Luego de una década de populismo vago e indeterminado, dirección y discurso, pervierten todos los postulados políticos transformándolos en mera retórica. El país retorna al modelo liberal y bien vale mirando la realidad objetiva, reflexionar desde viejas definiciones históricas.
Toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido político.
Mao Zedong
Populistas
Casi siempre son iletrados gobernando en palacios dorados con elegancia que no disimula su codicia, codicia superior a su ignorancia. Convicciones para que, ya las últimas se contaminaron en medio del caos programado. Son los populistas variopintos desnudos con la demagogia a cuestas. Se dicen redentores de los humildes y aman tanto a los pobres, que no quieren que dejen de serlo, pues no sabrían que hacer con su amor. Terminan amando la pobreza.
En ellos, la realidad es compleja y ajena, la verborragia se desborda en ilusorio cuento que llega a la chusma con vileza. Simplificar el entorno, agrupar angustias y vender bagatelas, configuran cadenas de ilusión que se extiende a la masa informe. El populista impide el debate racional porque el discurso unidireccional oferta insultos suficientes. Sus técnicas bastardas descalifican y la verdad estorba. Desestiman al rival, arbitran acusando cual fascistas los enlaces entre verdad y mentira, bien y mal, lo auténtico y lo falso, lo justo e injusto.
El populismo no existe sin caudillo, él establece diálogos imaginarios donde instaura solo a un interlocutor colectivo -el pueblo- el mismo que puede responder tan solo con rumor y aplauso. Una relación, más bien un encuentro con una quimera mesiánica que da sentido a la historia y a la comunidad. El pueblo asiste para oír sin escuchar y su palabra innecesaria no tendrá mediación alguna. El caudillo es la voz de los que no tienen voz ¡No conviene que la tengan¡
Liberales
Hablan de derechos inalienables, naturales e ilimitados del individuo y nadie fuera del común acuerdo puede restringirlos. El único mecanismo valido de acuerdo es el sufragio. La libertad de los desposeídos, es disponer libremente de lo que nada tienen excepto su trabajo, que será también propiedad de los propietarios. La igualdad entre el propietario y el jornalero es desigualdad y la libre competencia es la carrera entre la gacela y el cangrejo.
La libertad del liberalismo solo existe protegida por la ley que tributa al individuo y deviene en individualismo. Filosofía del capitalismo enredado en elucubraciones teóricas, en el fondo es la negación de la libertad individual para las mayorías. Los liberales enfatizan al extremo El derecho y la condición jurídica… son estatistas. Justifican minorías privilegiadas que controlan el poder, la economía, los medios de información y la cultura, impedimentos de democracia y desarrollo en libertad. La igualdad social en el liberalismo es una falacia y la libertad liberal se reduce a los disfrutes privados. La pluralidad de intereses no es comunitaria ni solidaria. La sociedad civil ausente y el Estado es quien debe garantizar desde un supuesto ámbito neutral la seguridad y la paz de los ciudadanos.
El concepto de Estado mínimo es otra maldad. Todo esto liberal sueña ser imperio. Los estados liberales son propensos a la guerra, al genocidio y al etnocidio. Les encanta el control y el poder contra ciudadanos y pueblos. El liberalismo a diferencia del anarquismo sostiene que el Estado es un mal necesario, mientras el anarquismo afirma que es un mal innecesario.
El estado liberal no se confabula con las grandes empresas, es una herramienta a su servicio, defienden con amor a las grandes corporaciones, porque estas son fruto del libre mercado y de la concentración de capital (que es la tendencia natural del capitalismo).
Mijaíl Bakunin padre del anarquismo considera que los liberales, por sus intereses de clase, terminan siendo más absolutistas que los monarcas y vuelven al culto del Estado porque presuponen que la libertad individual es anterior a toda sociedad y que por medio de un acto voluntario se tiene que recurrir a un contrato para fundar un ente trascendente que regule las libertades y derechos de los ciudadanos
Porque el Estado es una herramienta de dominación de clase, con unas leyes, una policía, un Ejército que tienen la función de salvaguardar el sistema donde los capitalistas tienen el poder.
