18 Abril 2014
“Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”
Gabriel García Márquez
Se ha publicitado el viaje del Presidente Rafael Correa a los centros académicos de Estados Unidos. Como dice René Ramírez, “la visita ha servido para darse cuenta hacia adónde apunta el Gobierno Nacional en sus políticas de ciencia, tecnología e innovación en el campo de la educación superior.”
“El Ciudadano”, periódico de Alianza País reseña: “Tres de las universidades más prestigiosas del mundo conocieron de cerca el milagro ecuatoriano. (…) Académicos y alumnos de las Universidades de Harvard, Yale y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MITT) vivieron con expectativa las explicaciones de cómo el Ecuador cambió su modelo de desarrollo, impulsa una revolución académica y se ha convertido en una de las economías más estable de la región.”
El “target” principal no estaba en las “prestigiosas universidades”, sino en el eco en la mente de los ecuatorianos: la recuperación de la imagen después de los resultados adversos del 23F.
La relegitimación se mueve en torno al aura académica impartida por las universidades del Norte, jueces incontrovertibles de la ciencia y la tecnología. Otra vez Macondo, ahora al revés, en Massachusetts. Aquí pierde su vitalidad. No se trata del asombro infantil de Aureliano Buendía, “cuando el mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre”, asombro abierto a una realidad mágica. Ahora es el deslumbramiento sumiso ante el exceso de los nombres, asombro encerrado en un neopositivismo ramplón.
Tres Universidades privadas norteamericanas son el modelo para el proyecto estrella de Correa-Ramírez, Yachay e Ikiam, “que son símbolos de la transformación que busca la Revolución Ciudadana.” Y allí presentó el “milagro ecuatoriano” en donde “gobierna el pueblo” y “el trabajo disfruta de la supremacía sobre el capital.” El realismo mágico degradado a propaganda.
El clímax del asombro estuvo en la visita al Hotel Liberty de Boston, hotel cinco estrellas, construido en una antigua cárcel y que “inspira la transformación del antiguo Penal García Moreno”. Los tiempos vuelven en ciclo: No es Alfaro, es la modernización garciana. Alfaro embalsamado: uno de los paquetes turísticos del nuevo Hotel Cinco Estrellas “García Moreno” (o quizá preferirán copiar el nombre traducido: “Libertad”, o más bien en idioma originario “Qhispikay”) podría ser el tour-Alfaro, que partiría de la celda remodelada para llegar nuevamente hasta El Ejido.
La paradoja es que mientras Correa-Ramírez se centran en las ciencias “duras”, en las bio-tecnologías y las bio-ciencias, el imperio está interesado en las ciencias sociales, tan despreciadas por el neopositivismo de exportación. El Departamento de Defensa Norteamericano crea la Iniciativa Minerva, centrada en captar a los mejores investigadores sociales para estudiar la diversidad de los pueblos y fortalecer las estrategias de dominación. Tomemos algunos ejemplos de las investigaciones.
2013 Minerva Research Summaries
P.I. Project Title
S. Aaronson: Impact of World Trade Organization membership on conflict and governance
R. Bunker: Dark Globalization and Emerging Forms of Warfare
N. Cigar Demography and Insurgencies: A Post-Heroic Era for Guerrilla Warfare?
M. Lair: History of Culture & Warfare
A.Basuchoudhary: The Evolution of Revolution
L. Bettencourt: Energy and Environmental Drivers of Stress and Conflict in Multi-scale. Models of Human Social Behavior
N. Choucri: Explorations in Cyber International Relations
J. Hancock : Modeling Discourse and Social Dynamics in Authoritarian Regimes
A. Kruglanski: Motivation, Ideology and the Social Process in Radicalization
D. Matsumoto: Emotion and Intergroup Relations
Fuente: http://minerva.dtic.mil/doc/2013_MinervaResearchSummaries_0905.pdf
Efectivamente esta visita muestra “hacia adónde apunta el Gobierno Nacional.” Los proyectos Yachay e Ikam siguen la matriz rentista, con la novedad de que hoy ya no se trata únicamente de la vieja renta de la tierra y los recursos naturales, sino de la nueva renta del conocimiento: de “banana republic” a “bio-banana republic”. Una modernización dentro del papel asignado en la nueva división internacional del trabajo en la actual fase financiera-rentista del capital mundial.
Muestra el giro pragmático del régimen. Inicialmente, cuando era necesario captar el imaginario de la izquierda y de los movimientos sociales, el discurso se movía en clave garantista y hasta se invocaba el carácter plurinacional del Estado. Después del trauma del 30S el refugio estuvo en la segurización de la política. Ahora un nuevo paso: la sintonía con el “real choice”, el pragmatismo del retorno a los circuitos del capital mundial.
No se trata únicamente del aval académico del Norte, sino que desde allí el Presidente anunció la buena nueva de que el Banco Mundial había duplicado el monto disponible de préstamos a mil millones de dólares, apenas al 1.4%, cuando los préstamos chinos se ubican en torno al 7% y con la garantía de la venta anticipada de petróleo.
La muerte de Chávez parece marcar un límite, hasta allí todavía los gobiernos “progresistas” repetían que “el Norte está en el Sur.” Ahora todo vuelve a la normalidad: el Norte está en el Norte.
Quizás “las estirpes condenadas a cien años de soledad” tengan aún que esperar por su “segunda oportunidad sobre la tierra.” Aunque la sorpresa viene desde abajo. Otra vez la voz de la madre tierra regresa en el grito de los Yasunidos, de los defensores de Intag, de los perseguidos por los pragmáticos.