circo arderá con el bufón adentro. El mundo frágil y nuclear no podrá aplaudir el flagelo.
Escuchen al triunfador: “¡Miren estas manos! ¿Les parecen pequeñas? Les aseguro que todo está bien allá abajo”, dijo Trump refiriéndose a su miembro. Convoca a la violencia, hecha “pestes” a diestra y siniestra. Payaso vilipendiador prolífico y extravagante va con discursos en desbarajuste sin refinamientos. Todo un embustero consumado, charlatán cínico, sin respeto alguno a la verdad. Pero ganó.
Queda claro un hecho adicional, los EEUU soportan un presidente negro pero no a una mujer y otra evidencia: implícitamente hay un desprecio al mundo hispano, tal parece que mostrarse bestial contra la inmigración latina resulta buen negocio. La gusanera se excluye de nuevo de la hispanidad y le da el triunfo en Florida.
Donald Trump el imbécil inconsciente, el manipulador cínico e intrigante, el racista, sexista, xenófobo se ha alzado con el triunfo ¿Será que a los gringos les gusta los payasos bobos y han perdido el pudor ante lo escatológico? O será que Trump es lo que el pueblo norteamericano necesita y cada pueblo tiene el gobernante que se merece?
Foto: Michaelmoore.com