El partido de los burgueses es el partido liberal y el partido de los trabajadores es el partido comunista, el resto estorbo, sombra o ficción
Liberarios anarquistas
Los libertarios son comunistas que no creen en el poder del Estado ni en ninguno de los poderes existentes: económicos, sociales, raciales, culturales, sexuales etc., los anarquistas que se dicen socialistas libertarios ya hacen una concesión conceptual porque socialismo es Estado y comunismo es libertad. La disolución del Estado y de la sociedad de clases, son la garantía de la libertad. La libertad es subsecuente e íntima del apoyo mutuo, la cooperación y la solidaridad humana. El anarco capitalismo no existe es una trampa neo liberal.
Para los libertarios, el Estado es una institución política prescindible. En otras palabras, no se concibe un Estado mínimo, se propone su eliminación. El marxismo también propone la libertad pero la procura con el tránsito por el socialismo que es la presencia del estado proletario. Los marxistas libertarios se reconcilian con el comunismo.
Se dice que los libertarios son la cara “oscura” de la Ilustración, descendientes de Caín el leñador nunca servil, es verdad, los anarquistas mantienen relaciones tempestuosas con todas las creencias; rechazan la justicia con ropaje de ley y detestan al Estado y sus gobiernos. Los libertarios hasta sospechan de las virtudes liberadoras del intelecto, pues razón y poder, poder y explotación, egoísmo y corrupción han ido siempre de acuerdo. Los comunistas libertarios apuntan a la propiedad social de los medios de producción y al disfrute de los efectos del trabajo por igual. Creen en la libertad, la igualdad, la libertad política y social de todos los trabajadores productores.
También para los anarquistas, el proletariado es la clase revolucionaria de vanguardia en la revolución social, reclaman el control directo de la producción por los productores sin castas de burócratas, al igual que el marxismo originario consideran que el proletariado no solo se libera a si mismo con la revolución sino también liberan a la humanidad entera. El anarquismo no clasista, es solo una pandilla mística de llorones o revoltosos, es un amorfismo, un humanitarismo vago y abstracto, una curiosidad académica para consumo de la pequeña y la gran burguesía culta.
Para los libertarios, la destrucción completa de las bases de dominación y explotación pasa por la supresión de la burocracia estatal que usurpa la voluntad de los trabajadores. La división entre los que trabajan y los que administran el trabajo, es la fuente de parasitismo, desigualdad, explotación y coerción. Esta versión del marxismo nació con Stalin y no tiene futuro.
Los comunistas
Se sostienen en una ideología, una doctrina política y una forma de organización social que toma como eje la eliminación de las clases sociales, la supresión de la propiedad privada de los medios de producción y la extinción del Estado. El comunismo propone el control de los medios de producción por el proletariado que es quien crea riqueza, plantea la distribución equitativa de los bienes en una fase previa donde el Estado dirigido por la clase obrera concentra la riqueza social y distribuye con justicia a toda la sociedad
El comunismo pretende dar respuesta al conflicto individuo – sociedad a través de la vida comunitaria y la solidaridad. Los comunistas pre marxistas ensayaron formas de organización comunista; en la antigüedad, en Época Clásica y en la Edad Media. Licurgo propugnaba la igualdad entre ciudadanos de la polis una forma de comunismo igualitario, las “comunas” pre-cristianas de Esenios formaban comunidad de bienes. Comunidades comunistas cristianas existieron como El movimiento valdense o movimiento de los Pobres de Lyon, que destacan aspectos de la propiedad comunal. Thomas Munzter (1534) y los llamados profetas de Zwickau, proponen espíritu igualitario social y comunidad de bienes. Otros fueron más allá como Tomas Moro, Tomas de Campanella que describieron la utopía comunista
El comunismo cristiano acoge las enseñanzas de Jesucristo en comunidades igualitarias y el comunismo cristiano actual con el símbolo de la hoz y la cruz concuerda con la teoría marxista, contra el capitalismo y a favor de la clase obrera rechazando la extracción de plusvalía y asumiendo la teoría de la alienación de Marx.
El comunismo marxista cree en el desarrollo máximo de las fuerzas productivas, la equidad social, el buen desarrollo y aspira llegar con los trabajadores a una sociedad sin alienación del trabajo.
Todas las doctrinas mancionadas aqui se olvidan que vivimos en un contexto de escasez de recursos naturales especialmente de energía, de cambios climáticos extremos y de superpoblación y no dan respuestas a esos problemas.