O CÓMO LA SUMA ES IGUAL A LA RESTA DE LOS DIVIDENDOS MULTIPLICATIVOS
Abril 11 de 2017
Para Lasso, Páez y Monge, los tres moscreoteros de la alianza SUMA-CREO, dos más dos es igual a siete. Veinte menos catorce es treinta y ocho, y la lógica puede rimar con ficción, si uno es capaz de gritar a veinte y tres decibeles.
Cuando uno los escucha, no se sabe si reír o llorar. Si ya la Revolución Ciudadana suele ser patética en determinados casos, lo que hacen los CREO es como para levantarles un monumento al disparate. En las afueras del CNE se debería construir una estatua de René Descartes dándole una nalgada al Páez, por ejemplo, o a Baldor lanzándole un librazo a Monge.
Los argumentos del supuesto fraude de esta santa derecha, rezan más o menos así:
(al momento de leer las siguientes líneas imagínese que las suelta en cualquier espacio un tal Monge, o un tal Lasso, o mejor, un tal y cual Páez)
…Aquí nosotros estamos reclamando un fraude, así, fraude con mayúsculas. Un fraude orquestado de manera fraudulenta, pretendiendo engañarnos con cifras que no resisten el menor análisis; perdón, eso dice el Correa. Que no resisten un reconteo analítico fraudulento. Tenemos las pruebas, que son un montón. Son tantas inconsistencias, tantas, que el fraude se desborda solito por las cañerías averiadas del CNE.
Por ponerles un ejemplo, en Cotopaxi, en una parroquia, a Moreno le dan 80 y a Lasso 20. Cuando en la realidad es todo lo contrario. Lasso tiene el doble de la mitad que le falta a Moreno para ser minoría. Fraude. Fraude. CEDATOS no se pudo equivocar con tanto. Nos hicieron trampa con T mayúscula y Fraude con C de marchemos mejor. 2448 actas con inconsistencias, más las 1795 que ya publicamos, nos dan como… cerca de… casi un… o sea bastante. Ya sumando todas las inconsistencias debemos afirmar que incluso hay incontinencias numéricas que ese señor Pozo manejó. Son más de 1.265.000 votos trampeados. Y como la mayoría del pueblo quiere el cambio, de esos votos siquiera nos corresponden un 70% como mínimo. En otras palabras, ganamos las elecciones en todas las provincias, menos en las que perdimos.
Y para colmo, no solo hubo inconsistencias, sino también apagón informático de 20 minutos, tiempo en el cual, se cambiaron muchos votos en favor del otro candidato. En ese apagón, calculamos que se viraron cerca de medio millón de votos. Para ser generosos, creo que ganamos siquiera con 700.000 votos, y eso sin contar las otras inconsistencias que tenemos en las miles de cajas de cartón que andan de marcha por todo el país. Amparados en el Art. 141 del Código de Procedimiento Electoral del escrutinio nacional de reclamos a las inconsistencias numéricas y fraudulentas, exigimos un re conteo voto a voto, urna a urna, padrón a padrón, inconsistencia a inconsistencia. Sólo así sabremos la verdad del fraude que se pasea rampante por los escritorios, máquinas, escáners y wifi de del CNE.
Por eso gritaremos fraude todos los días. Fraude en el desayuno, fraude en el almuerzo, fraude en el padre nuestro, fraude envés de hola, fraude en lugar de beso, fraude después del coito.
Y así está el país. Dividido, polarizado. ¿Culpa de quién será? Lo bueno es que unito que yo sí sé quién es pero no quiero decir el nombre ya se va a las Bélgicas, gracias a Dios, lejos lejos. ¿No será que da llevando en su maleta unos cuantos más, igual de insoportables? No sé, unos Mera, unos Alvarado, unos Ochoa, unos Chiriboga. Así hasta para agradecerle.
Y los CREO-SUMA seguirán haciendo su parodia democrática para erigirse en los salvadores del pueblo. Perdón, pero con esos caballeritos, preferible una de norteño.
El fraude es todo el proceso en que se uso el poder económico del estado, los medios públicos y las cadenas nacionales para ganar.